Estado de los embalses: en uno de sus peores niveles en 30 años

Estamos a punto de dar comienzo a los dos meses más cálidos y secos del año: julio y agosto. Estos dos meses se caracterizan por sus elevadas temperaturas, que aumentan la pérdida de agua por evapotranspiración, y las escasas precipitaciones.

Así pues, el estado de los embalses se torna crucial en estas fechas: el consumo de agua se dispara. ¿Son las perspectivas preocupantes?

Mal estado de los embalses: al 43,4% y bajando rápidamente

Según los datos facilitados por los organismos oficiales, a día 28 de junio, el estado de los embalses de uso consuntivo (es decir, para consumo) es bastante malo. Nos encontramos con unas reservas que están en el 43,4% de la capacidad total.

Ello que supone estar casi 20 puntos por debajo de lo que sería normal (63%). En conjunto, estamos un 31% por debajo de la media.

El año pasado en esta misma semana, por ejemplo, la reserva era del 51,3%. Como vemos, este año vamos muy por debajo de los años anteriores. La situación es, además, especialmente preocupante en la vertiente atlántica. Como ya contamos, es una región que lleva años arrastrados de déficit, que se ha visto acentuado este 2022 como norma general.

En la cuenca del Tajo apenas rondan el 43,5%, siendo la tercera que más capacidad tiene del país. La situación más preocupante, no obstante, está en las cuencas del Guadiana y del Guadalquivir. Ambas se encuentran por debajo del 30%, y sus descensos semanales están siendo notorios.

Sin lluvia desde hace semanas en muchas regiones

Mayo fue un mes muy cálido y seco en gran parte del país, y junio tiene pinta de que seguirá un camino similar. Tanto es así, que hay sitios como Badajoz donde encadenan más de 50 días sin ver la lluvia. Esta misma realidad se repite por casi todo el suroeste peninsular. Allí donde la racha seca no es tan larga, es debido a que ha descargado alguna tormenta.

Esta misma realidad se repite por otras zonas del interior del país, así como del sureste. En algunas regiones de la vertiente mediterránea sí ha llovido algo más, y en el Cantábrico y Galicia el mes de junio está siendo algo más lluvioso. Son de las pocas regiones que acabarán este mes con superávit.

Sin embargo, las tormentas no suelen ser capaces de solucionar las reservas de agua. En esta época, además, el terreno está muy seco, por lo que buena parte del agua que pueda precipitar acaba filtrándose hacia el subsuelo.

A menos que las tormentas dejen precipitaciones excesivas, no suelen repercutir en nada en la situación de los embalses.

Malas perspectivas

El verano es una época en la que en nuestro país las reservas de agua se ven fuertemente mermadas. La suma de la evapotranspiración y las escasas precipitaciones propias de la estación estival hacen que, salvo que se dé una situación muy anómala, las perspectivas sean malas.

Para septiembre las reservas podrían estar en uno de los niveles más bajos de los últimos 30 años. Si el otoño viene también seco, las restricciones de agua podrán ser necesarias y fuertes en muchas regiones del país, especialmente en la vertiente atlántica.