En 2022, el doble de superficie en Europa ha ardido

Este verano algunas zonas de Europa han ardido como nunca lo han hecho. Las intensas olas de calor que se han registrado durante los últimos meses sumado a la sequía, han creado un escenario especialmente propicio para que se registren incendios de gran envergadura.

Aunque la cifra sigue aumentando, desde el 1 de enero hasta el 13 de agosto Europa ha visto arder cerca de 660.000 hectáreas. De estas, cerca de 280.000 son españolas. Nuestro país está a la cabeza de los más afectados este verano en el viejo continente. Junto con otros del suroeste como Francia, Portugal o Italia.

España se acerca a la cifra de 300.000 hectáreas calcinadas este 2022.

El dato es realmente alarmante. Y es que, hay que tener en cuenta que ha ardido un 56% más de superficie que durante el anterior año récord que era 2017. Entonces se quemaron cerca de 420,000 hectáreas.

De seguir la tendencia que se dio en 2017, este 2022 Europa podría acabar el año con más de 1 millón de hectáreas calcinadas. Sería con diferencia el peor año desde que arrancaron los registros satelitales precisos en 2006.

Incendios Europa 2022: el centro y el norte, en aumento en la última década

La situación, en términos de sequía y temperaturas extremadamente altas, ha afectado a toda Europa este año. La situación general en la región sigue siendo preocupante.

Todavía estamos en plena temporada de incendios y aún queda verano. Además la estación estival podría alargarse en cuanto a temperaturas elevadas se refiere más que anteriores veranos.

Desde 2010 se ha notado un aumento de los incendios en el centro y norte de Europa. Son países que normalmente no los experimentan en su territorio. Es el caso de Rumania, Austria o Alemania entre otros.

Este verano, en conjunto, la peor parte se la está llevando el suroeste de Europa. Allí las olas de calor y la sequía han sido más extremas.

España, el país con más hectáreas calcinadas

España ha sido el país de Europa más afectado por la llamas en lo que va de año. Hasta la tercera semana del mes de agosto, los incendios han destruido más de 270.000 hectáreas de vegetación. A nuestro país le sigue Rumanía con cerca 170.000 hectáreas y Portugal con más de 90.000.

Estos incendios los monitorea el EFFIS (European Forest Fire Information System). Este organismo utiliza datos satelitales del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera Copernicus (CAMS) de la Unión Europea.

CAMS ya advirtió hace unos días que una gran parte de Europa occidental estaba ahora en «peligro extremo de incendio». Etiquetó varias zonas de España como de ¨alto riesgo¨, incluidas las regiones de Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Aragón y Valencia.

De los 10 peores incendios registrados este siglo en España, 4 han sido en 2022. A la cabeza de todos está el de Tábara, en Zamora, que calcinó 32.528 hectáreas.

También en Zamora el incendio de Ferreras de Arriba ha sido el cuarto más grande del siglo con 28.046 hectáreas. El de Bejís en Castellón es tercero más grande de este año y suma un total de 19.362 hectáreas.

Otros países de Europa también baten récords

En Francia grandes destacamentos de bomberos han estado luchando estos días contra los incendios del norte de la Bretaña.

Más de 60.000 hectáreas se han incendiado en lo que va de año en el país galo. Esto supone seis veces el promedio de todo el año para el periodo comprendido entre 2006 y 2021.

Portugal también ha estado luchando estos días con varios frentes incontrolables de fuego. Uno que había estado ardiendo durante una semana, en el parque natural Serra da Estrela, ya está más controlado. El pasado mes, miles de bomberos pasaron dos semanas tratando de apagar el incendio forestal más grande que ha vivido Eslovenia en su historia moderna.

El peor momento para las olas de calor e incendios en Europa

Las sucesivas olas de calor han provocado incendios forestales en toda Europa este verano. Estos trágicos episodios han puesto en relieve los riesgos que suponen para la sociedad, la biodiversidad y la economía.

Tanto las olas de calor como la posterior sequía han tenido graves consecuencias para los agricultores y los ecosistemas que ya estaban amenazados. 

La sequía está provocando una pérdida de productos agrícolas y otros alimentos. Todo ello, en un momento en que la escasez de suministros y la guerra de Ucrania han provocado un aumento de la inflación.

El popular lago de Garda en Italia se encuentra en el nivel más bajo jamás registrado. Mientras, el nivel del agua a lo largo del río Rin en Alemania corría el riesgo de caer tanto que podría dificultar el transporte de mercancías. Incluido el carbón y la gasolina. 

El cambio climático, detrás de los escenarios de calor, sequía y fuego

Europa arde con más facilidad cada año. Varios estudios relacionados con incendios en Europa y Norte América muestran como ese aumento está directamente relacionado con el cambio climático. 

En Europa, por ejemplo, las zonas afectadas por el fuego son varias. Se encuentran repartidas por el sur, centro y norte del continente. Sin embargo, las que están experimentando un cambio histórico en el régimen de incendios se encuentran principalmente en el área mediterránea. 

Y es que, no hay duda de que el Mediterráneo se ha convertido en uno de los puntos calientes del planeta cuando se trata de incendios forestales. 

La primavera y el verano son las estaciones más activas. Durante los meses que comprenden estas dos estaciones se registran las condiciones más extremas. Esto, evidentemente, favorece la propagación de incendios. 

Los ingredientes esenciales para que el escenario sea cada vez propicio a la hora de iniciar y propagar las llamas son principalmente dos. 

Por una parte, están las cada vez más frecuentes olas de calor. Estas ya recorren amplias zonas del viejo continente y se dan con bastante frecuencia, sobre todo entre junio y septiembre. 

Por otra, las sequías hidrológicas que llegan de cuando en cuando pero que cada vez son más persistentes e intensas.