¿Cómo llega el plástico a los océanos?

Muchos plásticos terminan en el mar fácilmente por problemas en el drenaje del agua o vertidos deliberados

Cuando tiramos un plástico a la basura, puede terminar en distintos lugares: en una planta de reciclado para darle un segundo uso, un vertedero común o ser incinerado. Con este proceso, ‘terminaríamos’ con ese desecho plástico de diferentes maneras.

Pero lo cierto es que, tal y como denuncia Greenpeace, mucha de la basura práctica que tiramos termina en vías fluviales y en los océanos. ¿Cómo es posible? Las razones pueden ser varias:

• Problemas en el sistema de drenaje del agua en las zonas urbanas, por el agua
• El agua que fluye por los vertederos y por el que pasan microplásticos
• Los vertidos de basuras deliberados
• Residuos abandonados
• Vertidos accidentales de barcos
• Mediante los efluentes de las estaciones depuradoras y plantas de tratamiento de aguas residuales

Hay que tener en cuenta que el 80% de los residuos marinos proviene de tierra, y que sólo el 20% restante de la actividad marítima. Además, los materiales plásticos tienen una permanencia mucho mayor en el agua que en tierra, pudiendo no degradarse algunos hasta pasados los 500 años.

De ahí que se hayan encontrado plásticos en todos los océanos del mundo, desde el Ártico hasta la Antártida. Sin embargo, se han identificado cinco zonas de concentración conocidas como “islas” o “sopas” de plásticos en las zonas subtropicales: una en el Índico, dos en el Atlántico (Norte y Sur) y dos en el Pacífico (Norte y Sur).

Aunque estas sopas de plástico también se han encontrado en el Mediterráneo y en ríos españoles, como en el Segura.

También, se pueden encontrar altas concentraciones de macroplásticos en las áreas litorales. En España en 2015 se recogieron una media de 320 objetos de basura por cada 100 m de playa en aquellas playas muestreadas, siendo las colillas, las botellas de plástico, los envoltorios, los tapones o las botellas de vidrio los residuos más encontrados en las zonas costeras.

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