El día empezó con una intensa niebla, que en la primera parte de la ruta fue algo incómoda e impidió gozar del paisaje en toda su amplitud. Durante algunos momentos un numeroso gupo de cabras nos acompañó. En el Veredón inferior pudimos contemplar la Alcazaba y el Mulhacén, el Veleta, muy pudoroso, no se dejo ver ni un solo momento.
Es asombroso ver como algunas plantas pueden sobrevivir entre las
grietas de las rocas y ofrecernos la belleza de su floración. La mariposa es una Apolo Parnasus Nevadensis, especie endémica de estas cumbres. ¿Y qué decir de esas tres encinas que conviven en apretada armonia en tan pequeño risco. La tarde abrió, aunque en el horizonte aparecían enormes nubarrones. Una vez más se cumplió el refrán: "Mañanas de niebla, tardes de paseo"
No quisiera terminar sin mostrar mi agradecimiento a mi amigo Antonio, el "alma mater" de esas maravilosas caminatas.
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El día empezó con una intensa niebla, que en la primera parte de la ruta fue algo incómoda e impidió gozar del paisaje en toda su amplitud. Durante algunos momentos un numeroso gupo de cabras nos acompañó. En el Veredón inferior pudimos contemplar la Alcazaba y el Mulhacén, el Veleta, muy pudoroso, no se dejo ver ni un solo momento. Es asombroso ver como algunas plantas pueden sobrevivir entre las
grietas de las rocas y ofrecernos la belleza de su floración. La mariposa es una Apolo Parnasus Nevadensis, especie endémica de estas cumbres. ¿Y qué decir de esas tres encinas que conviven en apretada armonia en tan pequeño risco. La tarde abrió, aunque en el horizonte aparecían enormes nubarrones. Una vez más se cumplió el refrán: "Mañanas de niebla, tardes de paseo" No quisiera terminar sin mostrar mi agradecimiento a mi amigo Antonio, el "alma mater" de esas maravilosas caminatas.