El calentamiento de nuestros océanos alcanza récord en 2022

Este 2022 se ha batido el récord de temperatura elevada en nuestros océanos. Un escenario de mayor impacto para el clima y la biodiversidad del planeta.

Mario Picazo

Mario Picazo

El calentamiento de los océanos continúa a un ritmo alarmante. Este pasado 2022 se han registrado temperaturas de agua récord según los datos publicados en un reciente estudio. La razón principal es que una buena parte de ese exceso de energía que generamos los humanos al quemar combustibles fósiles, acaba en nuestros mares y océanos.

Los expertos calculan que actualmente absorben entre el 30% y el 50% del dióxido de carbono (CO2) producido por la quema de combustibles fósiles. Si no absorbieran ese exceso de CO2, la concentración atmosférica sería mucho más elevada a pesar de todo lo que ha aumentado este siglo. 

Actualmente esa concentración de dióxido de carbono ya ronda las 420 partes por millón (ppm). Sin la labor de los océanos, mucho de ese CO2 permanecería en la atmósfera y probablemente la concentración llegaría a alrededor de las 500 a 600 ppm.

El estudio, publicado en la revista Advances in Atmospheric Sciences, recoge las observaciones y la investigación de 24 científicos. Todos ellos repartidos por 16 centros de investigación de temas atmosféricos y oceánicos de todo el mundo. La totalidad ha llegado a la conclusión de que la salud de los océanos se está deteriorando.

2022 en lo alto del podio de temperaturas oceánicas cálidas

El estudio, realizado por investigadores en China, Estados Unidos, Italia y Nueva Zelanda, pone de manifiesto que el 2022 ha sido el más caluroso que se ha registrado en los océanos del mundo. El año pasado se estableció y registró un nuevo récord de contenido de calor oceánico (OHC) entre 0 y 2000 metros.

El dato muestra un aumento de aproximadamente 10 Zetta julios (ZJ) más de calor en el océano que en 2021. Un Zetta joule es un julio (unidad de medida de “trabajo” o “calor”) con 21 ceros detrás. Como comparativa, también se menciona que la cantidad extra acumulada en el agua viene a ser 100 veces la generación de electricidad en todo el mundo en 2021.

Ese récord de temperatura avala que los océanos siguen haciendo una gran labor absorbiendo el exceso de energía que generamos. Sin embargo, hasta que alcancemos un escenario de emisiones netas cero, ese calentamiento continuará y seguiremos rompiendo récords de contenido de calor en el océano.

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Los océanos son grandes esponjas de dióxido de carbono y cada año absorben gran parte del exceso de energía que generamos los humanos quemando combustibles fósiles. Fuente imagen: Unsplash

Los océanos actúan como grandes esponjas de calor

El calentamiento global de origen humano conlleva un aumento de las temperaturas de la superficie en prácticamente todo el planeta. Sea tierra o agua, la estamos calentando en algunos casos más que en otros. 

En términos de energía, los océanos absorben alrededor del 90% de ese exceso de calor que generan las emisiones de gases de efecto invernadero. Con ello, ayudan a proteger las superficies terrestres, pero a la vez generan intensas olas de calor marinas. 

Ese aumento térmico en las aguas de mares y océanos, que además extienden cada vez más en el tiempo, ya están teniendo efectos devastadores en la vida submarina.

Por otra parte el exceso de energía ha aumentado la inestabilidad atmosférica y amplificado los fenómenos meteorológicos extremos, como los ciclones tropicales o incluso las borrascas. 

También se están registrando continuos extremos de salinidad del agua. Este último cambio implica que las zonas saladas de nuestros océanos son cada vez más saladas y las dulces cada vez más dulces. 

Son cambios que producen un aumento continuo de la intensidad del ciclo hidrológico y alteran las corrientes oceánicas. Pero la pregunta que se hacen muchos expertos es ¿hasta cuándo nos van a echar un cable nuestros maltrechos océanos?

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Este año han dominado las anomalías de temperatura del agua positivas a pesar de la presencia del Pacífico en La Niña. Fuente imagen: NOAA

La biodiversidad marina está pagando un elevado precio el calentamiento de los océanos

Los expertos llevan años diciendo que el aumento de las temperaturas oceánicas tendrá un importante impacto más allá de lo que ocurra con el clima terrestre. Si aumentamos las temperaturas, provocamos cambios importantes en la estabilidad de los océanos, y aun ritmo mayor de lo que inicialmente se pensaba.

El aumento de la temperatura del agua y la salinidad del océano, también en su punto más alto, contribuyen directamente al llamado proceso de «estratificación», donde el agua se separa en capas que ya no se mezclan.

Esa separación por capas tiene importantes implicaciones, porque afecta el intercambio de calor, oxígeno y carbono entre el océano y la atmósfera, con efectos que incluyen una pérdida de oxígeno en el océano.

Ese proceso de des-oxigenación es uno de los peores escenarios no solo para la vida y los ecosistemas marinos, sino también para los humanos y nuestros ecosistemas terrestres. 

A la par con los océanos, las temperaturas del aire también son año tras año de las más cálidas del registro. Las globales promedio de 2022 no han llegado a tanto, gracias el fenómeno de La Niña. Aun así, ha sido el quinto año más cálido desde que comenzaron los registros en el siglo XIX, según datos el Servicio de Cambio Climático Copernicus.

Calentamiento de océanos para un clima más extremo

Los países de todo el mundo se han enfrentado a una cascada de desastres naturales sin precedentes que el cambio climático ha hecho más probables y mortales. No solo eso, los países más pobres del planeta son los que están sufriendo de forma más directa e intensa las consecuencias de ese cambio. 

Muchos de esos impactos pueden estar relacionados con un océano que se calienta rápidamente pero también con los cambios relacionados en el ciclo hidrológico.

Mientras algunos lugares están experimentando más sequías, lo que conduce a un mayor riesgo de incendios forestales. Otros experimentan inundaciones masivas debido a las fuertes lluvias a menudo respaldadas por una mayor evaporación de los océanos cálidos.

Los expertos afirman que esa cantidad de calor que se queda atrapada en los océanos tendrá graves consecuencias, en un futuro.  Es bastante probable que todos los fenómenos extremos que se predicen hoy para el futuro lleguen mucho más rápido de lo esperado.

Por otra parte, la desoxigenación antes mencionada es un gran hándicap para la vida y los ecosistemas marinos, pero también para los humanos y nuestros ecosistemas terrestres. Si se reduce la diversidad oceánica y el desplazamiento de especies importantes, será a población que de ellas depende la que sufra el impacto directo.