El Monte Everest ¿crece o decrece cada año? La pregunta del millón (literal)

El Everest sigue elevándose, aunque a un ritmo muy lento, estimado en unos cuatro milímetros por año.

Redacción

El canal de televisión Antena 3 vivió una gala intensa de «Atrapa un millón» el pasado sábado, el popular concurso presentado por Manel Fuentes, en la que una pareja logró llevarse 50.000 euros gracias a su gran memoria contestando a una pregunta con tintes científicos.

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Una de las preguntas clave de la noche giró en torno a una cuestión geológica: ¿el monte Everest crece o decrece? La decisión de uno de sus concursantes, basada en el recuerdo de su profesor de geología, resultó ser acertada. Pero, ¿cuál es la respuesta correcta y cuál es su explicación científica?

El Everest sigue creciendo: la tectónica de placas

El monte Everest, la cumbre más alta del mundo con sus imponentes 8.848,86 metros sobre el nivel del mar (según la última medición oficial de 2020), continúa creciendo. Esto se debe a la dinámica de las placas tectónicas, en particular la colisión entre la placa indoaustraliana y la placa euroasiática.

Hace unos 50 millones de años, la placa indoaustraliana comenzó a chocar con la placa euroasiática, provocando el levantamiento de la cordillera del Himalaya. Este proceso sigue activo en la actualidad, lo que significa que la montaña sigue elevándose, aunque a un ritmo muy lento, estimado en unos cuatro milímetros por año.

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Factores que afectan la altura del Everest

Si bien el Everest crece por la actividad tectónica, hay otros factores que pueden hacer que su altura varíe:

Por ejemplo, los terremotos en la región pueden provocar cambios en la estructura de la montaña. Por ejemplo, el terremoto de Nepal de 2015 redujo ligeramente su altura debido a movimientos en la corteza terrestre.

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Otro factor puede ser la erosión y glaciares. La acción del viento, el hielo y la nieve también desgasta la cima con el tiempo, contrarrestando en parte el crecimiento tectónico. Además, la altura de la montaña también puede variar dependiendo de la cantidad de nieve en la cima en un determinado momento del año.

Medición precisa: el reto científico

Sin embargo, determinar la altura exacta del Everest no es tarea sencilla. En 2020, un equipo de investigadores de Nepal y China realizó la medición más precisa hasta la fecha, combinando tecnologías como el GPS y la altimetría por satélite.

El resultado final situó la altura en 8.848,86 metros, unos 86 centímetros más que la medición anterior de 1954.