Fotos

de ello. El ojo del viajero se va acostumbrando, 50 km antes y tras pasar Cistierna, al color y la magia de los hayedos, que paulatinamente pasaran de ocupar grandes espacios en orientación norte, a envolvernos con su magia y colorido. Esta preciosa ruta, perfectamente señalizada, nos enseñara porque León es un paraíso para el caminante, algo que piensan también, los cientos de miles de visitantes ávidos de naturaleza, que nos visitan todos los años. Aunque el haya domine el paisaje de las más de 120000 hectáreas de este parque, salpicado de viejos ejemplares, como viejos son estos bosques, se colarán también otras especies del orbe eurosiberiano, con vetustos robles albares, que luchan por sobrevivir en estas cerradas selvas, que muestran en estos días, sus mejores galas, antes de sumirse en el largo invierno, para volver a sacar sus verdes hojas, a lo largo del mes de junio. Las fuertes lluvias del viernes (ayer nos libramos por poco de otro chaparrón), han dado aún más fuerza al otoño, y una temperatura agradable de 11 grados, hicieron del paseo de ayer, un día memorable, de puro otoño, como bien sabe dar esta tierra.