España se enfrentará a más DANAS de «segunda generación» según este catedrático
El aumento de las DANAS está modificando la dinámica de las lluvias en España. Jorge Olcina, Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante, analiza esta tendencia.
Mar Gómez
Las DANAS (depresiones Aisladas en Niveles Altos) han ocupado las portadas de todos los medios estas últimas semanas debido a la intensidad de la torrencialidad de sus lluvias y sus efectos devastadores.
Jorge Olcina, Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, señala que las DANAS (Depresiones Aisladas en Niveles Altos) están experimentando un incremento en frecuencia en las últimas dos décadas en la Península Ibérica y el Mediterráneo.
Según diversos estudios, en comparación con el periodo comprendido entre los años 50 y 90, se calcula un aumento de entre el 12 y el 15 % en la formación anual de DANAS, lo que eleva la probabilidad de eventos de lluvias intensas. Esto le hace confirmar que nos encontramos ya ante «DANAS de segunda generación».
DANAS más frecuentes y con mayor carga energética
El fenómeno de las DANAS actuales no solo es más recurrente, sino también más intenso. Según Olcina, estas formaciones podrían denominarse «DANAS de segunda generación», ya que incorporan una mayor carga energética debido al aumento del calor acumulado en las aguas del mar Mediterráneo. Este calor, transferido durante los procesos de condensación, genera nubosidad convectiva muy activa, capaz de producir precipitaciones torrenciales.
«Las DANAS de los últimos años están asociadas a un calor acumulado en el Mediterráneo que incrementa su intensidad, generando lluvias más fuertes y localizadas», afirma Olcina en una entrevista con Eltiempo.es.
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El catedrático destaca que estas situaciones de alta inestabilidad están transformando los patrones de precipitación en la región. Las lluvias son ahora más intensas y torrenciales, descargándose en forma de trombas. Este tipo de precipitación tiene consecuencias importantes, ya que es menos aprovechable para el suelo y genera más perjuicios que beneficios.
«No está lloviendo de manera uniforme o moderada, sino de forma torrencial, lo que dificulta la absorción del agua y aumenta los riesgos de inundaciones»
Factores climáticos y perspectivas futuras
Este incremento en las DANAS y la intensidad de las lluvias torrenciales se vinculan directamente con el cambio climático y el aumento de las temperaturas globales, especialmente en el Mediterráneo. Según Olcina, la interacción entre el calor del agua y la atmósfera está creando condiciones más propicias para fenómenos extremos.
El análisis de expertos como Jorge Olcina pone de relieve la necesidad de adoptar medidas adaptativas frente a estos cambios en los patrones climáticos, que seguirán condicionando la vida en el Mediterráneo y la Península Ibérica en las próximas décadas.
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Además, el mar Mediterráneo, más cálido de lo normal (ya cada vez más cálido por el calentamiento global) a finales de verano es un ingrediente extra a la hora de aportar humedad en Levante.
Esta agua cálida actúa como un «combustible» para las tormentas. A medida que el aire sobre el Mediterráneo absorbe esta humedad adicional y luego se encuentra con masas de aire frío en altura, se generan condiciones perfectas para la formación de lluvias intensas y tormentas torrenciales.
Este fenómeno no solo agrava la intensidad de las DANAs, sino que también incrementa la frecuencia y magnitud de lluvias que pueden resultar en inundaciones graves y rápidos desbordamientos de ríos.
Más DANAs en Europa… y ¿en España?
Tenemos DANAs documentadas desde hace siglos pero ahora tenemos DANAs que son diferentes en varios sentidos.
Ha cambiado su estacionalidad: antes eran típicamente otoñales (como esta pero ahora suceden en otros momentos del año. Son un 15% mas frecuentes que en los años 80.
Y son más destructivas: el Mediterráneo acumula más energía, que luego puede descargar violentamente. Además tenemos gran parte de las viviendas en áreas inundables lo que empeora la situación.