Álbum

EL ARBOL TRISTE 3/4

…/… A pesar de tantas infamias, no logré morirme. Más tarde un rayo de esperanza vino a mitigar tanta desdicha. Por lo que voy a relatar comprendí que los tiempos iban mejorando. Cierto día, un grupo de jóvenes que paseaban discutiendo con la vehemencia propia de su edad, paráronse ante mi; Me miraron con extraordinario cariño, y uno de ellos exclamo entre colérico y entusiasta: Ojala no los

hubieran muerto! Todos serian ahora como este! Malhaya la ignorancia! Al oír estas palabras me estremecí de gozo y agite todas mis hojas en ansias de aplaudir. Por lo que a mí me toca estas ideas acabaron prevaleciendo por completo. No han vuelto a disparar sobre mi corteza; Ya no desgajan mis miembros, ni me azotan, ni profanan. Pero el espíritu destructor de las plantas continuo y sigue dominando en todo el país. Desde aquí contemplo el gris terroso de las montañas aumentando sin cesar. Bosques enteros de pinos que saturaban el aire de resinosos aromas han caído bajo el hacha del leñador, o han sido pasto de las llamas. Solo tras lluvia deshecha sale de su letargo el mísero torrente que a mis pies se extiende en línea ondulatoria; Sin valladar en el monte que le detenga, llega la furiosa e inesperada avenida; No basta el cauce a contenerla, ni las orillas hasta los altos bordes; Inunda la campiña; Arrasa los plantíos, invade el hogar del infeliz y nunca escarmentado humano, corre rica de valiosos despojos hacia el mar… A las pocas horas, cesa la tormenta, torna la calma vuelve el torrente a dormir tranquilo meses y meses y la árida tierra siempre pidiendo inútilmente a los hombres, no el agua que en vertiginoso remolino pasa veloz destruyendo cuanto encuentra a su paso, sino aquella que gota a gota se filtra a través de su capa vegetal esponjándola y haciendo accesible a la planta el camino hacia el exterior, hacia la luz. Solo para mí los tiempos han cambiado radicalmente. Todo el pueblo me respeta, todo el mundo me quiere. Soy un recuerdo venerable para dos generaciones, una que va ya desapareciendo y otra que se halla en el pleno goce de la vida. Me consideran como un antiguo compañero, como un viejo amigo, cuya presencia resulta indispensable. Siempre me han visto rompiendo con mi triste silueta la monotonía de esta larga carretera. Hasta aquí bajan los parientes y amigos a despedir a los que emigran lejos, muy lejos, en busca de mejor fortuna y junto a mi tronco reciben al volver las primicias del calor del hogar. Ninguno se marcha sin darme un tierno adiós; Todos al regresar me contemplan con ojos agradecidos. Los paseos de la gente del pueblo en días de fiesta tienen por obligado limite “El árbol triste”. En invierno a las horas de sol, en verano al anochecer, hombres, mujeres y niños se llegan a saludarme. La infancia juega y ríe; La juventud menta sus amores, acaricia ideales, vive de esperanzas; Los hombres graves hablan del tiempo, de negocios y sobre todo, de política. Bien o mal de todo me entero, se cuanto pasa. …/…

Álbum

Este álbum sólo puede ser eliminado por el usuario que lo subió: P.Clara

Este comentario sólo puede ser eliminado por el usuario que subió el álbum: P.Clara

P.Clara
P.Clara
P.Clara
P.Clara
P.Clara
P.Clara
P.Clara

Total de álbumes de Zaragoza 1513

  • Álbum anterior

    ESTELAS

  • Álbum siguiente

    navidad

  • Avatar
    En tu linea P. Clara. Tus reportajes siempre curiosos e interesantes. Enhorabuena. Saludos desde Segovia.
  • Avatar
    Clara enhorabuena, original y bello montaje. Saludos desde Sevilla.
  • Avatar
    Me encanta lo que escribes...y tus fotomontajes son preciosos, gracias por tan bonito regalo. Un saludo.

Noticias destacadas