Glaciares: qué son, cómo se forman y por qué su desaparición es una amenaza global

Los glaciares son clave para el equilibrio del planeta, pero su desaparición avanza rápidamente. Descubre por qué se derriten y qué consecuencias tiene.

Elisabeth Lahoz

Los glaciares son masas de hielo en movimiento que almacenan buena parte del agua dulce del planeta. Su retroceso acelerado por el cambio climático representa una amenaza global, al influir en el nivel del mar, el abastecimiento de agua y la estabilidad de los ecosistemas.

¿Qué es un glaciar?

Un glaciar es una gran masa de agua helada formada por la acumulación y compactación de nieve a lo largo del tiempo. Aunque parezcan inmóviles, estos cuerpos de hielo se desplazan lentamente movidos por la gravedad y se hallan sobre todo en regiones polares y zonas de alta montaña.

Diferencias entre glaciares, icebergs y capas de hielo

Los glaciares son masas de hielo terrestre en movimiento, mientras que los icebergs son fragmentos de hielo que se desprenden de glaciares o plataformas de hielo y flotan en el océano. Por su parte, las capas de hielo, como las de la Antártida y Groenlandia, cubren grandes extensiones y pueden superar los 3000 metros de espesor.

¿Cómo se forma un glaciar?

Un glaciar se forma cuando la nieve acumulada en una región fría no se derrite por completo en verano y se compacta bajo su propio peso durante siglos. Con el tiempo, la presión transforma la nieve en hielo denso que fluye lentamente.

El derretimiento de los glaciares se ha acelerado en las últimas décadas. Foto de Francesco Ungaro en Pexels.

Factores que influyen en la formación de un glaciar

Temperatura y clima

El frío intenso es clave para que la nieve se acumule sin derretirse, permitiendo la formación del glaciar. Las variaciones climáticas determinan su crecimiento o retroceso.

Precipitación y acumulación de nieve

Para que un glaciar se forme, es esencial que haya nevadas constantes. Sin suficiente precipitación, el hielo no puede engrosarse ni mantenerse.

Altitud y latitud

La altitud elevada y la cercanía a los polos favorecen la existencia de glaciares, ya que las temperaturas son más bajas y la nieve se conserva durante más tiempo.

La dinámica del movimiento glaciar: cómo se desplazan los glaciares

Los glaciares fluyen lentamente debido a la fuerza de la gravedad y la presión interna del hielo. Su movimiento puede ser por deslizamiento sobre el suelo o por deformación interna del hielo, lo que moldea el paisaje y forma valles y lagos.

Tipos de glaciares y sus características

Glaciares de montaña o de valle

Son glaciares que descienden por valles de montaña, adaptándose a su relieve y formando paisajes escarpados.

Glaciares de circo

Se encuentran en depresiones montañosas en forma de anfiteatro y son el origen de muchos glaciares de valle.

Glaciares de meseta o de casquete

Son masas de hielo que recubren extensiones relativamente grandes en zonas montañosas o altas mesetas.

Glaciares continentales: Groenlandia y la Antártida

Son enormes capas de hielo que cubren grandes regiones y almacenan la mayor parte del agua dulce de la Tierra. Más del 80 % del área total de glaciares está en la Antártida.

Glaciares colgantes y glaciares de marea

Los glaciares colgantes terminan abruptamente en acantilados o valles, mientras que los de marea llegan hasta el mar y pueden desprender icebergs.

Groenlandia, Ártico. Foto de Christian Pfeifer, Pexels.

La importancia de los glaciares para el planeta

Los glaciares regulan el clima, almacenan agua dulce y reflejan la radiación solar, ayudando a mantener el equilibrio térmico global. Su desaparición altera los ecosistemas y compromete la disponibilidad de agua en muchas regiones.

¿Por qué se están derritiendo los glaciares?

Aumento de la temperatura global

Los glaciares cubren el 10 % de la superficie terrestre. Sin embargo, el calentamiento global debido a las emisiones de CO2 y otros gases invernadero está acelerando la fusión del hielo y provocando su retroceso en todo el mundo.

Reducción de precipitaciones en zonas frías

Menos nevadas significan menos acumulación de hielo, lo que impide el crecimiento de los glaciares y favorece su desaparición.

