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Setas para dummies: 5 rutas y 3 recetas para estrenarte en este universo del otoño

Con las primeras lluvias otoñales, los bosques y montes de España se convierten en una singular despensa donde podemos encontrar a las reinas indiscutibles de esta estación: las setas. 

Salir a buscar este recurso micológico es una opción de ocio perfecta para practicar durante el otoño ya que la mayor humedad y la disminución de las horas de luz son características fundamentales para que setas y hongos crezcan en abundancia. 

Un plan perfecto para disfrutar de la naturaleza, descubriendo rutas y senderos donde recolectar, para compartir en familia y con los más pequeños e, incluso, para descubrir y probar nuevas recetas con esta exquisitez gastronómica. 

COMARCA DE PINARES, SORIA. 

La provincia de Soria es uno de los lugares predilectos de Castilla y León para la recogida de setas. Al norte de la provincia, Covaleda es una de las localidades mejor consideradas entre los expertos del turismo micológico. Asentada al pie del Urbión, las posibilidades de setas y hongos que aquí se encuentran son infinitas: boletus, níscalos, setas de cardo, etc. 

Aunque es fácil encontrar setas por toda la zona, la ruta más conocida es la Ruta de Los Puentes hasta el Campamento. Una ruta sencilla y marcada con líneas durante su trayecto desde la Plaza Mayor del municipio.

“Níscalo”, por Respenda. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M
“Rebozuelo”, por Björn. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M

VALLE DE UNZUÉ, NAVARRA. 

Este valle ofrece una transición entre el bosque continental mediterráneo y húmedos hayedos que, durante el equinoccio otoñal, es idílico para realizar una jornada micológica disfrutando de la naturaleza, la suave temperatura, y los nuevos colores que tiñen el bosque. 

Con un trazado en forma de raqueta, la ruta comienza en la iglesia de San Millán y, a través de un camino agrícola se podrán observar y recolectar una diversidad de setas y hongos. Algunas de las especies que se pueden encontrar son la seta de pino, el rebozuelo amarillento y el hongo royo. 

CÁDIZ. 

En la provincia de Cádiz, en Jimena de la Frontera, se encuentra el Parque de Los Alcornocales donde, las características de la época otoñal, propician la explosión de estos frutos. En la zona es frecuente encontrar Rebozuelos, una seta retorcida y amarillenta, muy apreciada por su sabor, las trompetas de los muertos (Craterellus cornucopioides) y Boletus

La Ruta Valdeinfierno es una de las muchas que podemos realizar en este parque natural. Pero que no os engañe su nombre porque es una de las más sencillas, perfecta para compartir con los más pequeños. 

“Setas en Valdeinfierno”, por Davidfebrero. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M
“Tremella amarilla”, por Jacinta. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M

RABANALES, ZAMORA. 

Con más de 500 especies de hongos inventariados, Zamora es una de las mayores provincias productoras de setas de España. Y, cada año, especialmente en la campaña de otoño ofrece a los visitantes diferentes experiencias vinculadas al recurso micológico. 

Concretamente, la localidad de Rabanales ha diseñado seis rutas seteras por todo su término municipal. Una de las más asequibles, la del encinar de Grisuela, tiene un recorrido de 2 kilómetros, entre cereales y gramíneas, durante los que podremos encontrar las comestibles setas de cardo, y la tremella amarilla en los troncos secos de los árboles.

CANENCIA, MADRID. 

Canencia es una localidad madrileña, situada al sur de la Sierra de Guadarrama, en la que se encuentra el área recreativa Puerto de Canencia, un enclave setero que ofrece todo lo que puedas imaginar para pasar un día 10 de recolecta. Durante un recorrido de 6 kilómetros aproximadamente, podremos disfrutar de miradores, arroyos, cascadas y, por supuesto, de una gran variedad de setas como níscalos, boletus, setas de cardo, y otras setas comestibles.

“Canencia”, por Mariampg. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M

Ahora que conocemos lugares y rutas, debemos saber qué imprescindibles no podemos olvidar para nuestra jornada micológica. La cesta de mimbre, que permite la transpiración de los frutos, y la navaja o cuchillo serán nuestros mayores aliados.

Tampoco podemos olvidar cerciorarnos de la previsión meteorológica para poder disfrutar al máximo nuestro día de ruta.

Cesta de setas”, por Jlmaral. Licenciado bajo CC BY 2.0. Fuente: Flickr. M 

Y terminada la colecta, qué mejor que poner la guinda a esta experiencia preparando alguna que otra receta con este alimento tan completo y versátil.

  • Crema de setas. Es un plato que empieza a ser apetecible ya en esta época otoñal, con la primera bajada de las temperaturas. Al ser cocinado a base de verduras es perfecto para dietas vegetarianas. Su elaboración es muy sencilla y se pueden utilizar varias clases de setas.
  • Guiso de ternera con níscalos. Todo un manjar para los más carnívoros. En este plato podemos usar las setas como guarnición o como parte del propio guiso lo que le dará un sabor diferente. 
  • Chipirones encebollados rellenos de setas. Es una receta perfecta para disfrutar de un exquisito contraste de sabores. Podrás cualquier tipo de seta de los que hayas recolectado porque este plato admite mucha variedad.