Así subestimamos las emisiones de metano del petróleo y gas

El metano, uno de los principales gases de efecto invernadero ha ido aumentando su concentración en la atmósfera durante las últimas décadas. Una de las principales fuentes de emisión del gas son las fugas que se producen a la hora de transportarlo de un lugar a otro. 

Los expertos llevan años insistiendo en la necesidad de mejorar el inventario de emisiones del metano y de otros gases. Una parte del metano que entra en la atmósfera debido a la actividad humana, no se incluye en el dato global de sus emisiones. Un factor que acaba influyendo en el cálculo de su aportación al calentamiento global. 

Se acaba de publicar un estudio que se centra en la fuga de metano asociada con el descubrimiento, extracción y producción de petróleo y gas natural. Estas emisiones de metano generalmente se calculan multiplicando el nivel de actividad de varios procesos que implican la liberación del gas. 

Entre los procesos más importantes hay actividades como el venteo, la quema en antorcha, el procesamiento y combustión en plataformas de producción. También destacan en la lista, la carga de petróleo en alta mar y el transporte de gas por tuberías de alta presión. 

El caso del Reino Unido extrapolable a otras regiones del mundo

El equipo de investigación ha descubierto que los factores de emisión utilizados en los informes del Reino Unido están desactualizados, aunque no es el único país del mundo con ese deficiencia.

Hay investigaciones de la industria no publicadas o no disponibles públicamente, y en algunos informes simplemente se utilizan valores genéricos recomendados por el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático). 

Además, estos factores de emisión suelen ser «estáticos» es decir, que no son sensibles a factores como las condiciones ambientales y los métodos de gestión que también podrían afectar las emisiones de varios procesos industriales. 

En ocasiones, se pueden registrar fugas cuando las plataformas marinas se encuentran inactivas. Esa inactividad, en la actualidad, no se cuenta como fuente de emisión a pesar de que la emisión de metano sigue ocurriendo. 

Ajustando las emisiones de metano a valores reales

El principal objetivo de este estudio ha sido revisar las técnicas de estimación para cada proceso que puede generar metano.  En la medida de lo posible, se han utilizado fórmulas de factores de emisión dinámicas en lugar de estáticas, teniendo en cuenta las diferentes condiciones ambientales. 

También se han hecho medidas directas desde embarcaciones, para obtener concentraciones reales de metano alrededor de las plataformas de gas en alta mar. Es el caso por ejemplo en las principales plataformas de gas que hay en el Mar del Norte. 

Una vez hechos los ajustes con la nueva base de datos, se ha descubierto que la estimación de las emisiones totales de metano son más de cinco veces mayor que las emisiones inicialmente documentadas.

La estimación de las emisiones de metano son cinco veces mayor que las inicialmente documentadas

Según Stuart Riddick, investigador principal del estudio y profesor de la Universidad estatal de Colorado, ¨hoy en día el inventario de las emisiones de metano de las instalaciones en alta mar son en gran parte inciertas¨.

¨Dado que las fuentes en estas instalaciones solo emiten un corto período de tiempo, el uso de métodos de medida como satélites o drones, probablemente solo captura alrededor del 25 por ciento de las emisiones reales¨.

«Para generar un inventario de emisiones de referencia que sea representativo de todo el sector, necesitamos trabajar con la industria para así desarrollar estrategias de prácticas de medición, efectivas y colaborativas¨.

Disponer de datos reales de las emisiones de metano es de vital importancia

Hay estudios anteriores a este que han demostrado que reducir las fugas en la cadena de suministro de petróleo y gas natural puede ayudar a reducir el calentamiento global. Con ello sería más probable que nos acerquemos a los objetivos climáticos establecidos. A la vez, mejoraríamos la calidad del aire en muchas zonas del planeta, algo muy necesario.

El estudio también deja claro que los inventarios de emisiones antropogénicas de metano son demasiado bajas. Con el primer «balance global» del mundo sobre el progreso en la implementación del Acuerdo de París que concluye en 2023, los investigadores argumentan que la medición mejorada de las emisiones merece atención urgente.

Realizar inventarios más precisos de las emisiones de gases de efecto invernadero como el metano, ayudará a controlar mejor aquellos focos de emisión descontrolados. No solo es algo positivo para la industria y el medio ambiente, también es fundamental como herramienta científica para que podamos calcular con mayor precisión los escenarios climáticos del futuro.