Fotos

desde las tierras brasileñas las vistas son más espectaculares. Cuando contemplas este maravilloso espectáculo se te olvida que sigues con la boca abierta en clara señal de sorpresa y admiración, todos tus sentidos intentan captar hasta el último detalle sabiendo que estas ante un espectáculo único e irrepetible, en cualquier otro lugar del mundo. Una de las imágenes muestra el mayor salto de agua de las Cataratas de Iguazú (82m.), llamado la Garganta de Diablo, y cuenta la leyenda que refleja el amor entre una princesa y un principe guaraní, una relación que desató la envidia del Diablo, quién transformó a la mujer en cascada y al hombre en la vegetación que la rodea para condenarlos a una eternidad en la que se pudieran ver pero sin tener contacto. El Diablo no contó con el milagro que produce la naturaleza cuando las gotas de agua son atravesadas por los rayos de sol, momento en el que se produce el arco iris. Cuando contemplé un inmenso arco iris que salia del agua de las cataratas y llegaba hasta la vegetación que rodea Iguazú, supe que los enamorados se estaban acariciando. Contemplar esta belleza natural es algo inolvidable, pero el subidón de adrenalina lo tienes cuando te acercas en una lancha neumática a la caída de las cataratas, ver como un océano se te viene encima con un ensordecedor rugido, la gente gritando por la impresión que da ver como se te viene encima una cortina de agua que te pone chorreando, hacen de ese momento una experiencia impactante e inolvidable.