Aprovechando el metano de los vertederos como fuente de energía

Los vertederos emiten grandes cantidades de gases como el metano cada año, pero un reciente estudio aporta soluciones para aprovechar el gas y así reducir su impacto.

Mario Picazo

Mario Picazo

El metano es uno de los principales gases de efecto invernadero y uno de los que más contribuyen al calentamiento global. La información que se maneja en la actualidad refleja algo muy importante: una de las principales fuentes de este gas son los vertederos.

Los expertos que lo miden y estudian proponen que se aproveche más como potencial fuente de energía.

Vertederos convertidos en auténticos ecosistemas

El ritmo de vida que lleva la mayoría de la población del planeta se traduce en millones de toneladas de desechos sólidos cada año. Cerca del 70% acaban en vertederos. Allí se descomponen lentamente emitiendo gases que ayudan a calentar el planeta. 

Cerca del 70% de los residuos sólidos acaban en vertederos.

Convertidos en ecosistemas, los vertederos viven una intensa actividad microbiana. Los microorganismos se alimentan de los desechos, transformándolos en productos como el metano y el dióxido de carbono.

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Los humanos generamos una gran cantidad de residuos sólidos a diario y cerca del 70% acaba en vertederos. Fuente imagen: Pixabay

Por lo general, la mayor parte del metano liberado por los microorganismos en un vertedero se captura como biogás. Posteriormente, se quema (convirtiéndolo en dióxido de carbono). 

Esto supone una solución a corto plazo para limitar el impacto directo del metano. Sin embargo, no elimina el de las emisiones de gases de efecto invernadero que proceden de estas chimeneas de basura.

Para buscar soluciones que marquen la diferencia, expertos de la Universidad de Arizona han publicado un estudio. En él proponen que todo el metano emitido de los vertederos se transforme en combustibles o electricidad. También han propuesto que se use por ejemplo para calentar edificios.

Un buen uso de las emisiones de metano y dióxido de carbono

La captura y el uso de gases generados en los vertederos puede ayudar a frenar el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero. Y, por lo tanto, el calentamiento global.

Los proyectos que hoy en día se plantean en torno a esto supondrían una importante fuente de ingresos. No sólo eso, sino que, al mismo tiempo, generarían puestos de trabajo.

Para optimizar el método, hay que entender mejor el comportamiento de estos microorganismos productores de metano. Con ello, esperan mejorar la manera de capturar el gas. Así, se aprovechará al máximo y se minimizará su impacto.

En la actualidad, los microorganismos que degradan los desechos sólidos urbanos generan gases de vertedero. De estos, aproximadamente un 50% es de metano y el otro 50% de dióxido de carbono.

Estas emisiones equivalen a las producidas por 22 millones de coches conducidos durante un año.

En 2019, los vertederos de residuos sólidos municipales aportaron más del 15% de las emisiones de metano. El dato representa la tercera mayor fuente de emisiones de metano a nivel global. 

De hecho, las emisiones de metano procedentes de los vertederos son el equivalente a unos mil millones de toneladas de dióxido de carbono.

Esto equivaldría (aproximadamente) a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por cerca de 22 millones de automóviles conducidos durante un año.

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Los vertederos son grandes chimeneas de gases de efecto invernadero como el metano o el dióxido de carbono. Fuente imagen: Pixabay

Incrementar las emisiones de metano de los vertederos para su uso como fuente de energía 

De todos los microorganismos, el arquea metanógena, es el verdadero caballo de batalla en el ciclo de producción de metano. Si se entiende al detalle su funcionamiento, los expertos esperan conseguir aumentar la producción de metano.

Sólo en Estados Unidos, el estudio estima que aproximadamente una quinta parte de los vertederos serían adecuados para capturar y procesar metano. Un planteamiento que puede hacerse realidad siempre y cuando no haya limitaciones económicas a la hora de invertir en la tecnología adecuada.

El aumentar la producción de metano puede servir para crear más electricidad, combustibles neutros en carbono o para calentar hogares. La última opción es particularmente atractiva ya que no se requeriría un mayor procesamiento del metano.

También existe una fórmula para mitigar el impacto que tiene el metano al limitar su producción. Para ello sería necesario modificar las comunidades microbianas de manera que no sean tan activas produciendo el gas, reduciendo así las emisiones.