El deshielo del Ártico potenciará la industria en la region

La transformación del Ártico puede tener importantes consecuencias económicas y geopolíticas a medida que pierde hielo

Mario Picazo

El Ártico es la región de la Tierra que más se calienta. Con respecto al resto del planeta entre 3 y 4 veces más. un calentamiento que está transformando de muchas formas como y de que se vive en diferentes zonas de la región. Los expertos consideran que es probable que el cambio climático provoque un aumento de la actividad industrial en la región.

Tampoco hay que olvidar que la transformación del Ártico y la libertad de movimiento que ofrece un escenario cada vez más libre de hielo, es un gran atractivo para algunos países desde un punto de vista estratégico. Pero no solo está cambiando el clima del Ártico. El impacto en la biodiversidad es muy palpable y más allá del entorno natural has cambios que afectan directamente a la actividad humana

Por una parte, sabemos que los nativos de la región ya se han tenido que adaptar a nuevas formas de vida, pero la transformación del Ártico también puede tener importantes consecuencias económicas y geopolíticas. Varios países de la zona han mostrado su interés por este escenario cada vez más accesible. 

Con el rápido deshielo del Ártico se abren nuevas rutas marítimas en la región. foto. Unsplash

El Ártico se calienta a un ritmo imparable

Mientras el calentamiento global promedio desde la era preindustrial (1850-1900) ha sido de aproximadamente 1.2 °C en 2024, el Ártico se ha calentado entre 3 y 4 °C en el mismo período, dependiendo de la estación y la ubicación. Durante los meses de invierno, algunas zonas del Ártico han experimentado un calentamiento de hasta 7 °C.

Hay varios factores que interviene en ese calentamiento, por una parte, la fusión del hielo marino que reduce la reflectividad superficial (albedo). Eso permite que el océano, más oscuro, absorba más calor. De hecho, las temperaturas superficiales en el Atlántico norte han ido aumentando progresivamente en parte por ese aporte de energía. 

También influye lo que en térmicos meteorológicos se conoce como la retroalimentación atmosférica. Se retiene cada vez más humedad y calor debido a los cambios que se están produciendo en la nubosidad y la circulación atmosférica de la región. Un factor que ayuda a sumar más grados.

No hay que olvidar que el transporte de calor oceánico también juega un papel esencial del cambio.  Las aguas cálidas de latitudes más bajas llegan al Ártico con mayor facilidad a medida que el hielo marino se retira. Hay corrientes como la de Golfo que se desplazan más al norte de lo habitual aportando un exceso de energía con el que antes no se contaba. 

La actividad marítima en el Ártico aumentó un 37 % entre 2013 y 2024. Los buques pesqueros son el tipo de embarcación más común en el Ártico, pero se ha observado un aumento en el número de petroleros, gaseros, cruceros y graneleros, según muestran los datos. El aumento de graneleros y transportadores de combustibles fósiles apunta a una creciente actividad industrial en el Ártico, con un aumento del 205% en la distancia recorrida por graneleros en los últimos 13 años. fuente: PAME

Un filón de recursos naturales, un abre ojos

Los pronósticos climáticos que han realizado diferentes centros de investigación, apuntan a que, para finales de esta década, el Océano Ártico podría quedar libre de hielo durante los meses de verano. 

Esa transformación permitiría a los barcos navegar directamente sobre el Polo Norte por primera vez. El rápido deshielo está haciendo que la región sea más accesible que nunca, alimentando las expectativas de un rápido crecimiento industrial en la región. 

Para finales de esta década, el Océano Ártico podría quedar libre de hielo durante el verano

No cabe duda de que toda la región es un gran filón de recursos naturales. Un estudio publicado en 2012 por el USGS (Servicio Geológico de Estados Unidos) ya mostraba que podía generar unos 90.000 millones de barriles de petróleo y cerca del 30% de las reservas mundiales de gas natural no descubiertas.

La extracción de recurosos naturales crece a medida que el hielo desaparece. foto: Unsplash

De lo que más se habla últimamente es de los minerales de tierras raras que parecen ser abundantes en la zona. Solo en Groenlandia parece que hay suficientes reservas de metales como el neodimio y el disprosio. Estos desconocidos elementos se utilizan en la fabricación de turbinas eólicas y vehículos eléctricos, cubriendo al menos una cuarta parte de la demanda mundial futura. 

También hay importantes reservas de cobalto, cobre, grafito y níquel. Los geólogos que conocen la región saben el potencial que tiene en recursos. Pero el problema ha sido siempre poder acceder a ellos. La mayor parte del Ártico es océano, cubierto durante la mayor parte del año por una gruesa capa de hielo marino. 

A medida que se funde el hielo y se hace más fino y menos extenso, la exploración y perforación de petróleo y gas en aguas abiertas es más accesible. Sigue siendo una actividad extremadamente costosa y peligrosa, y la extracción de combustibles fósiles en el Ártico puede llegar a ser entre un 50 y un 100 % más cara que en otras zonas como Texas.

La extracción de recursos de gran interés para muchos países

La fusión del hielo marino facilita cada año más el acceso a los yacimientos de petróleo, gas y minerales. Rusia, Noruega, Canadá, Estados Unidos y otros países tienen interés en la perforación y minería marina en el Ártico. 

En el apartado de tierras raras y minerales esenciales para la tecnología verde en el Ártico, uno de los más interesados por el filón que supone ha sido el presidente Trump. Desde que llegó a la Casa Blanca en enero, ya mostrado un gran interés en varias ocasiones. 

Las rutas marítimas y comerciales también van experimentando una rápida transformación con el deshielo. Por ejemplo, dos importantes rutas marítimas, la ruta del Mar del Norte y el Paso del Noroeste, se abren cada año más tiempo permitiendo el paso de muchos más barcos. 

Lo que antaño era una opción limitada por la cantidad de hielo ahora es más habitual y reduce el tiempo de viaje entre Europa y Asia hasta en un 40 %. Estas rutas más duraderas podrían cambiar la dinámica del transporte marítimo mundial y fomentar el desarrollo de infraestructuras como son los puertos y las estaciones de servicio.

Tampoco hay que olvidar que el calentamiento de las aguas podría favorecer otro reclamo atractivo, el de la pesca comercial. En aguas que antes eran demasiado frías ahora la situación de la fauna marina va cambiando. En algunas zonas subárticas, las temporadas de crecimiento más largas podrían incluso impulsar la agricultura o la silvicultura limitadas.