El plástico que te estás comiendo sin saberlo

La cantidad de micro-plásticos que ingerimos equivalen a una tarjeta de crédito.

Jessica Rodriguez

Jessica Rodriguez

El plástico se ha convertido en uno de los principales problemas medioambientales de nuestro planeta. No sólo por los daños que genera en nuestros mares y océanos, donde hay millones de toneladas acumuladas, sino también por su contribución al calentamiento global.

Lo cierto es que hay una exagerada dependencia de este componente. Sin lugar a dudas, hablamos de un material muy resistente y útil, pero que tarda cientos de años en degradarse. Y esto supone una verdadera amenaza para los ecosistemas marinos y la biodiversidad.

¿Dónde acaba el plástico?

Hay otros materiales, como el cartón, que se desintegran en cuestión de días sin dejar rastro. Pero la mayor parte del plástico que consumimos acaba en vertederos o sin control. Incluso en la naturaleza. Sólo el 9% del plástico se recicla y casi la totalidad de sus desechos es arrojada a ríos y cuerpos de agua. Y es bien sabido que, si algo es lanzado a un río, posteriormente acaba en mares y océanos.

Aunque un porcentaje considerable de estos residuos se hunde hasta el fondo al mar, otra parte se fragmenta en pequeños trozos debido al efecto del sol y las olas. Esos partículas minúsculas son los llamados micro-plásticos, que surcan nuestros mares y océanos para convertirse en intrusos de la cadena alimentaria.

Por lo tanto, mucho de lo que comemos y bebemos habitualmente contiene estas diminutas partículas de caucho.

El plástico provoca la muerte de peces y otros animales marinos
El plástico provoca la muerte de peces y otros animales marinos. Fuente imagen: Pixabay

Los micro plásticos y los plásticos de mayor tamaño tienden a promover la proliferación de grandes colonias de microbios. Y aunque tenemos muchas razones para evitar el empleo de los plásticos de un sólo uso en nuestro día a día, nuestra salud y supervivencia como especie es, sin duda, la más importante.

Para disminuir el problema que supone este componente para la naturaleza y el ser humano, hay que reutilizarlo todo lo que se pueda. O, por lo menos, asegurarnos de que tenga una larga vida. Al desprendernos de los plásticos reciclados debemos asegurarnos de que vayan al contenedor correcto a la hora de tirar la basura.