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Ya veo que por los pelos no llego a coger la nieve en la capital almeriense amigo CARAPAPA, seguro que para la próxima abra mas suerte y se podrá practicar el esquí en la rambla sin ningún problema, mientras tanto abra que conformarse con el esquí acuático que tampoco esta nada mal. Un abrazo para Almería desde el Niu esquiando sin parar.

Amigo AVE, aprovecha ahora que tienes nieve y pégate unos descensos o con el plástico que también se disfruta jjjjj. Aquí siempre que viene, que lo hace unas cuantas veces cada invierno, se queda en la puerta, parece que le da corte entrar. Cuando no le dio corte fue en 1933 que estuvo nevando tres días sin parar y se acumularon treinta centímetros, eso dicen las crónicas de la época, desde entonces de Sierra Alhamilla no pasa. A mi me da que algo le dijeron o le hicieron que no le gusto mucho, porque ya que llega hasta aquí abajo podía andar cinco o seis kilómetros más, pero no, eso es por algo. Saludos para el Niu.

Si yo fuera nieve, entre tanta lanza puntiaguda y ese grandilocuente misil caido de no se dónde y por no se qué motivo, me pensaría cuatro veces el dar un paso al frente o no, amigo Carapapa..probablemente no y además, recortes y tricortes aparte, el brochazo de blanco queda mucho más bonito como está, no lo dudes (tanto, que me ha parecido ver un nuevo Santiago chileno en él). Piensa que la naturaleza sabe algo más que tú y por eso y por mil cosas más, por tratar de complacer a los nievevidentes se podría ocasionar un fuerte desequilibrio en el ecosistema de males mayores, en una zona tan supersensible como ésa que pisas , jaja Yo me quedaría calladito y a darle fuerte al patín por la rambla, Un abrazo hasta la Alcazaba y vamos ya con buen viento.

Claro que si amigo salta, al patín le pego de muerte y con agonía rambla arriba, ya que pabajo voy hasta sin manos y mirando al tendido para hacerlo mas difícil jjjj, pero no estaría mal de vez en cuando desempolvar los “Rossignol” y hacerse un slalom entre las lanzas “Sarisa” que tu ojo perspicaz ha descubierto a pesar de tenerlas de tapadillo, que después de perder su efectividad los regidores capitalinos compraron cientos de ellas a precio de saldo, les engancharon una lámpara y puestas están en su nuevo cometido. Es muy posible que tengas toda la razón del mundo cuando dices lo de si fueras nieve, y mejor dejar las cosas como están ¡¡¡Si!!!, pero yo no me voy a callar y voy a pedir nieve para la rambla hasta hacerme tan pesao de aburrir a la mismísima Virgen de las Nieves, que según parece tiene mucha mano es este tema. Un abrazo va pa Murcia después que hoy ha caído agua para llenar los pantanos y dejar a las eléctricas sin excusa para que bajen la tarifa. ¡¡Que jeta tienen!! menudo calambrazo les pegaba en las ingles.

Pues tiempo tenemos... y paciencia también; así que nos entretendremos con otras cosas hasta que llegue el momento de ver al amigo Carapapa con los esquíes por la Rambla. Una imagen insólita que nos gustará mucho ver... con eso tan moderno llamado selfie (con palo incluido) nos hará muy felices a todos. Feliz fin de semana y un abrazo para Almería desde Madrid-Río.

