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El deshielo del planeta y la reducción de las capas polares


Una de las consecuencias del cambio climático es, sin duda, el deshielo de las capas polares provocado por el calentamiento global del planeta. La fusión del hielo incrementa el nivel del mar, entre otras consecuencias.

¿Qué zonas del planeta están perdiendo más hielo?

Las masas de hielo más afectadas por el calentamiento global son las que cubren Groenlandia, Antártida y los principales glaciares del planeta. Entre las dos primeras, reúnen el 99% del agua dulce del Planeta, y a medida que se funden, dado que es hielo continental, provocan junto con un buen número de glaciares del planeta el aumento del nivel del mar.

En los últimos 30 años, la región del Ártico ha perdido un 10% de su volumen de hielo y, recientemente, varios estudios relacionados con este tema han revelado que el deshielo de estas dos grandes masas de hielo está siendo más rápido de lo que inicialmente pensábamos. 

¿A qué ritmo se está fundiendo el hielo en diferentes zonas del Planeta?

Desde 1994 los glaciares del mundo han perdido cerca de 400.000 millones de toneladas métricas de hielo por año. Muchos de ellos siguen menguando, aunque no todos. Algunos, sobre todo los que se encuentran en Escandinavia, están creciendo. 

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La cifra para Groenlandia ronda los 281.000 millones y sigue aumentando a un ritmo acelerado, sobre todo por la región del Ártico, que se está calentando el doble de rápido que muchas otras zonas del planeta. El deshielo y las superficies más oscuras expuestas sobre este gigantesco campo de hielo están intensificando aún más el calentamiento.

La temporada de deshielo hoy dura 70 días más que a principios de los años 70. Cada verano, las elevadas temperaturas provocan el deshielo de la mitad de la superficie de hielo. En 2012 se batieron todos los récords, y un 97% de la parte superior de la superficie de hielo desapareció. 

La extensión y la edad del hielo marino de septiembre se muestran para (a) 1984 y (b) 2016, ilustrando reducciones significativas en la extensión y edad (espesor) del hielo marino. El gráfico de barras en la parte inferior derecha de cada panel ilustra el área de hielo marino (unidad: millones de km2) cubierta dentro de cada categoría de edad (> 1 año), y las barras verdes representan el valor máximo para cada rango de edad durante el registro. El año 1984 es representativo de las características del hielo marino de septiembre durante la década de 1980. Fuente: Fuente de la figura: Paneles (a), (b): NASA Science Visualization Studio; datos: Tschudi et al. 2016
Muestra la tendencia de la extensión de hielo marino ártico de la era satelital desde 1979 hasta 2016 para septiembre (unidad: millones de mi2). Fuente: Fetterer et al. 2016.

En Antártida la cifra es inferior pero llega a los 118.000 millones de toneladas anuales de hielo perdido. El continente austral contiene más hielo que ningún otro lugar del Planeta, el suficiente para en caso de fundirse todo aumentar el nivel del mar unos 58 metros.

Hoy en día, la fusión de hielo en Antártida aporta unos 0.5 milímetros de agua al aumento del nivel del mar. Aún así, los últimos estudios sobre el impacto del calentamiento global sobre el hielo de Antártida y su fusión pronostican que este valor aumente rápidamente. 

La fusión de hielo en Antártida ocurre principalmente en la región occidental del continente, y la provocan principalmente, un océano más cálido. También influyen los intensos vientos del oeste que soplan en la región, y que parecen haberse intensificado durante la última década debido al cambio climático. 

GRACE Antarctic
La masa de la capa de hielo antártica ha cambiado en los últimos años. La investigación basada en observaciones de los satélites gemelos de la NASA de Gravity Recovery and Climate Experiment (GRACE) indica que, entre 2003 y 2013, la Antártida arrojó aproximadamente 90 gigatoneladas de hielo por año, lo que provocó un aumento del nivel del mar global de 0.25 milímetros por año. Fuente: NASA

¿Por qué deberíamos preocuparnos por el deshielo?

El deshielo de las regiones polares y de nuestros glaciares continentales se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la humanidad. Todo el hielo que se funde sobre tierra firme provoca un aumento del nivel del mar, afectando a millones de personas que viven en zonas costeras.

Por otra parte, si sustituimos el hielo por superficies de agua o tierra, cambia la capacidad de reflejar radiación solar de la superficie terrestre, también conocido como albedo. Un albedo inferior favorece la absorción de energía, provocando un mayor aumento de la temperatura global y amplificando el deshielo más aún.

Esos cambios ya se están produciendo y no solo afectan a la circulación de nuestra atmósfera y océanos, también a numerosas especies de la flora y fauna de nuestros ecosistemas.

Dado que estamos hablando de agua fresca, la que consumimos los humanos, en un futuro la disponibilidad será menor para muchos, y su valor aumentará de manera considerable en muchas zonas del planeta.