Día Mundial de las Zoonosis: ¿Por qué se celebra?

Las enfermedades transmitidas a las personas por los animales, o zoonosis, están creciendo.

María José Montesinos

María José Montesinos

Todos los años, el 6 de julio se celebra el Día Mundial de las Zoonosis. Las zoonosis son las enfermedades transmitidas por los animales a los seres humanos.

Se trata de un término del que se hablaba poco. Sin embargo, un se ha hizo más conocido tras la COVID-19, de la que se especula pudo llegar a las personas a través de los murciélagos. Pero, estas patologías ya eran conocidas antes, y para que no se olviden sus riesgos, se celebra este día.

Día Mundial de las Zoonosis
Mantener los espacios naturales y la biodiversidad es la mejor vacuna. Fuente imagen: Unsplash

Actualmente hay más de 200 zoonosis identificadas, que suponen una amenaza real a la salud pública y al bienestar de los animales. Muchos expertos apuntan a la pérdida de biodiversidad y la reducción de los espacios naturales como la principal causa del aumento de estas enfermedades zoonóticas.

Precisamente, la biodiversidad es la mejor vacuna contra ellas.

6 de julio de 1885: primera vacuna contra la rabia

El 6 de julio fue elegido como Día Mundial de las Zoonosis por ser la fecha en la que el científico Louis Pasteur inyectó, en el año 1885, la primera vacuna contra la rabia. La aplicó a un joven al que habían mordido dos perros con esta enfermedad mortal. El tratamiento resultó efectivo y el muchacho se salvó.

Las garrapatas actúan como vectores transmisores de los virus. Fuente imagen: Unsplash

Con la celebración del Día Mundial de las Zoonosis se quiere resaltar los riesgos para la salud mundial que tienen estas enfermedades e instar a los gobiernos a tomar medidas para combatirlos.

También se quiere concienciar a la sociedad en su prevención, extremando los cuidados y las buenas prácticas para evitar que se generalicen.

Las zoonosis están en el origen del 60% de las enfermedades infecciosas.

Y es que las enfermedades transmitidas por animales no son un problema esporádico. Por el contrario, las zoonosis están en el origen del 60% de las patologías infecciosas.

Cada año surgen cinco enfermedades nuevas entre las personas y 3 de ellas llegan desde los animales.

Día Mundial de las Zoonosis: enfermedades que pueden ser mortales

En algunos casos son patologías muy graves, incluso mortales. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, las enfermedades zoonóticas son la causa de más de dos millones de muertes anualmente y generan mil millones de casos de enfermedades cada año.

En el siglo XIV, la peste bubónica produjo la muerte de entre 80 y 200 millones de personas.

Históricamente ha habido episodios muy graves de zoonosis. El más antiguo de los conocidos es la peste bubónica. Se calcula que mató entre 80 y 200 millones de europeos a mediados del siglo XIV. Fueron contagiados por pulgas, que transmitían el virus desde las ratas.

Más reciente es el ébola, registrado por primera vez en 1976, en África. El virus no ha desaparecido y en 2014 un nuevo brote, esta vez con impacto mundial, mató al 50% de los contagiados. Como sabemos, la COVID-19 ha provocado la muerte de más de 6,3 millones de personas en todo el mundo.

Una recreación del virus de la COVID-19. Fuente imagen: Pexels

Las zoonosis pueden estar causadas por virus, bacterias, parásitos u hongos. La transmisión se produce de manera mayoritaria por vía directa, es decir, por contacto con los propios animales.

Los murciélagos parecen estar en el origen de la COVID-19, así como en el del ébola o el síndrome respiratorio agudo (SARS), mientras que ratones y zarigüeyas contagian la enfermedad de Lyme, aparecida en Estados Unidos en 1975.

Día Mundial de las Zoonosis
Las zarigüeyas pueden contagiar la enfermedad de Lyme. Fuente imagen: Pexels

También la rabia, la tiña y algunos tipos de sarna se pueden contagiar a los humanos desde mascotas o animales silvestres.

Por otra parte, las infecciones pueden llegar por vía indirecta, a través de organismos, generalmente insectos, arañas y otros artrópodos, como las garrapatas o las pulgas. Aunque ellos no padecen la enfermedad actúan como vectores que, tras picar a un animal contagiado, inoculan sus patógenos a las personas a las que pican después.

Los mosquitos actúan como transmisores de enfermedades de animales a personas. Fuente imagen: Pexels

Enfermedades como la malaria, el dengue, la fiebre del Nilo o la fiebre de Crimea-Congo son transmitidas por mosquitos y otros insectos, llegando a generar mortalidades muy altas en países con bajo nivel sanitario.

Infección por el agua o los alimentos

En otros casos, la transmisión de enfermedades infecciones se produce a través de los alimentos o del agua contaminada por animales o sus excrementos. Es el caso de la salmonelosis, la listeriosis, el anisakis o la triquiosis.