Le voy a contar una historia real como la vida misma d.Carapapa, tan real que todos los protagonistas tienen nombre y apellidos, una historia de la que estoy seguro le sorprenderá y con la que sentirá identificado. La historia se inicia hace unas décadas en un barrio de Almería que usted y yo conocemos, donde una pandilla de zagalicos eran felices jugando en las calles - Almería era un pueblo grande en aquellos años - pegando la nariz en el escaparate de la tienda de juguetes de Alfonso, o soñando con comerse todos los pasteles de la confitería Once de Septiembre. Éramos expertos en hacer pompas con los chicles bazoka, unas pompas que en ocasiones nos explotaban sobre la nariz y arrastraba los mocos acumulados en ella - sobre todo cuando estábamos resfriados - lo que nos aportaba una gran cantidad de vitaminas y nutrientes muy saludables para nuestro organismo. Nos gustaba mucho recorrer las huertas cercanas para comprobar que las naranjas o los higos estaban en su punto óptimo para el consumo, una labor que nunca fue reconocida por los agricultores ya que nos perseguían con la vara en la mano, y acordándose de nuestra familia más cercana. En aquellos años corría un rumor que contaba, que el último moro que abandonó la Alcazaba escondió un gran tesoro en alguna cueva junto a ella. En cuanto la pandilla tuvo noticias de aquel tesoro se pertrechó con linternas y buscó por todas las cuevas que encontraron cerca de la Alcazaba, la misión terminó con el más absoluto fracaso, ni rastro del tesoro, nuestros sueños de riqueza acabaron entre telarañas y con la cara llena de churretes por el sudor y el polvo, nuestra decepción la combatimos comiendo las vinagreras que crecían por la zona, que final más decepcionante, en vez de encontrar el oro y las joyas y comer delicatessen en restaurantes de lujo, terminamos comiendo las humildes vinagreras, que injusta y frustrante es la vida pensaba toda la pandilla. Había una frase a la que temíamos más que a una vara verde, cuando después de alguna travesura - yo las coleccionaba - te decían: Hoy estás castigado, por eso no se te ocurra pasar del tranco de la puerta. Recuerdo que me sentaba en él viendo pasar la vida sin poder participar en ella, contemplar a mis amigos como se iban a jugar mientras yo me quedaba en las más absoluta desdicha. Recuerdo cuando usted y yo íbamos al IES Celia Viñas, junto a la rambla, o cuando yo - por mi torpeza - iba a clases de repaso con D. José "el aceitero". Aquellos mozalbetes guardamos "memorias compartidas", éramos el "alma del barrio" porque disfrutamos de los "años vividos" de "ayer y siempre", y porque sus vidas fue como una "guía sentimental de una ciudad llamada Almería". Un día la vida ubicó a aquellos zagalicos en distintos puntos de nuestro país, unos se dedicaron a viajar para descubrir nuevos países y formas de vida, otros en cambio, decidieron seguir en esta ciudad para contar su historia y la de sus gentes. Esta historia real es mi pequeño homenaje a aquel grupo de niños de nuestra generación - somos de la misma quinta - que soñaron en su ignorancia cambiar el mundo, de momento no lo han conseguido pero están en ello. Y de usted d.Carapapa, y yo, que formamos parte de aquella pandilla y que conocimos la felicidad por las calles de Almería, por los sueños y esperanzas compartidas. No se si será por estar rodeado de nieve, aquí hay mucha y hace mucho frío, o porque me he bebío una garrafa de pacharán, pero el caso es que hoy estoy de una nostalgia insoportable, pero me reconocerá que tengo una memoria porcima de la media de la comunidad europea. Espero que no le ponga un solo pero a mi historia. Saludos compañero................nunca mejor disho

Ha conseguido contagiarme la nostalgia, cago en la leche, no anduvimos muy lejos en nuestras hazañas y travesuras, puesto que recuerdo los naranjos pasada la carretera de ronda a la altura de Paco Aquino donde se encuentra la ciudad de la justicia, y un poco mas allá por un callejón con bancales a izquierda y derecha plantados de habas en su época, y en otra de panochas que llegaban hasta un convento de monjas o algo parecido, un callejón que cuando llovía nos cortaba el royo porque se formaban unos charcos que era imposible pasar, solo los carros, se acuerda de los carros con el carrero sentado de laillo en uno de los brazos donde se enganchaba el mulo arreándolo con una vara? a que se acuerda, y al final del callejón por donde ahora está el carrefur, unos cortijos sembrados de papas y otros de tomateras con frutales al rededor de los bancales, recuerdo perales, albaricoqueros, ciruelos y unos manzanos muy pequeños con un fruto mas pequeño que una pelota gorila ¡¡Si!! aquella maciza de color verde que venía con los zapatos, por cierto, nunca tuve una nueva, siempre de segunda mano jajaja, ganada a los montones o cambiada por TBOs, porque eran zapatos caros y en mi casa no se podía, también he corrío con los bolsillos llenos de albaricoques y ciruelas verdes delante del cortijero de turno tirándonos piedras con la honda. También lo he hecho huyendo de los carabineros del puerto cuando nos bañábamos en la escalinata real o en el morro. Una tarde en el morro ya puesto el sol, uno de ellos me tubo debajo de una defensa para los barcos con el agua por la barbilla -para mi una eternidad- ya que a la voz de alarma jjjjj no me dio tiempo salir del agua y me escondí allí, él sabiendo donde estaba se sentó en el noray y pasado un buen rato me dice, venga sal de ahí que te va a dar una pulmonía, sal que no te voy hacer na, vamos, pero corriendo que te están esperando tus amigos en la escalinata, se portó el hombre y me dejó ir. Pero con quien ma dejao to sorpredio y quieto parao es con el “aceitero” -lo tenía olvidado de mis archivos mentales- qué mala fama tenía, que malo, gracias que un verano por muy poco no me metieron ahí, pero no me libré, fui a otra en Alcalde Muñoz junto a la serrería Almeriense que no sé quien era mas canalla. Al aceitero lo recuerdo en la puerta de la academia -que como recordará era su casa- tan grande y barrigón que ocupaba toda la puerta con la chaqueta llena de manchas, cuando no estaba sentado en una silla y siempre con una bareta en la mano, igual no, estoy confuso porque creo tener menos memoria que ustée dontonio, ya que no recuerdo en qué calle estaba, tengo un vago recuerdo que la sitúo en la calle antes del puente de la avenida de la estación o puente de hierro que, seguro en alguna ocasión andaría debajo mirando por los agujeros ¡¡picaruelo!! En ocasiones al pasar por la puerta de la academia con el Luis, el Jesús y el Paquito, al llegar a la ventana -la típica almeriense enrejada hasta el suelo- meternos con los que estaban dando clase, salir él y con una voz muy ronca decirnos -os conozco y se lo voy a decir a vuestros padres- joder que tiempos. Y por último, que no definitivo, temo decepcionarle al decirle que estaba en el Nicolas Salmeron allá por Ciudad Jardín, teniendo que cruzar las vías del tren cuatro veces al día subiendo y bajando por los vagones de mineral …. Y hablando de nieve, en uno de esos trenes que venían de Alquife la vi por primera vez, y en que mala hora, porque hice “novillos” con los ya mencionados y me puse perdío de barrillo de mineral que estaba debajo de la nieve, me dieron la del pulpo y el tranco de la calle no lo vi en una temporáa. En fin, pa escribir cuatro o cinco tomos, y este relato está un poco suavizado porque no es todo lo que era jajajaja.

