Pablo Ramos
En las últimas semanas, los casos de gripe A se han disparado en España. De hecho, el pico de máxima incidencia se ha producido a finales del mes de febrero. El máximo ha sido de cerca de 800 casos por cada 100.000 habitantes. Lo habitual es que por estas fechas del mes de marzo sea mucho menor.
«La tasa de gripe A en Atención Primaria describe una segunda onda estacional de gripe asociada a la circulación de virus de la gripe B. En el caso de la B, sus mayores tasas de gripe se observan en los menores de 15 años». Así indica el último informe de Vigilancia centinela de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria (IRAs) y en Hospitales (IRAG) Gripe, COVID-19 y otros virus respiratorios de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
La primera gran oleada de la temporada de gripe A se inició a finales del mes de noviembre. Tuvo su máximo a mediados del mes de diciembre. Unos registros muy elevados para esas fechas ya que el pico suele ser en el mes de enero. Pero que se han superado este febrero de 2023.
«En las últimas semanas se ha observado un leve incremento de la incidencia de gripe. Sin embargo, esta situación es desigual en distintas comunidades autónomas donde geográficamente varía la incidencia. Por otra parte, actualmente se ve un incremento de casos de gripe B. Esta es la que aparece de manera habitual tras la primera oleada de gripe A y suele indicar el principio del fin de la onda epidémica». Así lo apunta Francisco Sanz, secretario del Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
No obstante, se espera que la temporada de gripe acabe próximamente, a mediados de marzo. «El comportamiento de la onda epidémica (y por analogía de anteriores épocas) hace prever que en el plazo de 2-3 semanas comience a notarse una clara disminución de la incidencia de nuevos casos de gripe.», incide el experto.

Causas del aumento de casos de gripe A
Según distintos investigadores, la temporada 2022-2023 está siendo muy irregular en comparación con años anteriores. Las causas de esta temporada de gripe tan particular se debe a varios factores.
Por un lado, se ha producido un periodo de circulación más amplio de lo habitual. Debido a esta prontitud de la circulación del virus, la vacunación se adelantó. Ello ha supuesto que esta medida preventiva pierda eficacia con el paso de los meses.
De hecho, la Comisión de Salud Pública estableció que la campaña de vacunación se iniciara entre el 26 de septiembre y el 17 de octubre de 2022. Es decir, hace ya más de cinco meses.
«La principal medida para prevenir la gripe es la vacunación antigripal pero en el momento en el que estamos de la onda epidémica, a pocas semanas se su finalización, no es un consejo práctico», recalca Sanz.

Por otro lado, las medidas de prevención del COVID-19 de los últimos inviernos propiciaron que la gripe apenas circulara en años anteriores. Una circunstancia que también tiene una relación directa con la falta de inmunidad de la sociedad a la gripe. Especialmente después de dos inviernos sin apenas presencia de este virus.
Además, hay que tener en cuenta que el máximo de incidencia de la gripe ha coincidido con los días más fríos del invierno e importantes precipitaciones. Ante estas inclemencias meteorológicas, las personas suelen permanecer más tiempo en espacios cerrados incrementando el riesgo de contagio de enfermedades como la gripe.
No obstante, a pesar de que la incidencia de la gripe aún es elevada para estas fechas del mes de marzo, «la positividad del virus de la gripe parece que inicia signos de estabilización», apuntan desde el ISCIII. Sin embargo, los expertos advierten que el comportamiento del virus de la gripe es prácticamente impredecible.
Consejos para prevención
Para evitar y prevenir el contagio de esta enfermedad, la medida más eficaz es la vacunación, en especial en los colectivos más vulnerables como son las personas mayores y aquellas que padecen problemas respiratorios.
No obstante, se pueden llevar a cabo pequeñas acciones que contribuyen a minimizar los contagios. Por ejemplo, taparse la boca al toser o al estornudar y lavarse las manos con frecuencia.
Por último, se recomienda evitar el contacto con personas enfermas. Así mismo, hay que utilizar la mascarilla en caso de presentar síntomas. No hay que olvidar tampoco acudir a espacios masificados y limpiar las superficies y los objetos que puedan estar contaminados por el virus de la gripe.
«Aquellas personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas debilitantes de base se recomienda que extremen la exposición a virus respiratorios en general con el uso de mascarillas en ambientes no ventilados y con aglomeraciones de personas.
Otro consejo de higiene respiratoria es recordar a la población el uso de mascarilla de aquellas personas que estén con síntomas de infección respiratoria en ambientes poco ventilados o con más personas como medida de protección a los demás», detalla el experto de SEPAR.
De todos modos, en caso de presentar alguno de los síntomas habituales, lo más adecuado es acudir a un profesional sanitario para diagnosticar la enfermedad y pautar el tratamiento indicado. «Si no se siente bien, quédese en casa ya que aislándose rápidamente puede evitar la propagación de la gripe y salvar vidas», advierten desde la Organización Mundial de la Salud (OMS).