Las enfermedades transmitidas por animales suponen el 75% de las aparecidas en los últimos 70 años.

Podría parecer que los progresos de la civilización iban a reducir la presencia de estas patologías, pero está sucediendo todo lo contrario: no dejan de surgir nuevas afecciones.

De hecho, las enfermedades transmitidas por animales suponen el 75% de las nuevas enfermedades aparecidas en los últimos 70 años, según datos de la OMS.

Día Mundial de las Zoonosis
No dejan de aparecer nuevas zoonosis. Fuente imagen: Pexels

La aparición, cada vez más frecuente, de nuevas zoonosis es en buena parte consecuencia de la pérdida de biodiversidad. Su desaparición hace que nos expongamos a un contacto más directo con los animales, que son un reservorio de esos virus y bacterias.

La pérdida de biodiversidad, origen de las zoonosis

El cambio climático, la deforestación, los usos humanos, los incendios forestales… están reduciendo los espacios de biodiversidad que actuaban de barrera entre las personas y determinadas bacterias y virus. Con la reducción de hábitats naturales se acaba ese efecto ‘cortafuegos’ que preserva a los humanos.

En el Día Mundial de las Zoonosis, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte de que la desaparición de especies dentro de un ecosistema altera el funcionamiento de ese hábitat e influye en la transmisión de patógenos.

Las aves migradoras dispersaron la gripe aviar de unos países a otros. Fuente imagen: Usplash

En su informe ‘Prevenir la próxima pandemia: Zoonosis y cómo romper la cadena de transmisión’, el PNUMA atribuye el alza de las zoonosis a «la degradación del entorno natural ya sea mediante la explotación de la tierra o de la vida silvestre, la extracción de recursos, el cambio climático y otras formas de presión a la naturaleza».

Podemos esperar un flujo constante de enfermedades de los animales a los humanos en los próximos años.

Inger Anderson, directora ejecutiva del PNUMA

«Si seguimos explotando la vidas silvestre y destruyendo los ecosistemas, podemos esperar un flujo constante de las enfermedades que pasan de los animales a los seres humanos en los años por venir», ha advertido Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, un mensaje a tener en cuenta en el Día Mundial de las Zoonosis.

Biodiversidad, el freno a la zoonosis

En España, el científico Fernando Valladares, investigador del Museo Nacional del Ciencias Naturales, es uno de los principales defensores de la biodiversidad como freno a las zoonosis.

Junglas y selvas tropicales, con su pródiga diversidad de especies, son grandes reservas de patógenos. Al conservar en su estado natural estos ecosistemas salvajes mantenemos las zoonosis encerradas entre sus límites, explica este científico.

Una mayor riqueza de especies es una garantía para la salud humana.

Además, señala que la riqueza de especies protege la salud humana. ¿Por qué ocurre esto? Por varias razones. En primer lugar, la presencia de una gran variedad de especies distintas mitiga potenciales explosiones demográficas de los animales que son huéspedes habituales de los patógenos.

Una investigación de Christine K. Johnson publicada en ‘The Royal Society’ mostraba que la cantidad de virus zoonóticos es mayor en especies animales que han aumentado sus ejemplares y se han adaptado a los humanos. Es decir, hay más riesgo que ser contagiados por animales domésticos que por salvajes.

Los gatos no contagian la leishmaniosis directamente, pero sí a través de los mosquitos. Fuente imagen Unsplash

Por otra parte, desde el PNUMA apuntan al ‘efecto de dilución’, que califican como la ‘vacuna natural’ que puede prevenir futuras pandemias.

Día Mundial de las Zoonosis: el efecto «dilución»

Si se aumenta el número de especies en la cadena de contagio se diluye su impacto, ya que hace que sean necesarios muchos más saltos de especies hasta llegar al ser humano. Además, cabe confiar en que alguna sea poco favorable al virus y rompa la cadena.

Día Mundial de las Zoonosis
Ratones y ciervos pueden transmitir la enfermedad de Lyme. Fuente imagen: Pixabay

Una mayor biodiversidad también protege por el efecto de amortiguación. Al aumentar la diversidad genética dentro de una misma especie, habrá ejemplares que no sufran la enfermedad y se produzca un bloqueo en la expansión del virus. Por el contrario, las poblaciones animales debilitadas son más vulnerables a los patógenos.

Cuidar la naturaleza es también cuidar la salud de la especie humana.

En la salud de la naturaleza está la propia salud del ser humano. Así lo ha puesto de manifiesto la OMS en su estrategia ‘One Health’ o ‘Una sola salud’, en la que reivindica que un medio ambiente sano es la mejor garantía para proteger a la población humana de pandemias. Algo para tener muy presente en el Día Mundial de las Zoonosis.