Axiom Space va a lanzar datacenters al espacio: ¿Qué significa e implica esto?

La compañía Axiom Space ha explicado que, en este mismo año, tiene previsto lanzar dos nodos de datacenters a la órbita baja de la Tierra. Aunque solo es un primer paso, apunta a una transformación muy interesante de nuestro entorno…

Alejandro Riveiro

La compañía Axiom Space ha anunciado su intención de lanzar, a lo largo de este año, dos nodos de centros de datos a la órbita baja terrestre, en una iniciativa que marca el comienzo de una transformación tecnológica con importantes implicaciones futuras.

El potencial de los centros de datos en el espacio

Este movimiento representa el primer paso hacia el desarrollo de una infraestructura de computación más allá de nuestro planeta. Los dos nodos formarán parte de una constelación de satélites de la empresa canadiense Kepler Communications, cuyo despliegue está previsto para finales de 2025.

Estos satélites estarán diseñados para procesar datos captados por satélites de observación terrestre, mediante el uso de inteligencia artificial y algoritmos de aprendizaje automático. De este modo, será posible filtrar y procesar la información directamente en órbita, enviando a la superficie únicamente los datos más relevantes, lo que reducirá significativamente los tiempos de transmisión.

Actualmente, los satélites deben enviar sus datos completos a estaciones terrestres, donde son procesados posteriormente. Este procedimiento introduce retrasos y limita la eficiencia operativa. La computación en el espacio permitiría una gestión más ágil y segura de los datos, optimizando el uso de la banda ancha y reduciendo la saturación de las infraestructuras terrestres.

Además, al evitar la descarga de datos en múltiples estaciones distribuidas por todo el mundo, se minimizan los riesgos de ciberseguridad, ya que se reduce la exposición a posibles interceptaciones maliciosas durante la transferencia.

La Estación Espacial Internacional. Crédito: NASA

Primeros pasos hacia una infraestructura orbital comercial

Según Axiom Space, estos nodos están diseñados para operar a nivel comercial desde el inicio. La empresa ya ha establecido acuerdos para ofrecer servicios en la nube directamente desde el espacio, consolidando así su estrategia más allá de simples pruebas de concepto.

Cabe recordar que en 2023 la compañía anunció también el despliegue de un datacenter orbital a bordo de su futura estación espacial privada, cuyo lanzamiento no se espera antes de 2027. Con esta nueva iniciativa, Axiom Space refuerza su visión de una computación orbital distribuida y aprovechada incluso para aplicaciones en la Tierra.

Una solución energética y operativa a futuro

Diversos expertos subrayan que el entorno espacial ofrece ventajas únicas para la computación de alto rendimiento, como el acceso constante a energía solar y condiciones ideales para la disipación del calor.

A esto se suma la creciente demanda global de centros de datos, que ejerce presión sobre los recursos energéticos y el uso del suelo en muchas regiones. Llevar parte de esa infraestructura al espacio podría aliviar tensiones a nivel local y favorecer modelos más sostenibles de desarrollo tecnológico.

Los dos primeros nodos, denominados ODC 1 y ODC 2, se integrarán en una decena de satélites de Kepler Communications. Aquellos equipados con capacidad de computación disfrutarán de mayor autonomía operativa, sin requerir supervisión constante desde la Tierra.

Validación tecnológica y retos pendientes

Axiom Space ya ha probado un prototipo inicial en la Estación Espacial Internacional y tiene previsto lanzar próximamente un segundo prototipo, más avanzado, para validar tanto el hardware como el software en condiciones reales de microgravedad.

Su plan a largo plazo contempla el despliegue de una red orbital de centros de datos capaz de responder a las crecientes demandas globales del sector. Esta red se conectará entre sí y con centros terrestres mediante enlaces láser de 2,5 Gbps, lo que representa una mejora sustancial respecto a muchas conexiones actuales, que alcanzan en torno a 1 Gbps.

No obstante, los desafíos técnicos son notables. Las duras condiciones del espacio, en particular la exposición a la radiación, siguen representando un riesgo considerable para la durabilidad de los sistemas electrónicos. Superar estas limitaciones será clave para garantizar la viabilidad del modelo.

Pese a ello, se vislumbra un futuro en el que las operaciones de computación orbital no solo complementen las terrestres, sino que también respalden misiones en la Luna o, a más largo plazo, en Marte. La propuesta de Axiom Space y Kepler Communications constituye un paso firme en esa dirección.