¿Cómo se fabrica nieve artificial?

Las estaciones de esquí ven cada vez más necesaria la fabricación de nieve artificial con cañones. ¿Cómo funcionan?

Javier Vegas

Javier Vegas

Se acerca la temporada de esquí y las estaciones necesitan poner a punto sus pistas. No siempre las nevadas caídas garantizan poder abrir la totalidad de pistas y remontes, por lo que es necesario hacer uso de la nieve artificial. Cada vez los cañones de nieve son más indispensables y sobre todo, son vitales para tener abiertas las estaciones esquí a principio y final de temporada.

¿Cómo funcionan los cañones de nieve artificial?

Los cañones de nieve artificial permiten fabricar nieve a partir de agua y aire presurizados y expulsados a baja temperatura. La fabricación de nieve implica pulverizar aire comprimido y agua sobre una masa de aire frío en el lugar que queremos cubrir de nieve. La mezcla de agua y aire se congela y la incorporación del aire comprimido facilita la creación de pequeños cristales de hielo. De esta forma se crean copos de nieve que cubrirán la superficie.

Fuente: www.bahiasantander.com

Para llevar a cabo este proceso se necesita una gran cantidad de energía y agua, unos 850 litros de agua cubrirían una zona de 4 metros cuadrados con un espesor de 30 centímetros. Por lo tanto, se trata de un costoso proceso que requiere una inversión de millones de euros. Para garantizar el funcionamiento se necesita una red de tuberías de aire y agua que conectan los cañones distribuidos por las pistas y laderas con los equipos de bombeo y compresores, que se encuentran instalados en un edificio central.

Fuente: www.lugaresdenieve.com

 Cada vez más estaciones de esquí están viendo como algo necesario la instalación de cañones de nieve y la gran demanda ha provocado una mejora de la tecnología. Los cañones de nieve artificial permiten cada vez crear nieve con temperaturas más altas y utilizando menos energía. Una de las últimas mejoras ha sido la informatización de los sistemas de innivado artificial. Antes se encendían a mano, mientras que actualmente se programan a través de un ordenador.

Por lo tanto, los cañones de nieve son cada vez más necesarios y se espera que en un futuro todavía lo sean más. Como punto negativo, además del gran gasto que supone para las estaciones, la nieve artificial es más densa (hasta 500 kg por metro cúbico) que la natural (hasta 150 kg por metro cúbico), lo que la hace ser más dura.

 

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