¿Por qué hay tantos episodios de calima? ¿Tiene el cambio climático algo que ver?

Este año parece que ha habido muchos episodios de calima. No obstante, ¿es así? De ser así, ¿tiene algo que ver el cambio climático?

Roberto Granda

Roberto Granda

Uno de los episodios meteorológicos más frecuentes que estamos viendo en los últimos años son las entradas de calima. Aunque suelen afectar a las Islas Canarias, la entrada de polvo en suspensión llega cada vez con más frecuencia también a la Península, enturbiando principalmente los cielos del sur y este peninsular.

Las intrusiones de polvo en suspensión procedente del Sáhara tiñen el ambiente de un color naranja intenso, como esta entrada masiva de calima que dejó cielos que parecían sacados de una película en la primavera de 2022.

Estos episodios de calima hace que surjan distintas dudas muy generalizadas. ¿Es cierto que, desde 2022, han habido muchos episodios de calima? ¿A qué se debe? ¿Está el cambio climático detrás? Resulta interesante responder a estas preguntas desde un análisis objetivo.

¿Es verdad que hemos tenido muchos episodios de calima?

De acuerdo a un estudio realizado con datos entre 2004 y 2009, alrededor del 30% de los días del año hay cierta presencia de polvo en suspensión en el sureste peninsular.

El valor desciende al 18% en el centro peninsular y el 10% en el noroeste. La mayoría son de baja intensidad, y suelen concentrarse en verano.

Episodios como el de marzo de 2022 en la península Ibérica son extremos, y son muy raros. Entre cada uno de ellos hay numerosos episodios más cortos, menos intensos y que no generan tanta impresión a nivel social.

Cabe destacar que, en la península, los eventos de calima suelen ir asociados a la presencia de una profunda vaguada o una depresión aislada al suroeste u oeste peninsulares. Si se sitúan aquí y al radio de acción es relativamente amplio, en su flanco este arrastrarán aire del Sáhara, con calima.

Sin embargo, ¿se han incrementado? Para poder dar una respuesta certera, habría que realizar un análisis en profundidad sobre lo acontecido en las últimas décadas y conocer bien su relación con el cambio climático.

El mayor impacto sobre la población que están teniendo las situaciones de calima en los últimos años en España está generando un mayor interés acerca de saber si en los próximos años serán más habituales. Sin embargo, hay algunas cosas que sí se pueden afirmar.

Los cambios en la atmósfera

Algunos estudios han analizado cómo la corriente en chorro cada vez está más meandrizada en el hemisferio norte. Esta meandrización implica que se producen más dorsales y vaguadas, pudiendo además generarse de forma más reiterada depresiones aisladas.

Sumado a eso, los datos indican que el anticiclón de las Azores se ha desplazado al norte en las últimas décadas.

¿Qué quiere decir esto? En primer lugar, el desplazamiento al norte del anticiclón implica que los vientos predominantes en las Islas Canarias, que son los alisios (noreste) puedan ser reemplazados de forma más frecuente por los vientos de este o sureste.

Estos son los responsables de arrastrar polvo desde el interior del continente africano.

En un período de 8 años, hubo un total de 574 días de intrusión de polvo en las Islas Canarias. Fuente imagen: Nasa Earth Observatory

A su vez, que se puedan aislar más depresiones o que haya vaguadas profundas de forma más habitual implica que los vientos de sur pueden incrementarse sobre la península. Si las condiciones son favorables, estos vientos arrastrarán consigo calima.

¿Cómo se relaciona todo esto con el cambio climático? La mayor meandrización de la corriente en chorro parece responder al menor gradiente término norte-sur durante el invierno, lo que impide que la corriente en chorro sea potente, y no tan meandrizada.

Los episodios de calima son más frecuentes en Canarias y menos en la Península

Otro estudio concluyó que, en un período de 8 años, hubo un total de 574 días de intrusión de polvo en las Islas Canarias. Su duración media es de 4.7 días, y los episodios más largos son los que se dan entre abril y septiembre.

La frecuencia e intensidad de estos episodios podría incrementarse.

En la Península Ibérica, a falta de estudios más detallados, el verano suele ser la época con más polvo en suspensión. No obstante, en el resto del año se pueden dar (y de forma muy intensa) si las condiciones son propicias.

La calima es una realidad del clima del territorio español. Tiene efectos beneficiosos para el medio natural, pero también puede llegar a ser muy perjudicial para la salud humana. Lo mejor que se puede hacer es la adaptación.

Así mismo, hay que evitar riesgos cuando las situaciones sean complicadas. En el futuro, las proyecciones indican que la frecuencia e intensidad de estos episodios podría incrementarse.