La atmósfera sobre España nunca tuvo tanta agua: así se explican las lluvias más intensas
El contenido de agua precipitable en la atmósfera está en máximos históricos en Europa occidental desde que hay datos disponibles
Roberto Granda
Durante los últimos años hemos visto una y otra vez situaciones donde las precipitaciones muy intensas, incluso torrenciales, se han repetido una y otra vez en España. Las inundaciones, destacando la situación de octubre de 2024, han sido recurrentes. Detrás, una realidad evidente: nunca habíamos alcanzado el actual nivel de agua precipitable sobre Europa occidental.
La traducción directa de una mayor cantidad de agua precipitable en la atmósfera es evidente: las precipitaciones, de darse, pueden ser más intensas de lo que lo eran cuando teníamos menos agua disponible.
Tal vez interese:
- –Agua potable: qué es, características, proceso de potabilización y su importancia
- –Descubren un océano oculto de agua dulce bajo el Atlántico
- –Desaladoras: qué son, cómo funcionan y su importancia en el abastecimiento de agua
- –Aguas subterráneas: qué son, por qué son importantes y cómo protegerlas
El agua precipitable: la métrica para medir «cuánto puede llover»
Primero de todo, ¿qué es el agua precipitable? A nivel meteorológico, el agua precipitable se define como la cantidad de agua que tendríamos si toda la que estuviera disponible en una columna atmosférica precipitase.
Dicho de otra forma: si el contenido de agua precipitable en la columna es de 20 mm, quiere decir que podrían caer 20 mm si toda ese agua precipitase. Así de simple.
Así pues, es una métrica muy útil desde el punto de vista predictivo, ya que nos permite deducir cuánto puede llover, especialmente en situaciones convectivas donde hay mayor potencial para aprovechar el agua de toda la atmósfera.
Si el valor es muy elevado, y hay una situación potencialmente inestable, se puede inferir que las precipitaciones van a ser intensas y copiosas, probablemente con carácter fuerte a torrencial si hablamos de tormentas.
Así pues, ¿qué pasa con esta métrica? De acuerdo a los datos de los reanálisis, desde 1940 hasta el año 2024, una dura realidad aflora: nunca antes habíamos tenido tanta agua disponible en la atmósfera. Y esto, indudablemente, guarda relación con el cambio climático.
Valores de récord
Los datos del reanálisis ERA5 del Centro Europeo indican que el agua precipitable no había alcanzado nunca valores tan elevados. Si computamos el valor promedio anual, y analizamos su evolución, considerando además la media móvil a 10 años, los datos son claros.
El año 2024 marcó, de hecho, un máximo absoluto: 18.191 kg/m². Es decir, casi 18.2 mm de valor promedio anual. Si comparamos esto con lo que teníamos, por ejemplo, en los años 50 o 60, vemos que entonces los valores apenas llegaban a 16 en el mejor de los casos.
Esta subida del agua precipitable es consecuencia directa del cambio climático: la subida de temperaturas implica una mayor evaporación de agua. Al ocurrir, ese nuevo agua disponible se desplaza vertical y horizontalmente, y con ello, la atmósfera se encuentra cada vez más cargada de humedad.
Así pues, si bien hacen falta estudios específicos, todo parece indicar que el potencial de precipitaciones intensas es cada vez mayor, puesto que cada vez hay más agua disponible. No es de extrañar, pues, que estos últimos años hayamos visto situaciones de lluvias muy intensas de forma recurrente.