Amiga carmen te he hecho caso y me he esforzado en pasar un fin de semana feliz como era tu deseo, pero la cosa no ha dado para tanto y lo he resuelto como un finde normalico tirando para bien. He gastado todo el tiempo en pensar que tipo de pista haré en la rambla, si de slalom o descenso alpino, para que cuando nieve esté todo planificado y hacerlo cuanto antes, porque la nieve durará un parpadeo y espero me de tiempo de hacerme un reportaje de fotos, pienso que me será difícil por necesitar una tercera mano, pero no adelantemos acontecimientos y ya estudiare el caso con detenimiento, porque para cuando esto suceda tengo tiempo de sobra jajajaja. Un abrazo

Yo creo que lo debes dejar tal y como está, que está bonito, y no dar ideas Carapapa, por si las moscas, y si la cuestión es esquiar, te vienes pal norte, que en un abrir y cerrar de ojos, preparamos unos plásticos fuertes, (lo siento, pero aquí una, no tiene esquís), te sientas encima, lo agarras bien por delante y verás que caña cuesta abajo!!!. Esto lo he hecho alguna vez que otra y no me he roto nada, solo que el pandero, acaba un poco resentido, jaja….. Decirte que el Luci, ha recibido tu guasá. Está muy ocupado poniendo la caldera en orden y me ha transmitido que investigará el caso de las Ramblas por su cuenta y que te mantendrá informado…. Y nada más... Pasa un buen fín de semana amigo. Un fuerte abrazo desde tierras palentinas.

La respuesta no la puedo demorar porque se avecinan tiempos revueltos. Como sabia que eres amiga PILAR, no puedo hacer otra cosa que darte la razón y seguir tu consejo a saco y a pies juntillas, voy a dejar todo como está porque la nieve duró na y menos, también porque si me dices ven, yo voy, si me dices paga esta ronda, yo pago jajaja. El amigo Luci se ha echo fans de un impresentable y como es envidiosillo por naturaleza, (porque como sabes, en su momento quiso tener el mismo poder que Dios) ahí está tocándole los pinreles al amigo catalan de la provincia de Almeria, de la misma manera que está haciendo su nuevo ídolo con el resto del mundo, y eso que le advertí de que “a quien mal árbol se arrima, mala sombra le cobija” y el muy cipollo a hecho de su capa un sallo, que haga lo que quiera, pero que a mi no meta en follones-ones. Amiga Palentina de Palencia, un placer como siempre leer tus comentarios y encantao de contestarlos.

Bueno amigo mio, tanto en Madrid como en Barcelona de vez en cuando (muy de vez en cuando) nieva eso si por lo menos en Madrid se lia una muy gorda con los coches que nos acordamos durante mucho tiempo. Un abrazo

Feisimo domingo ventoso tenemos por aquí abajo amiga Arce. Nos faltará nieve, frío y lluvia, pero viento tenemos para regalar. Podríamos hacer un trueque, damos viento a quien no tenga o le guste tenerlo a cambio de todo lo demás, y ofrecemos un dos por uno+oferta+rebajas, lo que se dice un chollo, si te enteras de algo nos avisas. Gracias por el comentario y un abrazo va para Madrid, creo que tardará un poco por llevar viento contra.

Muy buenas noches Carapapa!!!!! Como estás amigo almeriense????..... Te envío un SOS, para que contestes......... Espero que estés bien. Hace mucho que no sabemos de tí... Un abrazo desde la tierra palentina.