Así afecta la lluvia a la economía global

Un nuevo estudio relaciona la frecuencia de la precipitación con el desarrollo económico en algunas regiones del planeta. Un escenario que también esta condicionado por el cambio climático.

Mario Picazo

Mario Picazo

A la economía no le va nada bien que llueva. Un estudio publicado en la revista Nature por científicos del Instituto Postdam para la investigación del Impacto del Clima muestra como los días en los que se registra precipitación, el crecimiento económico disminuye.

Los países ricos, son los que sufren más ese impacto en sus respectivas economías y los sectores que más se resienten son los de servicios y fabricación. Además, parece haber una conexión entre el cambio climático de origen humano y el descenso del progreso económico en algunas zonas debido a esas precipitaciones.

Las precipitaciones cada vez más frecuentes e intensas en algunas zonas del mundo afectan El Progreso económico.

El impacto de la precipitación sobre la economía condicionado por el Cambio Climático

Para entender mejor la relación entre la precipitación de un lugar y su impacto en el crecimiento económico se han analizado mas de 1,500 regiones durante los últimos 40 años (1979-2019).

Los resultados muestran como a mayor precipitación menor crecimiento económico. También queda patente que la precipitación ha aumentado en cantidad e intensidad debido al cambio climático, y ese cambio acaba afectando a la economía global. 

A mayor precipitación menor es el crecimiento económico especialmente en los países más ricos del mundo

Pero no solo se trata de la economía y su deterioro, también hay que tener en cuenta el grado de prosperidad y, en última instancia, el trabajo de las personas. Según Leonie Wenz, uno de los principales investigadores del equipo, las economías de todo el mundo se ralentizan debido al aumento de la frecuencia de días húmedos y de precipitaciones extremas.

La precipitación variable determinante de la futura tendencia de los mercados económicos

Hasta la fecha, los principales estudios macroeconómicos relacionados con el impacto climático se han centrado principalmente en la temperatura y han considerado como mucho cambios en las precipitaciones pero en escalas de tiempo más largas de años o meses.  

Pero no toda precipitación es negativa. En algunas zonas, ese aumento anual puede ser bueno para la economía, especialmente las que dependen de la agricultura. Lo que si puede influir en zonas más agrícolas es cómo se distribuye la lluvia a lo largo de los diferentes periodos del año. 

Si el agua o la nieve caen fuera de las estaciones habituales o si se acaba haciendo más intensa, pueden ser también perjudiciales y acabar afectando negativamente a la economía de una región.  Por ejemplo, la intensificación de las precipitaciones diarias resulta ser negativa, especialmente para algunos países ricos e industrializados como Estados Unidos , Japón o Alemania.

Con el aumento de las temperaturas globales también aumenta la precipitación en algunas regiones.

A mayor intensidad de precipitación mayor es el impacto en la economía

Las precipitaciones afectan a la economía, pero si encima son intensas, el impacto es mayor. Lo preocupante es que a medida que se calienta el planeta y se amplifica el cambio climático, el impacto sobre diferentes sectores de la economía global va a ser más patente.

Sabemos que el aire caliente puede contener más vapor de agua que eventualmente se convierte en lluvia. Pero la dinámica atmosférica hace que los cambios regionales que forman parte de los promedios anuales sean más complicados de entender. Lo que está claro es que los extremos de lluvia diarios están aumentando globalmente debido a el efecto aumento del vapor de agua.

Observar de cerca las escalas de tiempo cortas en lugar de los promedios anuales ayuda a comprender mejor la relación entre precipitaciones y economía. El día a día del impacto de las precipitaciones, revelan información muy valiosa sobre el futuro de la economía de un lugar. 

Es fundamental que este afán que tenemos los humanos por quemar combustibles fósiles vaya a menos lo antes posible. Si lo conseguimos, conseguiremos estabilizar el clima, pero también disfrutaremos de una economía más estable que a la larga repercutirá positivamente en nuestra sociedad.