En estos últimos días me he dado una vuelta por las inmediaciones de los famosos Arapiles para contemplar y admirar los campos florecientes con la primavera ya avanzada. Los barbechos, la cebada, las amapolas, las nubes de tormenta y el sol alumbrando y ocultándose ofrecían espectáculos dignos de fotografiarse y compartir.Aquí van algunas muestras. Pero una de las fotos es engañosa: parece que el estiércol espera junto al barbecho su
oportunidad para abonar y enriquecer; eso creí desde lejos, pero cuando me acerqué para hacer la foto comprobé que se trataba de montones de asfalto sobrante de alguna carretera vertidos en el campo. Engañémonos y admiremos la belleza de las amapolas (aunque sea aprisionadas tras las alambradas) y los contrastes de las nubes y las tierras que a veces nos ofrecen nuestra Salamanca.
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elvira
Me parecen espectaculares, el colorido y esas líneas rectas de los campos forman una bonita composición. Un saludo.
Chus, tu comentario me estimula y me anima a seguir haciendo fotos de las pequeñas y grandes bellezas que nos ofrece la naturaleza. Muchas gracias y un saludo.
elvira
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luis
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Álex
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chus
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Álex Vivanco
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