China en alerta por vientos extremos y una granizada histórica en Nanjing

La irrupción de un vórtice polar provoca alertas, cancelaciones y un desplome térmico en gran parte del país.

Redacción

China ha activado un amplio dispositivo de emergencia ante un episodio meteorológico de una virulencia poco común, que se desarrollará entre el 11 y el 14 de abril.

La llegada de un vórtice frío inusualmente intenso, alimentado por una potente masa de aire ártico, amenaza con desencadenar vientos devastadores, granizadas severas, tormentas de nieve y un brusco desplome térmico en diversas regiones del país.

Pekín cancela eventos y activa la alerta naranja

La capital se ha situado en el epicentro de las advertencias. Desde el viernes 11 por la tarde hasta la noche del sábado 12, rachas de viento que podrían superar los 130 km/h azotarán tanto las llanuras como las zonas montañosas.

La temperatura caerá hasta 13 ºC en apenas unas horas, obligando a suspender cualquier actividad al aire libre, incluidos eventos multitudinarios como la media maratón de robots y humanos o el encuentro entre el Beijing Guoan y el Qingdao West Coast.

Las autoridades municipales han instado a la población a permanecer resguardada en interiores, dado que los vientos previstos han sido calificados como los más intensos en décadas. La alerta se mantendrá activa hasta el domingo, cuando se espera que las condiciones comiencen a moderarse.

Ráfagas de fuerza 13 y temperaturas en caída libre

En regiones como Mongolia Interior y la franja de Huang-Huai —que comprende provincias como Henan, Shandong o Anhui—, los vientos alcanzarán fuerza 13 en la escala de Beaufort, con velocidades superiores a los 130 km/h, suficientes para provocar derrumbes de estructuras, caída de árboles y riesgos elevados para la seguridad ciudadana.

Más allá de estas áreas, amplias zonas del país sufrirán ráfagas de entre 60 y 100 km/h, lo que complicará el tráfico terrestre y aéreo y podría generar densas nubes de polvo en suspensión, sobre todo en regiones áridas como Xinjiang. En paralelo, se prevé un descenso térmico de hasta 16 ºC en menos de 24 horas, un contraste térmico que acentuará la percepción de severidad del fenómeno.

Nieve en el noreste y granizadas violentas en el sur

El impacto del sistema frontal varía enormemente según la región. En el noreste y en Mongolia Interior, las precipitaciones adoptarán forma de nieve, lo que podría generar acumulaciones considerables en áreas montañosas. Mientras tanto, en provincias meridionales como Hunan, Jiangxi o Guangdong, lo más preocupante serán las granizadas.

Una de las manifestaciones más impactantes del temporal se ha registrado ya en Nanjing, donde una violenta granizada ha sorprendido a los habitantes de los suburbios durante la mañana del jueves. Las redes sociales y medios locales han difundido imágenes de bloques de hielo de gran tamaño cubriendo calles y tejados.

El fenómeno del granizo

El granizo se origina en el corazón de nubes cumulonimbo, estructuras verticales de gran desarrollo que concentran una enorme energía. En su interior, las gotas de agua son arrastradas por corrientes ascendentes que las elevan hasta capas muy frías de la atmósfera, donde se congelan y se recubren por capas sucesivas.

Cuando el peso de la esfera supera la fuerza ascendente, el granizo cae al suelo, a menudo a gran velocidad. En circunstancias como las actuales, las condiciones atmosféricas extremas favorecen la formación de granizos de gran tamaño, capaces de provocar daños materiales importantes.

Shanghái se prepara para lluvias intensas y tormentas eléctricas

En el extremo oriental, Shanghái experimentará una versión distinta del temporal. Se prevén tormentas eléctricas, precipitaciones de hasta 40 milímetros y rachas de viento superiores a los 100 km/h en alta mar.

La madrugada del viernes estará marcada por una niebla espesa, que podría alterar el normal funcionamiento de puertos y aeropuertos. A pesar de estar alejada del núcleo más severo del fenómeno, la ciudad portuaria mantiene activos sus protocolos de prevención ante la posibilidad de inundaciones puntuales y cortes en las comunicaciones marítimas.