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8 paisajes a los que le sienta genial el blanco

Con la llegada del invierno, el frío y la nieve se apoderan de muchos rincones de España, dejándolos cubiertos con un manto blanco.

Si algo nos encanta en esta época del año es la nieve, aprovechar los “tres copos” que puedan caer en nuestra ciudad para hacer una foto perfecta. Pero en España, la realidad es que no en todos los lugares cae nieve, y si queremos verla, tenemos que desplazarnos fuera para encontrarla. Eso sí, el momento de llegar al sitio señalado, disfrutar de ella e inmortalizar el momento hará que haya merecido la pena el desplazamiento.

Si estás pensando dónde ir o has visto tantas opciones que no acabas de decidirte, tranquilo, desde Eltiempo.es te vamos a dar unas cuantas ideas que te van a ayudar. ¡No te podrás resistir a conocerlos! 

Sierra Nevada, Granada

Empezamos con una provincia que tiene los dos extremos: Granada. En esta provincia puedes pasar, en apenas unos kilómetros, del calorcito de un microclima subtropical cerca de la costa a congelarte de frío en los alrededores del Mulhacén

Granada ofrece, entre otras cosas, uno de los rincones favoritos para los que le gusta practicar los deportes en la nieve, Sierra Nevada. Pero también podrás contemplar las cumbres nevadas desde la Alhambra o perderte en un rincón gélido y pintoresco de la ciudad, en plena Alpujarra Granadina. Sin ninguna duda, hay lugares a los que todo les sienta bien y el blanco la nieve, en Granada, no iba a ser una excepción.

Espot, Lleida

Este municipio de montaña pirenaico, al noreste de la ciudad de Lleida, es un paraíso invernal. Se extiende por el valle de Espot hasta el Parque Nacional d’Aigüestortes. Debido a la nieve, el espíritu navideño se respira en cada esquina, es un lugar hogareño que transporta a la niñez a todo el que lo visita. En esta época del año se cubre de nieve, las ventanas y las casas se iluminan y, su mayor atractivo, es que este pueblo no está repleto de turistas. 

Además, la estampa de la sierra de Els Encantats, con el pico Gran Encantat de 2.745 metros delante del lago de Sant Maurici, es emblemática. Espot es un lugar al que el blanco le sienta muy bien.

Canfranc, Huesca

Este pueblo fronterizo con Francia que, gracias a su situación geográfica, cuenta con mucha historia es un entorno increíble rodeado de 300 kilómetros de montaña, angostos barrancos y caudalosos torrentes. Además, son muchos los esquiadores que hacen una parada en la localidad, ya que muy cerca de Canfranc se encuentran las estaciones invernales de Astún y Candanchú.

Sin duda, la Estación Internacional de Canfranc es el edificio insignia de este lugar, inaugurada en las primeras décadas del siglo XX, es un bellísimo ejemplo de la arquitectura industrial de la época y que, durante el invierno, se cubre de un color blanco que le da una gran elegancia.

Parque Nacional del Teide, Tenerife

¿Nieve en Canarias? Efectivamente, cuando bajan las temperaturas, el pico más alto de España, el Teide, se cubre de un bello manto blanco que es toda una maravilla para nuestros ojos. Aquí no vas a encontrar una estación de esquí, pero sí un lugar muy instagrameable y que te dejará unas fotos para el recuerdo. 

Además, Tenerife tiene la ventaja que, a medida que desciendes hacia la costa, disfrutas de un clima totalmente diferente. En unos pocos kilómetros puedes dejar los guantes en el coche y ponerte el bañador para disfrutar de un chapuzón en la playa.

Valle de Arán, Lleida

En los Pirineos de Lleida, se encuentra el valle de Arán, cerca de la estación de esquí más grande de España, Baqueira Beret. En este valle encontrarás pueblos pintorescos, como el de Vielha o Arties, llenos de edificios caracterizados por su arquitectura románica y gótica que, con la nieve, se vuelven aún más bonitos. El Val d’Arán es un lugar donde se pueden realizar una gran cantidad de planes en invierno, rodeados de 620 kilómetros cuadrados de extensa vegetación que alcanza alturas por encima de los 2.000 metros. 

Esta localización tiene un importante conjunto de monumentos artísticos y una gastronomía tradicional, como la olla aranesa, que te harán entrar en calor frente al frío.

Navacerrada, Madrid

Madrid es una ciudad que reúne una gran cantidad de planes con la llegada del invierno y, además, es de esas ciudades a las que le sienta fenomenal esta época del año. En Madrid, si buscamos la nieve, hay un lugar que tiene una privilegiada ubicación: Navacerrada. Este lugar que tiene una gran variedad natural, es uno de los lugares preferidos tanto de madrileños como de turistas de todas partes de España. 

En Navacerrada podrás disfrutar de paisajes como La Dehesa de la Golondrina, el Valle de la Barranca y el Valle de la Maliciosa, practicar actividades como el senderismo y, además, una gran cantidad de deportes invernales. 

Ochagavía, Navarra

¿Quieres conocer el auténtico espíritu del invierno? Ochogavía, localizado en el norte del Valle de Salazar, es considerado el lugar más bonito del Pirineo Navarro, gracias al gran cuidado del entorno natural. Una de las excursiones imprescindibles, y más en esta época del año, es la Selva de Irati que se sitúa en los límites de la zona. 

La arquitectura del siglo XI; los tejados de pizarra cubiertos de nieve y los puntos de interés turístico como la Iglesia de San Jaun Evangelista, construida en el siglo XII, le otorgan a este lugar un encanto especial.

Sierra de Gredos, Ávila

Durante el invierno, la nieve está garantizada en el parque regional de la sierra de Gredos, a cincuenta minutos en coche desde Ávila ciudad, y a dos horas desde Madrid. En este hermoso territorio, que cuenta con picos de más de 2.300 metros de altura y un paisaje modelado por la erosión glaciar, encontraremos lagunas naturales, gargantas, riscos y una gran variedad de flora. 

Los paseos por los alrededores de Hoyos del Espino, Navarredonda de Gredos y El Barco de Ávila no dejan un estampa para el recuerdo. Como hemos comentado, en invierno en sus pueblos suele caer mucha nieve por lo que se transforma en un pueblo navideño.