Las cifras del desperdicio alimentario en España

Los españoles desperdician más de 1 millón de toneladas de alimentos, unos 28 kilogramos por persona al año.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

El desperdicio alimentario es uno de los grandes retos de las sociedades desarrolladas. Comprar y adquirir comida que finalmente acabará, en una parte importante, en la basura es un problema.

Un problema que supone el desaprovechamiento de los nutrientes que ofrecen, del esfuerzo realizado para la adquisición de la comida y un mal uso de los recursos disponibles. Tanto a nivel ambiental como a nivel alimentario. Hoy, 29 de septiembre se celebra el Día de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, de ahí que resulte interesante realizar un análisis de la situación actual de esta cuestión en nuestro país.

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Datos del desperdicio alimentario en España

Según los datos, se estima que los españoles desperdician más de 1 millón de toneladas de alimentos al año. De manera individual, cada persona tira a la basura unos 28 kilogramos al año.

Según el último informe del Desperdicio Alimentario en España 2021, se desperdicia el 3,8% del total de alimentos y bebidas comprados dentro y fuera de los hogares. Unos datos que suponen una pérdida importante de recursos. Ya sean alimentos que no han llegado a ser consumidos o restos de comidas. 

Aunque también hay síntomas de mejoría y de esperanza en los últimos años. Se calcula que uno de cada cuatro hogares no desperdicia nada y que, desde 2020, los españoles han conseguido reducir su desperdicio alimentario en un 8%. 

¿Cómo reducir el desperdicio alimentario?

No cabe duda que reducir el desperdicio alimentario es responsabilidad de todos los elementos y responsables de la cadena. No obstante, cabe destacar que es en las casas y en los hogares donde se produce el mayor porcentaje del desperdicio de alimentos.

Por ello, el consumidor (como usuario final) es un eslabón indispensable y fundamental para reducir el desperdicio de alimentos. En este sentido, la guía del consumidor contempla 10 claves y consejos para reducir el desperdicio como son:

  • La planificación del menú semanal.
  • La conservación adecuada de los alimentos.
  • Realizar una compra responsable.
  • Control del presupuesto.
  • Intenta comprar productos de temporada y consume la comida por orden de entrada y consumir la más antigua primero.
  • Ajusta las raciones e intenta cocinar sólo lo necesario.
  • Aprovecha las sobras con creatividad.
  • A la hora de tirar, deposita en la basura sólo lo que sea imposible aprovechar.
  • Si comes en la oficina lleva tu propio recipiente reutilizable.
  • Si comes en el restaurante, no dudes en pedir que te pongan las sobras en un envase para llevar. 
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Consecuencias  

El desperdicio alimentario tiene importantes consecuencias. En muchas ocasiones no son visibles directamente. Por un lado, supone un coste y un gasto innecesario para el consumidor final puesto que adquiere un bien de consumo que no aprovecha. 

Por otro lado, supone un importante coste energético por su traslado y mantenimiento que, finalmente, no va a ser aprovechado. Además, el desperdicio alimentario requiere también de una importante inversión y un gasto público elevado para la gestión de residuos. 

Y por último y más importante, porque cada vez son más las personas las que no pueden comer los nutrientes más básicos en la sociedad española debido a sus problemas económicos. 

Según los datos de la Federación Española de Bancos de Alimentos, durante el 2020, se incrementó en un 48% los alimentos distribuidos entre las familias en riesgo de exclusión social y con necesidades básicas como la alimentación. 

Muchos alimentos son desechados antes de llegar a consumirse. Fuente de imagen: Pexels

Ley de Desperdicio Alimentario 

Ante la subida de precio de los últimos años, en junio de 2022 se aprobó la Ley de Prevención de Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. Una norma que, a falta de su tramitación parlamentaria, pretende crear un nuevo contexto orientativo de producción más eficiente y enfocado hacia la economía circular.

Con ello, se quiere incrementar la concienciación para optar por un modelo de consumo más responsable. Así, la ley contempla medidas para combatir el desperdicio alimentario como en todas las fases de la cadena productiva y comercial hasta el consumidor final. 

Objetivo: desperdicio 0 

De este modo, con la suma de todas estas medidas, así como con la puesta en marcha del marco legal de la Ley de Prevención de Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, se espera lograr el objetivo de desperdicio alimentario 0.

Un propósito complejo de alcanzar. Pero que en los últimos años gracias a la concienciación se ha reducido a poco más del 3% de los alimentos y bebidas.