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rayos de la luz tenue y crepuscular el sentido y vanagloriado “The Joshua Tree” que el apasionado Paul David Hewson, paladín de U2 publicaron hace un par, o más décadas, y dominado por los pensamientos que aquel momento habían despertado en mi espíritu, reclinada la cabeza en el tronco, dejaba vagar la mirada por aquel espacio, pobre de vegetación, que a mis ojos se extendía, cuando empecé a notar que me zumbaban los oídos como si un tropel de palabras mal articuladas pugnara por introducirse en ellos. Exaltose mi imaginación con este fenómeno, pues de tal había de calificar el suceso no habiendo ningún ser humano a mi alrededor y sospechando que el árbol por medios extraordinarios que ni en aquel entonces ni después me he cuidado de indagar, era el que me estaba hablando, concentré toda mi atención para, en el caso de ver confirmada mi sospecha, no perder ni una silaba de cuanto le placiera decirme. Efectivamente; al poco rato oí una voz quejumbrosa que a través de la corteza me suplicaba quisiera oír su triste historia. Suspendí el aliento para escuchar mejor y “el árbol triste” empezó su relato de la siguiente manera. “ Aquí, casi a la entrada del pueblo, a orillas de un mísero torrente que solo en días de tempestad y borrasca de fe de su existencia, se deslizan mis días en soledad espantosa. Hace ya muchos años que, victimas del furor humano, perecieron todos mis compañeros; solo yo he quedado, único guardián de esa monótona y polvorienta carretera, para llorar mi triste suerte y la necesidad de los mortales. El entusiasmo de un alcalde que sabía demasiado para el país y para su tiempo, nos dio vida; el odio de un pueblo sumido en la más estúpida ignorancia, acabo con nosotros; pues si bien yo aliento todavía solitario en esta inmensa llanura ¿ para qué sirvo ? . …/… Perdonad por la utilización de vuestras imágenes, las cuales han sido motivo de inspiración 2ª entrega. Si es de interés, 25/11/10