Los gases de efecto invernadero y el calentamiento global
Los gases de efecto invernadero son un conjunto de gases atmosféricos que son capaces de absorber y emitir radiación infrarroja. El principal gas de efecto invernadero es el, junto al vapor de agua, el dióxido de carbono, cuya concentración se ha disparado en los últimos años fruto de las emisiones.
¿Qué son los gases de efecto de invernadero y cuáles son los principales?
Los gases de efecto invernadero son gases que tienen la capacidad de absorber y emitir radiación infrarroja. Es un tipo de radiación que emiten muchas superficies de nuestro planeta y que depende directamente de la temperatura que tengan.
Al absorber parte de esa radiación, la vuelven a emitir, aportando energía extra a nuestra atmósfera y así actuando de manera similar a un invernadero.
Los principales gases de efecto invernadero en la atmósfera terrestre son el vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno y ozono.
Gracias al efecto de retención y re-emisión de energía que llevan a cabo estos gases, la temperatura media de la atmósfera terrestre en la actualidad es de unos 15 grados. Sin ellos, la temperatura rondaría los 18 grados bajo cero, y nuestro planeta sería mucho más frío.
¿Cuánto ha aumentado la concentración de gases de efecto invernadero?
La concentración de dióxido de carbono (CO2), la que sirve de referencia a nivel global, se mide desde 1958 en el Observatorio Mauna Loa, situado en lo alto de la isla de Hawaii, Estados Unidos.
Cuando empezaron las mediciones, los valores de la concentración global de CO2 estaban en torno a las 315 partes por millón (ppm). En mayo de 2019, esas mismas mediciones han arrojado valores cercanos a 415 ppm. A parte de aumentar en concentración, el dióxido de carbono es un gas que permanece en la atmósfera miles de años.
Otro de los principales gases de efecto invernadero es el metano (CH4). Desde 1750, su concentración en la atmósfera ha aumentado un 150%. En la actualidad, contribuye un 20% al calentamiento global del planeta. El metano es 21 veces más eficiente absorbiendo radiación que el dióxido de carbono, aunque solo permanece en la atmósfera unos 10 años.
Los compuestos de nitrógeno, como el dióxido de nitrógeno (NO2) o el óxido nitroso (N2O), también pueden contribuir a intensificar el efecto invernadero. Desde comienzos de este siglo, debido sobre todo al deshielo de las regiones del Ärtico, se han liberado grandes cantidades de estos dos gases junto con el metano, y todos ellos pueden contribuir al calentamiento global de la Tierra.
Normalmente, atrapados en el subsuelo helado del Ártico (permafrost), a medida que este se ha ido descongelando por el aumento de las temperaturas, se han ido liberado.
El óxido nitroso es 300 veces más potente que el CO2, atrapando radiación terrestre y, por lo tanto, un gas muy eficiente a la hora de calentar el aire.
Finalmente, no podemos olvidarnos del vapor de agua, es el gas de efecto invernadero más abundante en nuestra atmósfera, y aunque es un elemento natural no derivado directamente de actividades humanas, forma parte del ciclo hidrológico terrestre.
A medida que calentamos la atmósfera y los océanos, aumenta su concentración y, por lo tanto, su aporte energético al calentamiento global.
En un planeta más cálido, también esperamos que dentro del ciclo hidrológico se produzcan cambios que lo lleven a ser más abundante en estado gaseoso y, por consiguiente, a amplificar su papel como gas efecto invernadero.
¿Cuáles son las principales fuentes emisoras de estos contaminantes?
Los datos de las principales fuentes emisoras de contaminantes que contribuyen a la amplificación del efecto invernadero varían con relativa frecuencia de un año a otro a medida que se van implementando nuevas alternativas energéticas.
En la actualidad, entre los principales factores contaminantes destacan las emisiones de vehículos que emplean combustibles fósiles, la ganadería intensiva, el consumo elevado de la energía eléctrica ya sea en nuestros hogares u otros entornos, las emisiones de fábricas, la deforestación y el bajo uso de técnicas de reciclaje.
Por lo que a compuestos como el metano o el óxido nitroso se refiere, el deshielo de amplias regiones del Ártico está contribuyendo a aumentar las concentraciones de estos gases cada vez más importantes en el global del calentamiento global, pero aún considerados secundarios.
A nivel global, China y Estados Unidos son los países que más emiten gases de efecto invernadero. En la Comunidad Económica Europea encabeza la lista Alemania, seguida de Reino Unido y Francia. España es el sexto país europeo que más contribuye con sus emisiones a incrementar el efecto invernadero del planeta.
¿Qué sectores económicos emiten más gases de efecto invernadero?
La producción de electricidad y energía emitían en 2010 el 25% del total de gases de efecto invernadero. La quema de carbón, gas natural, y gasolina (combustibles fósiles) proporciona la mayor cantidad de gases de efecto invernadero a nuestra atmósfera.
La agricultura, es decir los cultivos y la ganadería, aportan un 24%, aunque este dato no contempla la parte que los ecosistemas eliminan de la atmósfera a través de la biomasa, la materia orgánica y los suelos.
Un 21% procede de la industria, principalmente de fuentes relacionadas con la industria metalúrgica y de transformación de minerales.
El transporte vía el consumo de combustibles fósiles añade otro 14% del global. Coches, aviones, trenes y barcos son los medios de transporte más utilizados y su funcionamiento se basa principalmente en el uso de productos derivados del petróleo.