Semana de la Movilidad: así te vas a mover por la ciudad mucho antes de lo que crees
Electrificación, movilidad compartida, coches autónomos… Más sostenibilidad para lograr ciudades más responsables. Lo analizamos de la mano del nuevo BMW iX y nuevo BMW i4, 100% eléctricos.
La gran crisis del estiércol de 1894 es un capítulo (felizmente) olvidado de la historia reciente de las grandes ciudades. A finales del siglo XIX, la movilidad urbana gravitaba alrededor del caballo, lo que generó un problema de residuos.
Fue en ese año, 1894, cuando el The Times inglés pronosticó que Londres estaría sepultada bajo tres metros de estiércol en 1944. Pero la capital británica jamás quedó sepultada bajo una montaña de heces de caballo por una sencilla pero revolucionaria razón: el automóvil. El motor de combustión se desarrolló de tal manera que el coche sustituyó al carruaje como método de movilidad favorito de los ciudadanos. Más de cien años después, las grandes urbes (y el planeta entero) tienen un nuevo problema: la contaminación. Y tal y como sucedió a principios del
En la 20 Semana de la Movilidad echamos un vistazo a las formas de desplazamiento que cambiarán para siempre el paisaje urbano: desde el coche eléctrico al autónomo pasando por nuevas formas de desplazamiento entre las que se incluyen vehículos compartidos, bicis eléctricas y hasta patinetes. Estas son las más importantes:
El coche eléctrico
Las grandes urbes tienen un problema con la calidad del aire. Y la mejor vía para atajarlo pasa por abrazar, cuanto antes, el coche eléctrico. La Unión Europea ya ha anunciado su decisión de prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035 y en España dejarán de circular en 2050. Nuestro país, además, trabaja para impulsar zonas de bajas emisiones en toda ciudad de más de 50.000 habitantes a partir de 2023. Ante esta situación, todos los fabricantes de vehículos, sin excepción, se han puesto manos a la obra para adaptar su catálogo a esta nueva realidad. Un ejemplo de ello es BMW. El fabricante alemán acaba de incorporar dos nuevos modelos (iX e i4) a su gama de cero emisiones, que se suman a los ya existentes hasta la fecha: i3, i3s e iX3. ¿El objetivo? Ahorrar hasta en un 80% las partículas de CO2 por vehículo en 2030.
España trabaja para impulsar zonas de bajas emisiones en toda ciudad de más de 50.000 habitantes a partir de 2023
El coche compartido
Las grandes capitales de Europa se están comenzando a beneficiar de esta movilidad que empuja a los conductores a prescindir del vehículo privado para hacerlo en coches que utilizan solo cuando los necesitan y por los que pagan menos de lo que costaría un viaje en taxi. Compañías como DriveNow, Zity o Free2Go se han convertido en habituales en las grandes ciudades del continente y se estima que el mercado estará valorado en 4.000 millones de dólares en Europa en 2024. Pero mientras el coche compartido descongestiona las calzadas y limpia el aire de las grandes ciudades, una pregunta se sigue cerniendo sobre su horizonte: ¿se puede escalar y transportar su modelo a poblaciones más pequeñas?
El coche autónomo
Los expertos lo tienen claro todavía queda un trecho hasta que los coches se puedan conducir solos en cualquier situación. Esto no implica que los vehículos cada vez sean más autónomos: sistemas de frenado de emergencia, tecnología para mantenerse en el carril o asistentes de aparcamiento son ya habituales. En la actualidad, de los cinco niveles de conducción autónoma, la mayoría de novedades del mercado se mueven entre el nivel 2 y el 3. ¿Cuánto queda para el 5? Todavía faltan unos años para verlo.
El coche conectado
Puede que el coche que se conduzca solo todavía sea una quimera, pero esta situación no implica que los vehículos vayan siendo cada vez más inteligentes: la incorporación de nuevas tecnologías, radares y sensores hace de cada vehículo un pequeño ordenador que, poco a poco, comienza a interactuar con su entorno. Cuando la enorme mayoría de vehículos se comuniquen entre ellos, el concepto de conducción cambiará de manera radical: la seguridad a bordo debería reducir de manera significativa los accidentes en carretera mientras que los atascos deberían convertirse en un fenómeno del pasado.
Nuevas formas de movilidad urbana
La última milla se va a poner cada vez más de moda. Este concepto aboga por utilizar soluciones limpias y sostenibles para solucionar trayectos cortos que, en el pasado, se realizaban en coche. Piensa en ir de tu casa a la estación de tren, o de esta al trabajo. Un patinete o una bici compartida pueden ser alternativas válidas y que, además, funcionan en silencio y sin emitir gases contaminantes. Esta nueva micromovilidad, además, es compatible con el uso del transporte público, que permite sortear grandes distancias en la gran ciudad en pocos minutos.