2024 no sólo fue el año más cálido: también batió el récord de precipitación

El 2024, el año más cálido del registro ha sido también un año de precipitaciones récord seguramente por el aumento de la evaporación

Mario Picazo

2024 ha sido el año más cálido del registro, pero también de mayor precipitación. Este mes hemos sabido gracias al Proyecto de Climatología de Precipitación Global, que en el apartado de precipitaciones la media global ha superado el anterior récord establecido en 1988.

En todo el año, se han recogido de media 2.9 milímetros de agua por día. Quizá suena a poco, pero se trata de un dato diario promediado para todo el planeta. La cantidad es un 3% mayor que la media del registro iniciado en 1983. 

Con ese valor confirmado, sabemos que el año 2024 es ya el más lluvioso de la serie global por encima de otros que han experimentado copiosas precipitaciones. A priori, habría que pensar que siendo 2024 el año más cálido, la atmósfera tendría mayor capacidad de almacenar vapor de agua para generar precipitación.

El calentamiento de los océanos y el consiguiente aumento de la evaporación detras del aumento de las precipitaciones a nivel global en 2024. foto:Unsplash

Atmósfera y océanos más cálidos pueden alterar la precipitación

Robert Adler de la Universidad de Maryland, uno de los investigadores del estudio, considera que en un planeta más cálido la atmósfera contenga más humedad y aumente la cantidad de evaporación del océano y la tierra. Sin embargo, la temperatura y las precipitaciones no siempre van a la par.

Según Alder, mientras la temperatura global aumenta de forma continua, las precipitaciones globales son prácticamente constantes. Eso sí, tienen un grado bastante alto de variación de un año a otro. Hay años más húmedos como 1998 y 2016, que se han asociado con El Niño en el océano Pacífico. Cuando se juntan el calentamiento de origen humano con este fenómeno los valores de precipitación suben.

Aunque 2024 si vio la presencia de un debilitado El Niño los primeros meses del año, luego desapareció.  Por eso, para los expertos, es llamativo que el año pasado fuera más lluvioso de lo habitual. Posiblemente haya otros ingredientes que han forzado el aumentado de las precipitaciones a nivel global y habrá que profundizar más.

Diferencia entre la precipitación media anual global del promedio entre 1983 y 2024
gráfico: Robert Adler y Guojun Gu/Universidad de Maryland

Cambiando el ciclo hidrológico en un planeta cada vez más cálido

Los océanos han sido los grandes protagonistas este pasado 2024 por las persistentes anomalías positivas de temperatura que han mostrado. Esas temperaturas oceánicas con valores elevados a lo largo del año, sin duda amplificaron la evaporación. 

El registro también muestra una correlación entre esos puntos calientes del océano y las elevadas precipitaciones registradas. Las altas temperaturas de la superficie del mar el año pasado se superpusieron con áreas que registraron precipitaciones superiores a la media, como son la región del Caribe y el océano Índico. 

Otro experto en el tema, David Pierce, del Instituto Scripps de Oceanografía en California afirma que en general, se espera un aumento general del ciclo hidrológico a medida que el planeta se calienta. Por lo tanto, lo sucedido este pasado 2024 de alguna manera refleja los cambios que pueden llegar en un futuro a medida que se calientan nuestros océanos.

Tendencia de las precipitaciones durante 1983-2023 y anomalías de precipitación anual en 2024.
mapas: Robert Adler y Guojun Gu/Universidad de Maryland

Récord de precipitación con una distribución desigual

2024 nos deja un dato de precipitación récord, aunque cuando miramos los registros a nivel regional la distribución es desigual. En gran parte de América del Sur y algunas zonas del oeste de América del Norte se registraron condiciones más secas. Mientras, el sudeste asiático y el centro de África fueron más húmedas de lo normal. 

Como llevan anunciando los expertos desde hace ya varios años, el Cambio Climático hace que las zonas lluviosas lo sean más, y que las secas experimenten condiciones más secas aún. A este escenario Adler añade que “Si sigue así, significa que lo que ocurrió en 2024 ha reforzado la tendencia a largo plazo”. 

El aumento de las temperaturas también está haciendo que los episodios de lluvias e inundaciones extremas sean más probables. Al mismo tiempo las sequías en otras regiones son más intensas y duraderas. Los cambios repentinos entre estos extremos húmedos y secos, conocidos como ¨latigazo climático¨, también son cada vez más frecuentes.

Esas fluctuaciones meteorológicas cada vez más extremas que vivimos están siendo más frecuentes. Estos días hemos visto las playas de Florida cubiertas un buen manto de nieve, mientras los incendios de California arrasan como nunca amplias zonas de vegetación. Situaciones extremas que en este nuevo clima que va llegando parece serán cada vez más frecuentes.