Este es el primer mapamundi de las emisiones de metano

Las emisiones de metano derivadas de la producción de petróleo y gas suponen el 12 por ciento del las emisiones de este gas de efecto invernadero

Mario Picazo

Mario Picazo

El metano es uno de los gases de efecto invernadero que más protagonismo ha ganado durante los últimos años. Después del dióxido de carbono, es el segundo gas contaminante que más amplifica el efecto invernadero. Los expertos advierten que en un futuro contribuirá más aún al calentamiento global del planeta. 

Por primera vez, expertos de Estados Unidos y Francia, usando datos de satélites, han  construido un mapa global de los principales focos de emisión de metano. Es una fuente de datos que va a permitir a investigadores de todo el mundo ubicar aquellos puntos del planeta donde más metano se emite durante determinados procesos.

Un gas con múltiples fuentes de emisión

Las fuentes de emisión del metano son múltiples. Las actividades humanas que dependen de la quema de gas natural aportan un buen porcentaje del gas, pero también algunos cultivos como el del arroz o la ganadería extensiva. Las fugas y filtraciones de gas en explotaciones de petróleo y gas suman, aunque en menor cantidad, a la hora de aumentar su concentración. 

Las zonas pantanosas son fuentes naturales que emiten grandes cantidades de metano por todo el planeta.

También hay fuentes naturales donde el metano llega a la atmósfera debido a la descomposición de materia orgánica procedente de zonas pantanosas o filtraciones de gas del subsuelo. Este último proceso se ha visto amplificado recientemente en zonas del ártico debido al deshielo acelerado que se está produciendo. 

Satélites para observar de cerca la evolución de las nubes de metano

Los datos obtenidos con el Instrumento de Monitoreo de la TROPOsfera (TROPOMI) del satélite de observación de la Tierra Sentinel-5P (proyecto Copernicus de la Agencia Espacial Europea, ESA) han permitido a un grupo de científicos de Estados Unidos y Francia elaborar un mapa de los principales focos de emisiones de metano procedentes de la producción de combustibles fósiles. 

Estudios como este, que proporcionan la posición exacta y magnitud de grandes focos emisores de metano, son fundamentales para controlar las emisiones por todo el mundo. Habitualmente los datos de los satélites son bastante precisos y difieren de los que llegan de fuentes gubernamentales y empresas calculados o medidos en superficie. 

Mapa de la ubicación de los principales gasoductos y las principales fuentes de emisiones de metano relacionadas con la industria del petróleo y el gas. Fuente: ESA

Los expertos apuntan que a medida que se vayan desplegando más satélites estos próximos cinco años, algunos detectarán metano con una resolución incluso mucho mayor.  Así podrán identificar aquellas instalaciones individuales de petróleo y gas que emiten más metano para que puedan resolver el problema.

Según Paul Palmer, profesor de Geociencia en la Universidad de Edimburgo, con los sensores de última generación que se instalarán en los satélites estos próximos años, va a ser más difícil para la industria del petróleo y el gas camuflar esas fugas, sean involuntarias o no.

Detectar fugas de metano puede ahorrar millones y reducir el calentamiento global

El estudio realizado usando datos de 2019 y 2020 concluye que estas fuentes representan hasta el 12 por ciento de las emisiones globales de metano procedentes de la producción y transmisión de petróleo y gas.

Las emisiones de metano debido a fugas del gas procedentes de la producción de gas y petróleo suponen el 12 por ciento de las emisiones globales

Tapar estas fugas, supondría para los países emisores un ahorro de miles de millones de euros. A la vez, según cálculos realizados con modelos numéricos, se evitaría un calentamiento global de entre 0.005 °C y 0,002 °C.

En las imágenes de satélite se divisan penachos que cubren grandes extensiones. A veces se extienden hasta 300 kilómetros, aunque se cree que las fugas son en su mayoría involuntarias.

El año pasado, durante las reuniones de la COP26 en Glasgow, alrededor de 100 países prometieron reducir las emisiones de metano para 2030.

El metano suele escaparse de las instalaciones de petróleo y gas durante las operaciones de mantenimiento, mientras se repara una válvula o una tubería. También de las estaciones de compresión, instalaciones que mantienen el flujo y la presión del gas natural.

Se han detectado 1.800 puntos repartido por el planeta que emiten grandes cantidades de metano cada hora.

1.800 focos ultra-emisores de metano que contribuyen al calentamiento global

El proyecto de investigación ha permitido detectar 1.800 puntos que emanan grandes cantidades de metano, focos ultra-emisores que arrojan a la atmósfera 25 toneladas por hora de metano o más

1.200 de estos puntos se encuentran en instalaciones de petróleo y gas, mientras que el resto proviene de la agricultura, de minas de carbón y de la gestión de residuos. 

De conseguir eliminar las emisiones derivadas de las instalaciones de petróleo y gas, se conseguiría evitar el equivalente a la emisión de metano de 20 millones de automóviles.

El estudio ha tenido especial interés en descubrir los focos de emisiones de metano en países como Rusia, Turkmenistán, Estados Unidos, Irán, Kazajstán y Argelia. Países, donde los registros  de emisiones de metano en superficie publicados por empresas y organizaciones públicas, son dudosos.

Los datos obtenidos tienen un alto valor dado que permiten saber con detalle cuales son las instalaciones de gas y petróleo problemáticas en el mundo. Una vez localizadas, se puede buscar una solución para evitar innecesarias emisiones de metano que a larga solo seguirán amplificando el calentamiento global de la tierra.