¿Está formándose la «bestia del este»? Bloqueo atmosférico y frío a la vista

Un potente anticiclón sobre Rusia generará mucho aire frío. Si las piezas se colocan bien, una «bestia del este» podría afectar a España.

Roberto Granda

Roberto Granda

La situación atmosférica en España durante las últimas semanas ha estado marcada por el paso de borrascas. Las lluvias tienen ya las horas contadas, y tras un pequeño impás de sol y estabilidad el fin de semana, la atmósfera quiere animarse.

Si las piezas se colocan bien, una gran masa de aire muy frío podría descolgarse hacia Europa. ¿Sería lo que a veces se ha llamado una «bestia del este»?

Las entradas de aire frío continental o siberiano

Podríamos estar ante la primera entrada fría de entidad esta temporada. Sin embargo, ¿cómo se originan? ¿Cuáles son las claves atmosféricas que determinan estas entradas de aire frío? Vayamos por partes.

Para empezar, lo más importante: ¿qué es lo que a veces se llama «bestia del este«? No es más que una entrada de aire frío continental, que en ocasiones puede ser de origen siberiano. Estas entradas se caracterizan por transportar aire muy frío desde Rusia, donde en invierno las temperaturas descienden mucho.

El proceso necesario para una «bestia del este»

Para que estas masas de aire sean relevantes y puedan llegar a Europa, deben cumplirse varios criterios. En primer lugar, es conveniente que sobre el territorio ruso la cobertura de nieve sea elevada. Este 2022, por ejemplo, la cobertura nivosa es elevada.

Tras esto, es necesario que sobre esta zona la atmósfera se estabilice. ¿Por qué? Porque una masa de aire estable, en invierno, favorece que la temperatura descienda. Al haber poca radiación solar y existir cobertura de nieve, no se puede acumular calor.

Si estas dos condiciones se cumplen, lo siguiente y más importante es que un potente anticiclón de bloqueo se forme y sitúe entre Rusia y Escandinavia. Desde esta posición, creará un pasillo de vientos del noreste que empujarán la masa fría rusa sobre Europa y España. Si, además, se forma alguna borrasca en el Mediterráneo, el pasillo se intensifica.

Algunas de estas entradas frías han sido históricas y muy destacadas, como es el caso de la famosa «siberiana» de 1956, que en febrero de dicho año dejó España con temperaturas generalizadas bajo cero, incluso por el día. Como se aprecia, existía un potente anticiclón en Escandinavia, que se extiende hasta Rusia. Esto, junto a la borrasca del Mediterráneo, canalizaba el aire frío hacia Europa y España.

La configuración a principios de diciembre podría volverse favorable

Ya hemos visto el proceso de configuración atmosférica que favorece la creación y desplazamiento de las grandes masas de aire frío continental. Ahora, ¿qué puede pasar a finales de noviembre y principios de diciembre este 2022?

La configuración atmosférica en el hemisferio norte, y más concretamente en Europa, empieza a ser favorable para una entrada de aire frío continental. Ahora mismo, un potente anticiclón se sitúa sobre unas estepas rusas que tienen bastante nieve. El aire se está enfriando en capas bajas, y sólo es cuestión de que los «engranajes» se coloquen adecuadamente.

bestia del este patron
Predicción del patrón atmosférico hasta 192h. Todo apunta a un bloqueo en latitudes altas. Fuente: ECMWF

La imagen previa nos indica en dos ejes el patrón atmosférico que tendremos. El eje vertical nos indica si tendremos bloqueo en Escandinavia-Rusia (valores positivos) o en el Atlántico (valores negativos). El eje horizontal nos indica el índice NAO (negativo implica bajas presiones más al sur de lo normal).

Cada punto es una simulación, y los colores nos indican el plazo a futuro para el que vale la predicción. Se aprecia cómo a +172h y +190h (verdes oscuros y rosas) los puntos se agrupan en valores del eje vertical muy positivos (alrededor de 3). Es decir, las previsiones apuntan a la formación de un potente anticiclón escandinavo-ruso.

¿Es seguro que vayamos a tener una «bestia del este»?

No es seguro que vaya a producirse. Hablamos de plazos muy largos, y las predicciones son inciertas. No obstante, los patrones atmosféricos y las tendencias parecen apuntar a una posibilidad, relevante, de que se pueda dar esta situación.

En el mundo meteorológico, además, se está haciendo hincapié entre la similitud de este patrón y el del invierno de 1984-1985. Ese invierno se caracterizó por dejar un enero extremadamente frío y nivoso en Europa. Curiosamente, fue un año en el que en el Pacífico también había La Niña.

Toca seguir las previsiones, porque todo puede variar bastante aún. Las previsiones estacionales, en general, apuntan a un invierno algo más cálido de lo normal. No obstante, son tendencias y no predicciones seguras.