El 1 de marzo arranca la primavera meteorológica 2025 tras un invierno casi «fantasma»
El invierno meteorológico llega a su fin el 28 de febrero, dando paso a una primavera que se espera más cálida de lo habitual en toda España.
Redacción
Este 1 de marzo de 2025 marcará el inicio de la primavera meteorológica en España, poniendo fin a los tres meses considerados más fríos del año y dando paso a una nueva estación caracterizada por temperaturas más suaves y días progresivamente más largos.
Este cambio no se debe a un fenómeno astronómico, sino a un criterio climatológico que divide el año en cuatro estaciones de tres meses cada una. Sin embargo, este invierno 2024-2025 pasará a la historia por ser uno de los menos fríos jamás registrados en nuestro país.
Un invierno en el que no hemos tenido «olas de fríos» y con temperaturas por encima de la media en muchos puntos de España durante casi todos los meses.
Primavera meteorológica vs primavera astronómica
A diferencia de la primavera astronómica, que comienza con el equinoccio de primavera el 20 de marzo, la primavera meteorológica se establece de forma fija cada año, comprendiendo los meses de marzo, abril y mayo.
Esto permite a los meteorólogos analizar tendencias climáticas de forma más ordenada y predecible, ya que las condiciones atmosféricas no siempre coinciden con los eventos astronómicos.
VIDEO: DETALLES DEL EQUINOCCIO DE PRIMAVERA 2025
Las estaciones meteorológicas están determinadas por las condiciones climáticas predominantes, mientras que las astronómicas dependen de la posición del Sol respecto a la Tierra.
Por eso, aunque el equinoccio de primavera de 2025 se producirá el 20 de marzo a las 10:01 (hora peninsular española), la primavera meteorológica habrá comenzado 19 días antes, siguiendo un criterio basado en la evolución del tiempo y no en la dinámica orbital del planeta.
Un invierno 2024-2025 sin frío
El invierno meteorológico, que concluirá este 28 de febrero, ha sido inusual en muchos aspectos. Aunque sigue siendo el periodo más frío del año, las temperaturas han estado por encima de lo normal en varias regiones, y las lluvias han presentado una distribución muy irregular, a falta aún de los datos oficiales correspondientes a febrero.
El mes de diciembre de 2024 destacó por ser uno de los más secos del siglo XXI, con precipitaciones muy escasas en gran parte de España. Solo en el tercio norte se registraron valores cercanos a la media, mientras que en el resto del país la lluvia apenas alcanzó un tercio de lo habitual.
Además, aunque las temperaturas fueron más cálidas de lo esperado, la presencia de anticiclones favoreció la formación de nieblas persistentes en el interior peninsular y en Baleares, lo que sí generó episodios de frío en zonas concretas pero muy puntuales.
Por otro lado, enero de 2025 resultó mucho más cálido de lo normal. De hecho, ha sido el tercer enero más cálido del siglo XXI, con temperaturas 1,4°C superiores a la media.
Sin embargo, a diferencia de diciembre, fue también un mes con abundantes lluvias, sobre todo en la segunda mitad. Las borrascas atlánticas dejaron acumulaciones significativas, superando los 300 l/m² en algunas zonas del noroeste peninsular y del interior de Extremadura.
Estos datos reflejan un invierno atípico, en el que la falta de lluvias inicial fue compensada por episodios de precipitaciones más tardíos, y las temperaturas, en general, han estado por encima de la media.
La primavera de 2025 se espera más cálida de lo normal
Las proyecciones meteorológicas para los meses de marzo, abril y mayo apuntan a una primavera más cálida de lo habitual en toda España. Los modelos indican que hay una alta probabilidad de que las temperaturas sean superiores a la media, con un aumento progresivo del calor conforme avance la estación.

En el suroeste peninsular, los valores térmicos podrían superar los 16°C de media, mientras que en la submeseta norte se situarían en torno a los 10°C. En la cornisa cantábrica, se prevé que las temperaturas oscilen entre 12 y 14°C, mientras que en Canarias el ambiente será notablemente más templado, con valores cercanos a los 20°C en zonas costeras.
En cuanto a las lluvias, las previsiones no muestran una tendencia clara. Se espera que la precipitación media se mantenga dentro de los valores habituales para la estación, que rondan los 173 mm en el conjunto de la Península. Sin embargo, algunas áreas del Mediterráneo podrían registrar episodios de lluvias más frecuentes, aunque con una alta incertidumbre sobre su distribución e intensidad.

Cómo suele ser la primavera en España
La temperatura media en España durante la primavera es de 13,6°C, aunque varía mucho dependiendo de la región y la altitud. En las primeras semanas de marzo, las noches todavía pueden ser frías, especialmente en zonas de montaña, donde las temperaturas suelen estar por debajo de los 10°C en los sistemas montañosos más importantes del país.
En el Valle del Ebro, las temperaturas medias suelen situarse entre 14 y 16°C, mientras que en el Cantábrico y la submeseta norte los valores oscilan entre los 10 y 14°C. En el suroeste peninsular, el ambiente es más templado, con temperaturas medias por encima de los 16°C.

Las precipitaciones en primavera no siguen un patrón uniforme. Las zonas más lluviosas siguen siendo el norte peninsular, con acumulaciones que pueden rondar los 400 l/m², mientras que las más secas se encuentran en el sureste peninsular y en las islas orientales de Canarias, donde los registros son considerablemente inferiores.
A pesar de que las tormentas no son tan frecuentes como en verano, sí suelen registrarse episodios puntuales, especialmente en el interior peninsular y en áreas montañosas. En general, la media de días de tormenta en primavera oscila entre uno y cinco en la mayor parte de España, aunque en zonas de alta montaña este número puede ser superior.