¿Está el cambio climático elevando el terreno en algunas regiones del planeta?
A medida que se reduce el agua subterranea que aporta la lluvia el terreno se seca y se abomba como consecuencia del Cambio Climático
Mario Picazo
En ciertas partes del mundo, el terreno parece estar elevándose de forma imperceptible. Un caso notable es el de Sudáfrica, donde algunas zonas ascienden lentamente a razón de hasta 2 milímetros al año sobre el nivel del mar.
Aunque durante años se atribuyó este fenómeno a cambios naturales en la corteza terrestre, un nuevo estudio sugiere que el cambio climático también podría estar implicado.
Esta transformación ha sido documentada por investigadores de la Universidad de Bonn (Alemania), quienes, utilizando mediciones satelitales y datos de estaciones GPS, han detectado un patrón de ascenso vinculado no solo a procesos geofísicos, sino también a la pérdida de agua subterránea provocada por sequías cada vez más frecuentes.

Un bloque estable que también se eleva
Sudáfrica se asienta sobre una zona relativamente estable de la corteza terrestre. Es conocida como el cratón de Kaapvaal, una de las estructuras geológicas más antiguas del mundo. No obstante, incluso este «bloque estable» puede elevarse gradualmente, lo que explica la ligera subida de algunas áreas respecto al nivel del mar.
La red de sensores GPS del gobierno sudafricano detectó un aumento medio de 6 milímetros entre 2012 y 2020. Hasta ahora, la teoría más aceptada atribuía este ascenso a un gran conducto subterráneo que transportaría material caliente. Lo haría desde las profundidades del planeta hacia la superficie. Sin embargo, los científicos alemanes han propuesto una explicación alternativa relacionada con la evolución del clima.

Sequías, cambio climático y elevación del suelo
Las investigaciones indican que la intensa sequía provocada por el cambio climático también estaría contribuyendo al levantamiento del terreno. Aunque no todo el territorio sudafricano se eleva, sí se observan incrementos en regiones específicas.
La correlación de datos revela que las zonas más afectadas por sequías severas experimentaron un ascenso del terreno particularmente pronunciado. Este patrón ha sido confirmado cruzando observaciones de superficie con los datos de la misión satelital GRACE, que monitoriza las variaciones gravitacionales y el almacenamiento de agua en la Tierra.
El mecanismo es comparable al de una esponja comprimida: cuando desaparece la presión que ejerce el agua sobre el terreno, este se expande y se abomba. Cuanta menos masa de agua existe en una región, mayor es el levantamiento detectado en las estaciones GPS.
Este fenómeno no se debe exclusivamente a las sequías inducidas por el cambio climático. La sobreexplotación de acuíferos también puede contribuir al ascenso del terreno. La extracción masiva de agua subterránea altera la presión interna de los suelos, un efecto que se está observando cada vez con mayor frecuencia en distintas regiones del mundo.
El análisis de los cambios en el terreno, especialmente durante períodos de sequía extrema como el vivido en Ciudad del Cabo entre 2015 y 2019, permite estimar la disponibilidad de agua y anticipar medidas de gestión hídrica. Estos datos son esenciales para planificar restricciones o campañas de concienciación antes de que la falta de agua se convierta en una crisis.