Así aumenta el cambio climático las turbulencias a la hora de volar

La turbulencia severa, la que nos sorprende a todos en pleno vuelo sin previo aviso va en aumento y el Cambio Climático no ayuda.

Mario Picazo

Mario Picazo

Cada vez somos más los que nos subimos a un avión para desplazarnos a algún rincón del mundo. Las largas colas, los controles de seguridad, la perdida de equipaje, son un creciente motivo de preocupación al que se enfrentan los viajeros. A eso, ahora hay que sumar una nueva, que la turbulencia durante los vuelos es cada vez más frecuente. 

A parte de lo que comentan los pilotos, que se pasan horas y horas surcando la atmósfera, la ciencia también ha mostrado que los casos de la llamada ¨turbulencia severa¨, han ido en aumento. Ese incremento se ha notado tanto en vuelos domésticos como en los de larga duración

Este escenario cada vez más común, no es nada agradable para todo aquel que se encuentre dentro del avión, desde el propio pasajero hasta los pilotos o el personal de vuelo. Algunas rutas son cada vez más turbulentas y en ocasiones llegan a causar heridos y situaciones de pánico o ansiedad.

Un tipo de turbulencia difícil de pronosticar

Un grupo de investigadores de la facultad de Ciencias de la Atmósfera en la Universidad de Texas A&M, habla de lo imposible que es hacer una predicción fiable de este tipo de turbulencia en aire despejado. Es casi invisible y a muchos pilotos les sorprende. 

Este tipo de turbulencia es básicamente el movimiento turbulento de masas de aire en ausencia de elementos de observación visual, como las nubes. Se produce cuando diferentes masas de aire se mueven a velocidades muy diferentes, algo conocido como cizalladura vertical del viento.

La turbulencia en aire despejado ha día de hoy es muy difícil de pronosticar lo que hace que los pilotos se encuentre con estas regiones de la atmósfera por sorpresa

Como no hay elementos visuales que ayuden a distinguir este tipo de turbulencia, los pilotos en ocasiones pueden comunicar por radio a otros pilotos que han pasado por una zona donde existe. De esa manera, el piloto que tiene previsto atravesar esa región de la atmósfera puede alertar a pasajeros y tripulación. 

En algunos estudios se ha intentado hacer una predicción estadística de los casos que se pueden dar y donde pueden ser más frecuentes. Aun así, cada caso es independiente y resulta complicado. El cielo, como dice el nombre del fenómeno, esta despejado y no se detecta la influencia de esa turbulencia en nubes u otros elementos visuales que hay en la atmósfera.

La turbulencia en aire despejado ha ido aumentando a medida que el clima terrestre ha ido cambiando.
Foto: Unsplash

El cambio climático está acentuando esta turbulencia invisible  

Los expertos señalan al cambio climático de origen humano como la principal causa del aumento de los casos de turbulencia en aire despejado. El hecho de que siga aumentando la emisión de gases de efecto invernadero modifica las temperaturas tanto en niveles más bajos de la atmósfera como en otras capas más altas.

Gases como el dióxido de carbono o el metano son los que ayudan a atrapar energía infrarroja y calentar el aire en la troposfera, la capa inferior de la atmósfera. Mientras tanto, la estratosfera, el nivel siguiente en altura se enfría

La mayoría de los aviones, sobre todo los que realizan viajes largos, se desplazan por la estratosfera. La fuerza del viento depende de la diferencia de temperatura entre los polos y el ecuador,  y ese gradiente se está reduciendo a medida el calentamiento global funde el hielo polar. 

Como consecuencia, los vientos estratosféricos se han ido invirtiendo, algo que ha llevado a un aumento de la cizalladura del viento y por lo tanto al de la turbulencia. La solución es complicada, dado que atravesar regiones con turbulencias invisibles parece que va a ser cada vez más habitual y no tenemos forma de obtener sus coordenadas. 

Una de las soluciones que proponen los expertos es trazar rutas habituales donde este tipo de turbulencias son menos habituales para conseguir que los vuelos sean más estables. Foto: Unsplash

Nuevas rutas de vuelo para escapar de los cielos turbulentos

Una solución es trazar aquellas rutas habituales en las que no se registra tanta turbulencia de cielo despejado y que los pilotos las usen de la misma manera que un conductor sigue el asfalto de la autopista. 

El inconveniente, es que los vuelos seguramente serán más largos y eso implica un aumento del uso de combustible, más contaminación y como no, precios más elevados a la hora de viajar debido a ese aumento de distancia.

Pero turbulencias aparte, hay otros problemas más contundentes a los que nos tendremos que enfrentar a medida que cambia el clima. Las precipitaciones serán más intensas en algunas zonas y podrían causar más inundaciones. También nos las tendremos que ver con el aumento de las sequías, las tormentas, vientos más intensos, y el aumento del nivel del mar.