Energía biomasa: qué es y cómo se puede aprovechar
Biomasa es toda materia orgánica, de origen vegetal o animal, de la que podemos sacar un aprovechamiento energético.
María José Montesinos
Nuestros ancestros utilizaron desde la Antigüedad el fuego de la leña para calentarse y para cocinar. De esta manera tan básica comenzaron a aprovechar la biomasa como fuente de energía.
De lo que no eran conscientes, tal vez, es que hacían uso de lo que hoy se considera una energía renovable, como la solar, la hidráulica o la eólica.
¿Qué es la energía de la biomasa?
Según su definición científica biomasa es toda materia orgánica, de origen vegetal o animal, de la que podemos sacar un aprovechamiento energético.
¿Qué significa la energía de la biomasa?
La biomasa engloba los restos de actividades forestales, agrícolas o ganaderas. También la parte orgánica de los residuos domésticos e industriales. Sin olvidar los desechos de industrias de agroalimentación y de transformación de la madera.
Ejemplos energía biomasa
Residuos forestales y agrícolas
Entre los residuos que se generan en las actividades forestales estarían los restos de madera del clareo del bosque o las podas de jardinería. En el caso de la agricultura, la paja o los sarmientos que quedan después de cosechar cereales o cultivos leñosos.
También cabe sacar energía de los residuos ganaderos. Tradicionalmente, se ha usado la quema de estiércol, que posee un importante potencial calórico.
Aprovechamiento del biogás
El aprovechamiento energético de los purines porcinos para la generación de biogás es otra opción. Permitiría reducir los problemas que producen, como la contaminación de las aguas.
Hay que evaluar pros y contras de la transformación de estiércol y purines en biogás. Es una razón por la que quizá España todavía se ha desarrollo poco en este tipo de aprovechamiento energético.
Purines, estiércol, restos orgánicos y lodos de depuradora también se usan para la energía de biomasa.
Fuera de la ganadería, la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos y los lodos de depuradora ofrecen igualmente la posibilidad de ser tratados para obtener energía a través del biogás.
Sin embargo, aunque cabe calificar como biomasa al biogás obtenido de los residuos orgánicos, con energía biomasa se alude en general a los aprovechamientos de los restos vegetales.
El uso de los restos vegetales procedentes de actividades forestales y agrícolas como recurso energético es un ejemplo de sostenibilidad y economía circular. Se trata de fuentes limpias y renovables, si no se incurre en la sobreexplotación.
Además, el aprovechamiento energético de los residuos de bosques y cultivos puede proporcionar una nueva fuente de ingresos al mundo rural. Y, de esta manera ayudar en la lucha contra la despoblación.
La biomasa vegetal es un combustible casi neutro en cuanto a emisiones de CO2
La biomasa vegetal es un combustible casi neutro en emisiones de CO2. Por ello, puede tener un papel determinante para reducir los gases de efecto invernadero. También ser un actor fundamental en la lucha contra el cambio climático.
Como generadora de energía, la biomasa se utiliza sobre todo para la producción térmica mediante combustión. Principalmente, calefacción y agua caliente para las viviendas.
También se usa la biomasa para la producción de electricidad. Aunque en mucha menor medida, ya que se precisan complejas centrales térmicas. Estas deben contar con grandes calderas que exigen un gran consumo de energía y recursos.
Uso de la biomasa
El aprovechamiento con fines térmicos de la biomasa se obtiene al quemar restos naturales y productos que se elaboran con ellos con esta finalidad. Enseguida se nos viene a la cabeza los troncos de leña troceados para quemar en chimeneas y estufas tradicionales.
Los pellets, hechos de astillas y serrín, son un combustible limpio, y sus cenizas sirven como abono.
Más elaborados, pero también fáciles de encontrar, son los pellets. Son pequeños cilindros hechos con astillas, serrín y otros restos de madera que comercializan para su combustión en calderas, de casas individuales o comunidades. Tras la combustión, sus cenizas pueden utilizarse como abono.
De manera menos elaborada, también se consumen restos leñosos, tanto forestales como agrícolas, reducidos a astillas, para aprovechar la energía que libera su combustión.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de la energía de biomasa?
Es energía solar acumulada
La energía que contiene la biomasa es energía solar almacenada a través de la fotosíntesis. Por eso, la combustión de biomasa no contribuye al efecto invernadero. Y es que el carbono que se libera al quemarla ha sido absorbido por las plantas durante su crecimiento.
Huesos de aceituna, cáscaras de almendra, piñones y orujillos de aceite y uva se usan también en biomasa.
Con el tiempo, a la leña y los pellets de restos vegetales se han sumado otras materias también naturales. Huesos de aceituna, cáscaras de almendra, piñones y orujillos de aceite y uva son algunos ejemplos. Estos también se usan para generar energía de biomasa a través de su combustión.
Hay que señalar que las modernas calderas de biomasa no producen humos como las arcaicas chimeneas de leña. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) explica que sus emisiones son “básicamente parte del CO2 captado por la planta origen de la biomasa y agua”.
Es importante que la biomasa se produzca cerca de donde se consume.
Para que esta biomasa vegetal sea lo más sostenible posible es importante que su aprovechamiento energético se produzca lo más cerca posible de su lugar de producción. De esta manera, la huella de carbono de su transporte no estropee su balance neutro en emisiones.
Puede servir para sanear los bosques y reducir los incendios
El aprovechamiento de los restos vegetales extraídos del clareo de los bosques como combustible para calderas de biomasa facilitaría el saneamiento de los bosques, ayudaría a combatir las plagas e insectos y a rebajar el riesgo de incendios.
Lo mismo en el caso de los rastrojos y podas agrícolas, que de manera tradicional se eliminan mediante su quema en el campo, con las amenazas que conlleva.
Pondría en valor el mundo rural
Además, supondría un nuevo recurso económico para los agricultores y la valorización de una materia que hasta ahora era considera sólo como un desecho.
España podría tener un importante vector energético en la biomasa ya que, pese a lo que podamos pensar, es el tercer país europeo por recursos forestales, solo superado por Suecia y Finlandia.
Otras ventajas de la utilización de la biomasa como recurso energético frente a combustibles fósiles es la disminución de las emisiones de azufre, de partículas y de contaminantes, como los óxidos de nitrógeno.
El IPCC recomienda que la biomasa sea el 46% de la energía mundial en 2100.
El Panel lntergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), recomendaba aumentar la cuota de biomasa en la producción mundial de energía y pedía situarla entre el 25 y el 46% antes de 2100.