Desertificación en España: ¿qué es y cuáles son las causas y consecuencias?

La desertificación en España es una amenaza para más de la mitad del territorio, y podría incrementarse en los próximos años.

Roberto Granda

Roberto Granda

La desertificación en España es un problema que amenaza a más del 70% del territorio. Las condiciones climáticas de nuestro país, en primera instancia, favorecen enormemente este riesgo. Esto es así porque los climas áridos, semiáridos y subhúmedos se distribuyen por gran parte del territorio. No obstante, ¿qué es la desertificación y cual es su amenaza en España? ¡Veámoslo!

¿Qué es la desertificación?

La desertificación es el proceso por el cual las tierras fértiles de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas se degradan, convirtiéndose en terreno desértico.

¿Qué provoca la desertificación?

El origen de este proceso puede encontrarse tanto en causas naturales (variaciones climáticas normales) como en la alteración humana del medio.

Desertificación España toledo
Sequía en un humedal de Castilla la Mancha

Es un problema que se presenta en todos los continentes (salvo en la Antártida), y que pone en riesgo la forma de vida de miles de personas. En las últimas décadas, el riesgo se ha incrementado en muchas zonas por las acciones humanas, que han acrecentado sobremanera el problema. Tanta es la preocupación, que desde las Naciones Unidas han fijado una fecha muy importante: el Día Mundial contra la desertificación y la sequía.

Entre las causas de origen humano se pueden destacar tres:

Deforestación: la eliminación de la cubierta vegetal pone en riesgo los suelos, que pueden perder su fertilidad rápidamente.

– Agricultura intensiva: la agricultura intensiva sin control puede generar una sobreexplotación de los suelos y las masas de agua, derivando en un incremento del riesgo de desertificación.

– Ganadería: como en el caso de la agricultura, una mala gestión de las actividades ganaderas (especialmente las intensivas), puede agotar los recursos hídricos y dañar severamente la vegetación de un territorio.

En el lado de las causas naturales, destacan los asociados a cambios climáticos. En el actual contexto de calentamiento global, los efectos se aceleran y acrecientan.

Desertificación en España

España es un país que por el clima dominante en gran parte de su territorio es propenso a la desertificación. Sin embargo, los efectos del calentamiento global, así como las causas de origen humano han acrecentado este problema.

En el lado natural, además del clima, en España destaca también la influencia de los terrenos y su orografía, ya que las fuertes diferencias y desniveles en el relieve favorecen los procesos de erosión.

Riesgo desertificación España
Riesgo de desertificación en España. Fuente: IGN

En el lado humano, encontramos como causas principales varios factores:

Crisis agricultura tradicional: el abandono de los métodos de cultivo tradicionales ha favorecido una mayor presión sobre lo aún cultivado, y el abandono de otros muchos terrenos que se han dejado de usar.

Explotación insostenible de los recursos hídricos: tanto de los subterráneos como de los superficiales. El crecimiento descontrolado del regadío en las últimas décadas ha supuesto una presión insostenible sobre los recursos hídricos. En el caso de los subterráneos, los niveles de la capa freática descienden cada vez más.

Concentración de población y actividades económicas: la concentración de población en zonas semiáridas, con un importante peso del turismo, generan una presión elevada sobre el territorio. A esto se suma la agricultura de regadío que consume gran cantidad de recursos hídricos.

Consecuencias de la desertificación

La desertificación es un proceso con consecuencias severas para el medio natural, y, por ende, para el ser humano. De entre todas las consecuencias, la más destacada a nivel del medio natural es sin duda la pérdida de biodiversidad. El cambio en las condiciones del entorno dificulta mucho las condiciones de vida para numerosas especies animales y vegetales.

Otra consecuencia muy destacada, relacionada con los cambios de las condiciones del entorno, es la reducción de las reservas de agua dulce. Esto no sólo afecta al medio natural, ya que los seres humanos también dependen de las mismas.

Algunas otras consecuencias son:

Pérdida de cosechas

Reducción de pastos para ganadería

Pérdida de cubierta vegetal y masa forestal

A nivel global, hay algunos ejemplos de desertificación muy conocidos. Uno de los más destacados es sin duda el la desertificación acelerada producida en el entorno del mar de Aral por su desecación, originada por el ser humano. No obstante, el caso más relevante es Madagascar, donde se han talado más del 90% de sus bosques tropicales y del 60% de su selva lluviosa.

¿Qué se debe hacer para evitar la desertificación?

Las opciones más eficaces y fáciles de implementar pasan por un mayor control de los recursos hídricos, así como por mejorar su gestión. A su vez, se deben controlar los usos del suelo para evitar la sobreexplotación de los mismos por las actividades agroganaderas.

La reforestación puede ser una opción en algunas zonas, pero en España la masa forestal se ha incrementado en las últimas décadas pese al incremento del riesgo de desertificación, por lo que no parece claro que pudiera revertir por sí sola el problema.