¿Es posible la siembra de nubes? La explicación aquí
Hay varias maneras de realizar la siembra de nubes. Las más comunes son en las que se utilizan sustancias como el yoduro de plata
Mar Gómez
No hace tanto tiempo, cuando se veía llegar una tormenta que amenazara los frondosos cultivos con el temido granizo, se intentaba ahuyentar a las nubes haciendo repicar las campanas de las iglesia. Otros, pensando más a lo grande, lanzaban cohetes de feria hacia el cielo o, incluso, se recurría a cañonazos.
Sin embargo, no fue hasta poco después de la II Guerra Mundial, cuando se empezó a concebir lo que hoy se conoce como la “siembra de nubes”. Desde entonces se han creado hasta un total de 34 empresas privadas alrededor del mundo que viven de la siembra de nubes.
También están utilizando estas técnicas gobiernos, como el chino, que cosecha nubes en 22 de sus 23 provincias tanto para combatir la polución en las grandes ciudades como para mejorar las lluvias para la agricultura.
Siembra de nubes con yoduro de plata
Dependiendo del clima y del lugar hay varias maneras diferentes para realizar la siembra de nubes. Las más comunes son en las que se utilizan sustancias como el yoduro de plata, o en las que se usa hielo seco o dióxido de carbono congelado. Para que tenga eficacia es necesario que la nube contenga agua sobreenfriada o en estado líquido por debajo de cero grados.
Dependiendo del clima y del lugar hay varias maneras diferentes para realizar la siembra de nubes
¿Cómo actúan? Lo primero que hay que hacer es lanzar el yoduro de plata, que tiene una estructura muy parecida a la del hielo. Estas partículas actúan como núcleos de condensación que son necesarios para que se produzca la condensación de vapor de agua presente en nuestra atmósfera. Al condensarse el vapor de agua dan lugar al proceso de formación de la nube y se produce la precipitación.
También existe el procedimiento opuesto: el lanzamiento desde un cañón en tierra del yoduro de plata hacia una tormenta que se aproxima. Esta sustancia se lanza a cierta altura en el cohete que explosiona, formando más cristales de hielo y el granizo se hace más pequeño o se convierte en lluvia precipitando.
El problema de esta práctica, que no es el de resecar las nubes, es que se puede cambiar el balance energético de la tormenta, produciéndose efectos no deseados poco predecibles, como es la caída de granizo de mayor tamaño en zonas próximas, o formación de otras tormentas.
En cualquier caso, nada esta demostrado ya que no sabemos cómo se comportaría una tormenta determinada si la sembramos o no con yoduro de plata.
Otros sistemas para sembrar nubes
En algunas otras zonas más cálidas como la India está ganando en popularidad el realizar la siembra de nubes utilizando materiales higroscópicos como la sal. Las moléculas de agua son atraídas por la sal, por lo que sirve para atraerlas, unirlas y crear con ellas gotas de agua.
Estas técnicas preocupan a algunas personas porque el yoduro de plata en grandes concentraciones puede ser perjudicial para la salud. Pero estudios realizados en Estados Unidos han determinado que la cantidad de este compuesto en los copos de nieve creados de forma artificial es tan pequeño que resulta prácticamente indetectable.
De hecho, se han detectado mayores cantidades en sitios en los que ni siquiera se han utilizado técnicas de cosechado de nubes.