4.000 meteoros cruzan el cielo de España cada año

Cada año, aproximadamente 4000 meteoros recorren el firmamento de España, dejando estrellas fugaces y bólidos como resultado.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Con la lluvia de estrellas líridas 2022 a la vuelta de la esquina, es interesante conocer un dato. Y es que, cada año, unos 4.000 meteoros surcan el cielo de España, dejándonos fenómenos visibles que pueden resultar muy llamativos. Algo que permite poner en perspectiva la cantidad de material que entra en la atmósfera terrestre

¿Qué son las estrellas fugaces?

Lo cierto es que las estrellas fugaces suceden de forma casi constante en el conjunto de la Tierra. La mayor parte pasa completamente desapercibida porque tienen lugar lejos de zonas habitadas. Hay que recordar que las dos terceras partes del planeta están cubiertas de agua.

Es decir, lo más probable es que una estrella fugaz tenga lugar en alguna región del océano. Esto quiere decir que, por tanto, la cantidad de meteoros de los que podemos tener constancia, en un momento dado, será mucho más limitada.

Cada año, unos 4000 meteoros surcan el cielo de España.

Hay que recordar que una estrella fugaz es, en realidad, una pequeña partícula que se desintegra en la atmósfera, a gran altura. Por lo general, esas partículas no son mayores que un grano de arena, pero viajan a una velocidad enorme.

meteoros
Las Perseidas, en 2010, sobre el Telescopio Muy Grande, en el desierto de Atacama, en Chile. Crédito: ESO/S. Guisard

Esto provoca que, al adentrarse en la atmósfera terrestre, la fricción con la atmósfera provoque que alcancen temperaturas enormes y se desintegren mientras brillan con fuerza. Todo el proceso tarda apenas un instante.

Lo cierto es que es una buena oportunidad para poder distinguir qué es un meteorito y qué no. Las partículas de polvo y roca cercanas a la Tierra, con un tamaño muy inferior al de los asteroides (que por lo general suelen tener al menos, unos pocos metros de diámetro), son meteoroides.

Si alguna de esas partículas entra en contacto con la atmósfera de nuestro planeta y brilla, nos encontramos ante un meteoro. Si ese meteoro sobrevive, y llega a impactar en la superficie de la Tierra, lo que tenemos es un meteorito.

Algunos meteoros pueden ser muy brillantes

Así que, en realidad, una lluvia de estrellas es una lluvia de meteoros, porque estamos viendo fragmentos que entran en contacto con la atmósfera y se desintegran. Generalmente, comienzan a brillar a una altura de decenas de kilómetros sobre la superficie.

Teniendo en cuenta la diferencia entre meteoros y meteoritos, es fácil ver por qué la primera es muy interesante y la segunda una mala noticia. Una lluvia de meteoritos sería preocupante. Pero esos meteoros no son idénticos entre sí.

Algunos pueden ser más grandes y otros más pequeños. De modo que no todas las estrellas fugaces tienen el mismo brillo. De hecho, si un fragmento es particularmente grande, nos podemos encontrar con una estrella fugaz que brilla mucho y dura más de lo habitual.

Concepto artístico de un asteroide cercano a la Tierra. Crédito: NASA

A este tipo de estrella fugaz se la conoce como un bólido. Los bólidos son espectaculares, llegan a brillar con tanta fuerza que, durante un instante, parece que se haga de día. Son mucho más raros que las estrellas fugaces ordinarias.

Por lo que, si vemos una estrella fugaz, estamos observando un fenómeno que resulta relativamente habitual (especialmente durante una lluvia de estrellas). Pero, si tenemos la suerte de ver un bólido, estaremos observando algo mucho menos frecuente.

A esto hay que sumarle otro aspecto. No todas las estrellas fugaces tienen el mismo color. En función de la composición del fragmento, brillará con uno u otro color. Si es rico en nitrógeno u oxígeno, brillará en tonos rojizos, por poner un ejemplo.

¿Cuánto material cae en la Tierra cada día?

La NASA calcula que, aproximadamente, cada día la Tierra es bombardeada por unas 100 toneladas de partículas diminutas. Apenas una vez al año, un meteoro, con un tamaño equivalente al de un coche, se desintegra en la atmósfera creando un bólido enorme.

Por lo general, las rocas de menos de 25 metros de diámetro se desintegrarán al entrar en la atmósfera terrestre, provocando pocos o ningún daño. Los asteroides de más de 25 metros, con tamaños de hasta 1 kilómetro, pueden provocar destrucción a nivel local.

Pero la frecuencia de ese tipo de impactos es baja (cuanto más grande sea el objeto, mayor es la cantidad de tiempo entre impactos). Por lo que no es algo que deba quitarnos el sueño. A fin de cuentas, no se espera ningún impacto de un gran asteroide en, al menos unos 150 años.

lluvia de estrellas draconidas octubre

Hace solo unos días, la Red de Investigación de Bólidos y Meteoritos (SPMN), que depende del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) informó de la detección de un bólido visible en partes de Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Islas Baleares, Navarra, Murcia y sur de Francia.

Entró a una velocidad de 97.000 kilómetros por hora y su brillo se desvaneció por completo cuando el bólido todavía estaba a 45 kilómetros sobre la superficie. Su origen, según la propia red, podría ser un pequeño fragmento de un cometa.

Aproximadamente, cada año detectan unos 4.000 bólidos que sobrevuelan el territorio nacional (incluyendo las Islas Canarias). Sin embargo, en su listado incluyen solo los fenómenos más representativos. Es decir, aunque pueda parecer que no, el firmamento es un lugar de lo más ajetreado.