¿Cómo puede afectar la meteorología a la propagación del coronavirus?

En las últimas semanas, la crisis del coronavirus originada en la ciudad china de Wuhan ha dejado ya más de 2.600 fallecidos y en torno a 77.749 infectados a lo largo de todo el planeta, según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

Una incidencia que seguirá aumentando en los próximos días de tal manera que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado la emergencia sanitaria. Pero, ante esta incidencia, ¿cómo afecta la meteorología y las condiciones ambientales al coronavirus?

El coronavirus puede llegar por la recepción de casos importados

En este sentido hay que recordar que este coronavirus con origen en China tiene unas características muy similares a otros patógenos como los virus que provocan los catarros o la gripe. Además, puede derivar en cuadros graves de neumonía que pueden ser dramáticos.

Factores que determinan la incidencia

Por ello, en los meses más fríos, como ocurre en el hemisferio norte durante el invierno, es más probable que se transmitan este tipo de virus ya que las personas pasamos más tiempo en espacios cerrados en los que se incrementan las posibilidades de contacto con los pacientes. Por tanto, de contagio.

En concreto, según el Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU, cualquier persona puede contraer una infección por coronavirus y las infecciones parecen ser más comunes  en otoño e invierno. 

No obstante, hay que tener en cuenta que el coronavirus es una enfermedad emergente, por lo que según los expertos todavía hay mucho que aprender sobre su transmisibilidad, gravedad y otras características que permitirá evaluar los riesgo con mayor exactitud. 

Por otro lado, hay que recordar que este tipo de virus es muy difícil que permanezcan durante mucho tiempo en el ambiente. Es más, es posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus si luego se toca la boca, la nariz o los ojos. Aunque se considera que esta no es la principal forma en que se propaga el virus, tal y como indican los expertos.

Sin embargo, sí pueden viajar o trasladarse con suma facilidad a través de sus vectores de transmisión, en este caso, las personas infectadas por el coronavirus.

De hecho, desde la Sociedad Española de Virología (SEV) detallan que “existe posibilidad de llegada a otros países mediante casos importados”, como es el caso de viajeros europeos que procedan de la provincia china de Wuhan.

Estos patógenos tienen una mayor incidencia en condiciones relativamente frías y secas

Por ello, las personas que han sido repatriadas a sus países de origen deben permanecer, por seguridad, en cuarentena durante un periodo de entre 10 y 14 días para evitar que este patógeno afecta a más personas. “ Se deben establecer las medidas de control de pacientes para una prevención de la diseminación del nuevo virus y especialmente en el personal sanitario”, detalla la SEV.

Condiciones bajas de humedad

Por otro lado, debido que la aparición de este coronavirus es muy reciente, apenas se conoce nada sobre su tratamiento, epidemiología o capacidad de infección por lo que no hay estudios al respecto. No obstante, investigaciones anteriores sobre otros tipos de coronavirus detallan que este tipo de patógenos son más activos a temperaturas frías o suaves.

Además, en condiciones de baja humedad, al haber menos agua en el ambiente, la vida de los coronavirus es más activa lo que multiplica las probabilidades de infección.

La baja humedad relativa contribuyó al aumento de los casos de otros coronavirus

En concreto, un estudio del pasado año sobre el coronavirus MERS-CoV concluía que las condiciones meteorológicas influenciaron de forma importante la propagación e incidencia del virus. Así, un alto índice ultravioleta, la baja velocidad del viento y la baja humedad relativa contribuyeron al aumento de los casos de este coronavirus.

Asimismo, en otras investigaciones sobre otro tipo de coronavirus se destaca que estos patógenos tienen una mayor incidencia y posibilidades de contagio en condiciones relativamente frías y secas, similar a los patrones estacionales que presentan otras enfermedades respiratorias en climas templados.