Contaminación y efecto de partículas de carbono negro

El hollín y otras partículas contaminantes oscurecen la superficie del hielo, haciendo que absorba más calor y se acelere el deshielo.

Zonas más afectadas por la desaparición de los glaciares

Alpes europeos

Los glaciares alpinos han perdido gran parte de su volumen en las últimas décadas, afectando a los recursos hídricos y el turismo en esta región.

Andes sudamericanos

Muchos glaciares andinos están amenazados, poniendo en peligro el suministro de agua en países como Perú o Bolivia.

Himalaya

También los glaciares del Himalaya, que alimentan ríos cruciales para millones de personas como el Indo o el río Ganges, están retrocediendo rápidamente.

Ártico y Antártida

«A medida que aumentan las temperaturas del Ártico, los glaciares están experimentando un rápido retroceso y un desprendimiento intensificado», advierte la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés). Las regiones polares experimentan un derretimiento sin precedentes, con consecuencias globales.

La Antártida. Foto de Dominik Ruhl, Pexels.

Consecuencias del deshielo glaciar

Elevación del nivel del mar y su impacto en ciudades costeras

El derretimiento de los glaciares es uno de los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar. Según datos de Copernicus, el mar subió casi 10 centímetros entre 1993 y 2022, y se prevé que siga subiendo.

Esto supone una seria amenaza para las ciudades costeras y comunidades insulares, donde la ONU estima que viven alrededor de 900 millones de personas, esto es, una de cada diez personas en la Tierra.

Pérdida de fuentes de agua potable para millones de personas

Muchas poblaciones dependen del agua de deshielo glaciar para consumo y agricultura. Por lo que su desaparición podría generar crisis hídricas.

Por otro lado, a medida que el océano invade las regiones costeras, se produce una intrusión de agua salada en fuentes de agua dulce como ríos, acuíferos y estuarios. Esto afecta a las tierras de cultivo y plantea riesgos para el abastecimiento de agua potable.

Cambios en los patrones climáticos y aumento de fenómenos extremos

El deshielo glaciar altera las corrientes oceánicas y los patrones meteorológicos, intensificando tormentas, sequías e inundaciones.

Impacto en la biodiversidad y ecosistemas

Los ecosistemas polares y de alta montaña dependen de los glaciares. Su desaparición afecta a especies como osos polares, poblaciones de peces y comunidades humanas.

Además, las marismas, los manglares y los arrecifes de coral son hogar de una flora y fauna diversas. Pero la subida del nivel del agua y el aumento de las inundaciones costeras perturban este frágil entorno, provocando una pérdida de su biodiversidad.

Casos emblemáticos de glaciares en peligro

El retroceso del glaciar Perito Moreno (Argentina)

Aunque es uno de los pocos glaciares que aún crecen, su estabilidad peligra ante el avance implacable del cambio climático.

La desaparición del glaciar Okjökull en Islandia

Este glaciar desapareció en 2014, convirtiéndose en un símbolo del impacto del calentamiento global.

La situación crítica del glaciar del Kilimanjaro (África)

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) declaró recientemente que el glaciar del Kilimanjaro ha perdido más del 80 % de su superficie en el último siglo y podría desaparecer en pocas décadas.

Groenlandia y la Antártida: los gigantes de hielo en riesgo

Estas enormes capas de hielo están derritiéndose a un ritmo alarmante, contribuyendo a la subida del nivel del mar. Un nuevo estudio de la NASA, publicado en la revista Nature, dio a conocer que entre 1985 y 2022 Groenlandia perdió alrededor de 1034 mil millones de toneladas de hielo, un 21 % más de lo estimado anteriormente.

Glaciar Perito Moreno, Argentina. Foto de Birger Strahl, Unsplash.     

¿Qué se puede hacer para frenar la desaparición de los glaciares?

Dos terceras partes de los glaciares podrían desaparecer para 2100. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es imprescindible para evitar que el hielo continúe retrocediendo.

Salvaguardar las áreas glaciales implica disminuir las emisiones mundiales un 45 % para 2030 y a cero hacia 2050. La concienciación y la cooperación internacional son vitales para lograrlo y mitigar así el impacto del calentamiento global.

Imagen portada: Foto de Roxanne Desgagnés en Unsplash.