Fotos

es la historia de los indios gorrones. Durante un rodaje de indios y pistoleros, dos de los actores figurantes y oriundos de la tierra (los Santiago Heredia, para mas señas) llegaban todos los días mamaos de palomicas de anís al rodaje, cosa que no importaba mucho porque eran figurantes, los ponían en un sitio y allí se tenían que quedar de la misma manera que si los pusieran de cartón piedra, solo tenían que gritar a una señal y con la coloqueta el grito les salía de escándalo. Eran de la tribu de los Tatrapa-y-tejoe, mas malos que la peste y cada dos horas pedían "guiski" y venga "guiski" nada de agua y mucho menos papaeo, naaaaa solo alpiste pal canario, y se lo daban sin rechistar para que se quedaran quietos paraos en el sitio y no se movieran, ya que habían jodío anteriormente varias tomas, (palabra clave) pues "otra botellita para mi primo y otra para mi". El caso es que, un día se acabó el rodaje y ya por la tarde con la fresquita limpiaron todo, apagaron las luces y echaron la persiana dejando todo nikelao, pero amigo, se olvidaron de ellos, y allí se quedaron en la montaña que le asignaron con una bolínga de campeonato, diría que cercana a la inconsciencia y con las altas temperaturas murieron cocidos de dentro pafuera, por esa razón sus cuerpos no se encontraron jamas. Al poco tiempo se les hizo un homenaje-aje e indemnizaron a la familia, pero sus almas vagan por las ramblas y sus gritos se oyen todas las noches víspera de San Agapito y San Teopisto hasta en la pedanía de balsa seca, lugar de nacimiento de uno de ellos a la vez que sus rostros aparecen esculpidos en las montañas que dominan todo el desierto tabernero, como vemos en las dos últimas fotos. Todos los años voy a visitarlos con el ánimo de convertir la visita en romería y al pié de la montaña derramo un poco de guiski garrafón, marca -Cutre Char- porque el bueno me lo bebo yo (nos has jodío), y es curioso que los dos últimos años después de esparcir el guiskito he notado un pequeño temblor en la montaña, no se si de agradecimiento o de cabreo por lo malo que está el mata chinches que les llevo y he decidido ir la próxima vez con casco porque en esta última ocasión cayeron piedras desde arriba y por poco salgo "escalabrao" y en plan mala leche en vez de guiski mata-ratas les voy a llevar casera de limón con cointreau, que eso si que está malo de beber, hace que te pique la garganta y te lloren los ojos con su consiguiente cagalera. Sin mas dimes y diretes y como todos los años por estas fechas me retiro hasta la venida de los cigarrones o con las primeras nieves, prometo que con el primer copo estoy pasando revista, al menos esa es la intención y vosotros pasad un verano - bueno, bonito y barato.