Desierto: tipos, características y su impacto en el ecosistema

Conoce los grandes desiertos, su biodiversidad y la importancia de protegerlos para evitar el avance de las arenas.

Elisabeth Lahoz

El desierto ocupa la cuarta parte de la superficie terrestre y está presente en los siete continentes. Pese a su aridez, muchos de estos ecosistemas albergan vida en abundancia, con especies adaptadas a las condiciones adversas.

¿Qué es un desierto?  

Un desierto es una región con precipitaciones escasas, generalmente por debajo de los 250 mm al año, lo que limita el crecimiento de vegetación. Suelen presentar temperaturas extremas, ya sea calor sofocante o frío intenso, así como una única y sorprendente diversidad biológica adaptada a estas condiciones de poca humedad.

Tipos de desiertos

Desiertos cálidos  

Estos desiertos se caracterizan por temperaturas altas durante el día y una marcada sequía. Suelen encontrarse en zonas subtropicales, como el Sahara y el desierto del Kalahari, al sur de África.

El clima es árido, con temperaturas que pueden superar los 50 °C y precipitaciones muy esporádicas, a menudo concentradas en cortas tormentas. Muchas especies en el desierto han desarrollado formas especiales de sobrevivir en este duro entorno. Los cactus almacenan agua en sus tejidos, mientras que los camellos o el zorro fénec cuentan con estrategias para reducir la pérdida de humedad y resistir al calor implacable.

Desiertos fríos  

Se hallan en latitudes más altas o bien en zonas montañosas, con inviernos largos y fríos. Un ejemplo destacado es el desierto de Gobi, situado entre China y Mongolia, una de las zonas desérticas mayores del mundo. El clima aquí varía desde temperaturas bajo cero en invierno hasta días más cálidos durante el verano. Las precipitaciones suelen ser en forma de nieve.

Son comunes en estos parajes los musgos, líquenes y arbustos pequeños, mientras que animales como zorros árticos y caribúes han desarrollado pelajes densos para protegerse del frío.

Foto de Lena Heckendorn, Pexels.

Desiertos costeros  

Este tipo de desiertos están influenciados por la proximidad del océano, lo que genera niebla costera pero muy poca lluvia.

La niebla es la principal fuente de humedad en estos territorios desérticos, y los suelos son extremadamente salinos. Atacama en Chile o Namib en África, cuyo nombre significa «enorme» en lengua nama, son ejemplos de desierto costero.

Desiertos interiores

También llamados desiertos continentales, se ubican lejos de los océanos y otras fuentes de humedad. Como el desierto de Sonora en México. Son zonas de intenso aislamiento, con temperaturas extremas entre el día y la noche. 

Las plantas en estos desiertos poseen raíces profundas que les permiten acceder al agua del subsuelo. Por su parte, los animales suelen ser nocturnos para evitar el inclemente sol.

Características generales de los desiertos

Clima extremo y sus variaciones  

El desierto presenta cambios drásticos de temperatura entre el día y la noche, con lluvias escasas y esporádicas.

Suelos áridos y su composición  

Los suelos desérticos son pobres en materia orgánica pero ricos en minerales, a menudo con una costra superficial dura.

Escasa vegetación y biodiversidad  

La vegetación es limitada y está adaptada a condiciones de sequía, mientras que la fauna depende de estrategias específicas para sobrevivir en este entorno hostil.

Adaptaciones sorprendentes de los animales y plantas

Desde las espinas de los cactus hasta los cuerpos de los reptiles que retienen agua, los organismos del desierto muestran adaptaciones fascinantes frente a la aridez. El escarabajo del desierto de Namibia es capaz de capturar la humedad de la niebla para obtener agua.

Foto de David, Pexels.

Importancia de los desiertos para el planeta  

Papel en el equilibrio climático  

Al igual que las selvas, los desiertos regulan la temperatura terrestre y actúan como sumideros de carbono en algunos casos.

Recursos naturales únicos de los desiertos  

Minerales, petróleo y energías renovables como la solar abundan en el desierto.

Hábitat de especies endémicas  

Muchos desiertos albergan flora y fauna que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo. La tortuga del desierto, que vive en el suroeste de Estados Unidos, pasa la mayor parte del tiempo bajo tierra, y el jerbo de Egipto, un pequeño roedor, cuenta con un pelaje que le permite camuflarse en el paisaje desértico.

Significado cultural e histórico de los desiertos  

El desierto también ha sido hogar de civilizaciones antiguas y es fuente de inspiración cultural y espiritual.

Los desiertos más importantes del mundo  

Desierto del Sahara (África)

El mayor desierto cálido del mundo, conocido por sus dunas gigantes y su impacto en el clima global.

Desierto de Atacama (Sudamérica)  

Es el lugar —no polar— más seco de la Tierra, con suelos similares a los de Marte y el curioso fenómeno del desierto florido. Tras lluvias inusuales, miles de semillas latentes germinan cubriendo el suelo con flores silvestres de distintos colores.

Desierto de Gobi (Asia)

Famoso por sus yacimientos fósiles y sus extremos entre calor y frío.

Desierto de Mojave (América del Norte)  

Conocido por el Parque Nacional de Death Valley (Valle de la Muerte) y, pese a este nombre, también por su variada biodiversidad, que incluye el emblemático árbol de Josué. En cuanto a su fauna, abundan los pequeños mamíferos como pumas, coyotes y linces.

Amenazas y desafíos en los desiertos  

Desertificación  

La desertificación se refiere a la degradación de tierras áridas por actividades humanas y variaciones climáticas. Esto afecta a la biodiversidad, provoca pérdida de suelos fértiles y, como consecuencia, genera desplazamientos humanos.

Cambio climático y sus efectos en los desiertos

El calentamiento global modifica los patrones de lluvia, intensificando la aridez en estas regiones.

Actividades humanas y degradación de los ecosistemas desérticos  

La deforestación, la minería, la agricultura y ganadería intensivas, así como la urbanización, ponen en riesgo la sostenibilidad de los desiertos.

Según la ONU, hasta el 40 % de las tierras del mundo están degradadas. La desertificación y la pérdida de suelo fértil afectan a 3000 millones de personas en todo el planeta.

Cómo proteger los ecosistemas desérticos

Explotar de manera responsable los recursos que el desierto proporciona, respetando los límites ecológicos, es crucial para su conservación. Asimismo, iniciativas de reforestación y protección de especies nativas buscan mitigar la desertificación, que avanza silenciosa.

Por último, es fundamental informar sobre la importancia de los desiertos, que desempeñan un papel clave en el equilibrio ecológico global, y cómo preservarlos. Pues lejos de ser lugares secos e inertes, estos ecosistemas están llenos de vida y requieren medidas de protección.

Foto de Pedro Araújo, Pexels.

Imagen portada: Foto de Stephen Leonardi en Pexels.