Monóxido de carbono en casa por calefacción: cómo evitar riesgos

Consejos para evitar los riesgos de la intoxicación por monóxido de carbono en casa por calefacción.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Con la llegada de las bajas temperaturas y el frío, se ponen en marcha las calefacciones en los hogares. En función del tipo de sistema que se emplee para calentar la casa, existen algunos riesgos. Uno de los más graves es la intoxicación por monóxido de carbono. Algo que puede derivar en problemas de salud muy graves e, incluso, la muerte.

Debido al precio actual de la energía, se espera un incremento del uso de sistemas de calefacción propensos a emitir este gas. Por ejemplo, las estufas de gas, las chimeneas de leña o las estufas de pellets.

Estos sistemas emiten monóxido de carbono en su funcionamiento y, si no se utilizan de forma correcta, pueden generar problemas.

Las chimeneas de leña son muy comunes en muchas hogares. Sin embargo, son una fuente importante de emisiones de monóxido de carbono.
Fuente imagen: Pixabay

De media, se estima que entre 5.000 y 10.000 personas sufren algún tipo de intoxicación por monóxido de carbono. Además, más un centenar fallecen al año por el uso doméstico de estufas de gas, hornos, calentadores o chimeneas de leña.

Según cálculos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) el mal estado o con un inadecuado mantenimiento son las causas principales de estos resultados.

La mayor parte de estas intoxicaciones por monóxido de carbono se producen entre los meses de octubre y marzo. Es durante este periodo, con el descenso de las temperaturas comienzan a funcionar los diferentes aparatos de calefacción.

¿Qué es el monóxido de carbono?

El monóxido de carbono es un gas tóxico que se produce durante cualquier combustión. Se trata de un gas es inoloro e incoloro. Dos factores que dificultan su detección e identificación por parte de las personas que lo inhalan.

Esta ecuación hace que el monóxido de carbono sea un gas peligroso. Especialmente durante el invierno y en espacios cerrados. El mal funcionamiento de los sistemas de calefacción puede incrementar los niveles de este gas hasta resultar tóxico para la salud de las personas.

Síntomas de la intoxicación

La intoxicación por monóxido de carbono suele presentar unos síntomas fácilmente identificables. Sin embargo, pueden llegar a confundirse con otras patologías. Por ello, es muy importante identificarlos de forma rápida. 

Los síntomas más comunes son:

  • Mareos.
  • Dolor de cabeza.

En los casos más graves, estos síntomas de intoxicación por monóxido de carbono son:

  • Vómitos
  • Calambres
  • Pérdida de conocimiento
  • Desvanecimientos repentinos y súbitos
  • Fallo respiratorio
  • Fallecimiento 

Consejos para evitar los riesgos del monóxido de carbono en casa por calefacción

El primer aspecto a tener en cuenta es tener un mantenimiento adecuado de los equipos de calefacción. En el caso de las estufas y calentadores de gas, hay que asegurarse que la combustión se realiza correctamente y que la llama es azul. Esto es un indicativo visual de un correcto funcionamiento.

Del mismo modo, en las chimeneas de leña hay que asegurarse que las salidas de humo funcionan de forma correcta y que el humo no revoca ni se escapa por los conductos. 

Los chequeos deben hacerse antes del comienzo del frío y siempre de forma periódica por un profesional cualificado.

monóxido de carbono
Ventilar los edificios es clave para evitar intoxicaciones por monóxido de carbono. Fuente imagen: Pixabay

«Si usamos aparatos de gas, es muy importante vigilar el estado de los mismos y su combustión. Con la llegada del invierno aumentan las intervenciones del SUMMA 112 por intoxicaciones de monóxido de carbono», apuntan desde el 112 de Madrid.

Para evitar este problema, una buena opción puede ser instalar un detector de este gas en el hogar para que de aviso en caso de que existan niveles de riesgo. Además, se aconseja que estos aparatos de gas no se coloquen en los dormitorios. Y mucho menos que se mantengan encendidos durante la noche.

En cuanto a las instalaciones del hogar, nunca se deben obstruir las rejillas de ventilación. Y es que son el elemento fundamental por el que se limpia el ambiente. 

Por lo tanto, es imprescindible mantener una correcta ventilación en el hogar. Así, se mejora la calidad del aire interior y disminuye el riesgo de intoxicación. Ante esto, cabe destacar que la ventilación debe ser frecuente y en periodos cortos de tiempo.