¿Cómo nos afecta el cambio de estación?

¿Estás más cansando y apático últimamente? El cambio de estación tiene la culpa.

Marian

Marian

Llevas ya varias semanas arrastrándote por el mundo, cansado, levantándote cada mañana con la única idea en la cabeza de que ojalá llegue pronto la hora de la siesta. Tus amigos ya no te llaman después de aquella última vez en la que saliste con ellos y sólo fuiste capaz de bostezar mucho y emitir gruñidos. Es el cambio de estación, el otoño te está afectando, todo te da pereza. Incluso leer esto. Venga, ánimo, ya queda poco.

La disminución de las horas de luz y la llegada de días más fríos son los principales causantes de que durante la mayoría del tiempo seas un trapo de cocina. Este síndrome se llama astenia otoñal, y se debe a la melatonina, una hormona que liberamos de forma natural y que controla el sueño. Al oscurecer, los niveles de esta hormona suben, y a la vez bajan los de la serotonina, responsable del buen humor. Este cóctel hormonal es propio de los días de otoño, debido a la acortación de los días, y los principales síntomas que trae consigo te resultarán familiares:

  • Somnolencia excesiva. Ya tienes una excusa para darle a tu jefe cuando te pille dormitando encima del teclado.
  • Incapacidad para concentrarse. Esto explica que lleves diecisiete minutos mirando esa mancha del techo.
  • Pérdida de interés en el trabajo. Efectivamente, tu jefe debe de estar contentísimo contigo.
  • Tristeza y melancolía. Por eso te has pasado toda la tarde mirando la lluvia por la ventana. Pero recoge la ropa tendida, por lo menos.
  • Movimientos lentos y perezosos. Algunos teléfonos ya permiten grabar en slow motion, pero tú lo llevas de serie. Felicidades.
  • Aislamiento social. Tu amigo no entiende no te apetezca acompañarle el domingo a esa fabulosa exposición sobre papiroflexia. Es por el síndrome, sí.
  • Irratibilidad. Las tres órdenes de alejamiento que te han puesto tus familiares son una muestra de ello.

Los remedios caseros para llevar estos días lo mejor posible son sencillos. Intenta descansar por las noches, come bien, sal a la calle, haz deporte y socialízate. Haz un esfuerzo, sé que quedarse en el sofá bajo la manta es tentador, pero si sigues así, la próxima orden de alejamiento que recibirás será la suya.