Científicos usan mascarillas desechadas para… ¡construir carreteras!
Esta nueva solución sostenible pretende combatir los muchos residuos generados por la pandemia.
Pablo Ramos
Esta nueva solución pretende combatir los mucho residuos generados por la pandemia
La pandemia causada por el coronavirus ha provocado un incremento exponencial de residuos como las mascarillas que tienen un gran impacto en el medio ambiente. Ahora, un equipo de científicos australianos ha desarrollado un proceso por el que reutilizar las mascarillas de un solo uso y convertirlas en un material para construir carreteras.
Este nuevo procedimiento tritura las mascarillas y las mezcla junto con otros escombros de la construcción para crear un pavimento que cumple con todos los estándares de seguridad y la normativa vigente. Es más, este nuevo material aporta y mejora la ductilidad, la flexibilidad y la resistencia de las carreteras, según sus desarrolladores.
Este material mejora la ductilidad, la flexibilidad y la resistencia de las carreteras
Este nuevo proceso supone “una nueva estrategia baja en carbono para reducir los desechos generados por una pandemia. Además, las máscaras desechadas se pueden utilizar para aplicaciones de distintos tipos de pavimento”, concluyen los investigadores de la Universidad de RMIT en Australia.
Reutilización de residuos de las mascarillas
Según las estimaciones, un sólo kilómetro de carreteras construido con este material requiere de tres millones de mascarillas, exactamente las mascarillas que se tiran a la basura en sólo un minuto en el mundo. Esta gestión de los residuos evitaría que 93 toneladas de basura lleguen a los vertederos o al medio ambiente. A día de hoy se calcula que cada día se tiran más de 6.800 millones de mascarillas.
“Ahora se necesitan enfoques multidisciplinarios y de colaboración para abordar el impacto ambiental del COVID-19, particularmente los riesgos asociados con la eliminación de los equipos de protección individual, como las mascarillas”, recalca Mohammad Saberian, uno de los autores principales del estudio.
De hecho, este nuevo material tiene una resistencia óptima al estrés, al ácido y al agua y mantiene e incluso mejora otras propiedades como la deformación cumpliendo de este modo con todas las especificaciones en materia de ingeniería civil. No obstante, los autores recalcan que todas las mascarillas deben ser desinfectadas antes de convertirse en este nuevo material para construir carreteras.
Un sólo kilómetro de carreteras construido con este material requiere de tres millones de mascarillas
Por último, los autores aspiran a que este tipo de investigaciones sean el comienzo de nuevas formas de gestión más sostenibles de los riesgos derivados de la pandemia.
«Esperamos que esto abra la puerta a más investigaciones, para trabajar en formas de gestionar los riesgos de salud y seguridad a escala e investigar si otros tipos de equipos de protección personal también serían adecuados para el reciclaje», detallan en un comunicado.
“La pandemia de COVID-19 no solo ha creado una crisis económica y de salud mundial, sino que también ha tenido efectos dramáticos en el medio ambiente. Por ello, si podemos llevar el pensamiento de la economía circular a este enorme problema de residuos, podemos desarrollar las soluciones inteligentes y sostenibles que necesitamos”, indica Jie Li, director del equipo de investigación en el RMIT.