Guía fácil de reciclaje (cubos incluidos) en casa

Contribuirás de manera adecuada y ordenada a la reducción de residuos.

Laura Opazo

Laura Opazo

La historia del reciclaje en España comenzó en 1982. Hace cuatro décadas se instalaron iglús de reciclaje de vidrio en las grandes ciudades. Más adelante, en el año 1997, se introdujeron los contenedores de distintos colores para la separación de residuos de diferentes materiales como papel o plástico.

Con el aumento del consumo en las últimas décadas y con el auge de los envases de usar y tirar, los residuos aumentaron exponencialmente. Un hecho que hizo necesario gestionar su reciclaje y concienciar y educar a la ciudadanía.

En los últimos años, el contenedor marrón (para la recogida de residuos orgánico, se ha ido extendiendo por los diferentes municipios españoles. También se han popularizado los contenedores de reciclaje textil, recogida de pilas, aceite usado o pequeños electrodomésticos.

Indudablemente, reciclar forma parte de nuestro estilo de vida. Muestra de ello es que, hoy en día, gran parte de la población vive concienciada y clasifica y ayuda a reciclar los residuos.

Disponer de distintos cubos compartimentados ayudará a realizar la tarea.

Según el INE, en España se recogen aproximadamente 483,7 kg de residuos por habitante. Reciclando, podemos evitar la creación de nuevos residuos y su acumulación. Esto supone un ahorro importante, tanto en coste energético como económico.

Con tantos contenedores en las calles destinados a distintos residuos, muchos ciudadanos muestran preocupación por no tener espacio suficiente para separar la basura en casa.

Disponer de distintos cubos compartimentados ayudará a realizar la tarea. Además, facilitará el hábito de reciclaje, aunque no siempre contemos con un espacio específico destinado a ello.

Está claro que reciclar forma parte de nuestro estilo de vida y una necesidad para luchar contra la degradación del medio ambiente. Pero, ¿sabes hacerlo correctamente? Atento a esta guía de reciclaje fácil en casa.

Guía fácil de reciclaje: te explicamos cada contenedor

Contenedor amarillo

En este container debemos depositar botellas de plástico, briks de leche o zumo y envases. Otros residuos que tienen cabida aquí serían los productos de limpieza. Es decir, los envases de geles de baño, colonias y champú, bolsas de congelados o tarrinas de mantequillas y yogures.

También se pueden reciclar aquí las bandejas de poliespán o las cajas de madera como las del vino o las fresas. Sin olvidar los envases metálicos como latas de conservas y bebidas, bandejas de aluminio, aerosoles, tapones metálicos de botellas y tapas de los frascos.

No olvides meter los tapones de las botellas de cristal en el contenedor amarillo. Fuente imagen: Pixabay

Contenedor marrón

A este contenedor debemos destinar los restos de fruta y verdura, de carne y pescado, cáscaras de huevo, marisco y frutos secos.

También podemos depositar otros restos de comida, infusiones y posos de café. Sin olvidar el papel de cocina sucio y las servilletas usadas. Se reciclarían también en este contenedor los pequeños restos de jardinería, plantas, hojarasca y flores.

Contenedor gris

En este cubo se deben depositar los residuos que no encajan en otras categorías. Esto significa que en él va todo aquello que no se recicla, que no sirve para hacer compost y que no contiene residuos tóxicos.

La lista incluye juguetes, biberones, chupetes, utensilios de cocina, pañales, objetos cerámicos, compresas, cepillos de dientes o arena para mascotas.

También puede tirase aquí pelo (por muy sorprendente que parezca) polvo y residuos de la aspiradora, toallitas húmedas, algodones, colillas, chicle, bayetas y estropajos viejos, preservativos, bolígrafos y rotuladores.

guía fácil de reciclaje
Fuente imagen: Pexels

Reciclar forma parte de nuestro estilo de vida.

Contenedor verde

El contenedor verde, también conocido como iglú verde, es el destinado para depositar vidrio. Por vidrio hablamos de tarros de miel, mermelada y legumbres. También trozos de espejos y cristales rotos, botellas de vino, agua, zumo, cerveza, licores o cualquier otro líquido.

Es posible, en este aspecto, depositar frascos de cosméticos, colonia y perfumes. En esta categoría NO entran los materiales como la cerámica o la porcelana.

Es conveniente tener en cuenta que antes de tirar una botella al contenedor verde hay que quitarle el tapón y reciclarlo en el contenedor correspondiente. Por supuesto, según sea de metal, de plástico o de corcho, tendrá que ser uno u otro contenedor.

Algo importante a recordar es que no debemos desechar frascos de cristal. Éste contiene óxido de plomo que impide que se pueda fundir en los mismos hornos que el vidrio.

guía fácil de reciclaje cerámica
Es importante saber la cerámica NO debe introducirse en el CONTENEDOR VERDE. Fuente imagen: Pexels

Contenedor azul

El contenedor azul es el correspondiente para depositar papel. También cualquier tipo de cartón procedente de cajas, envases, periódicos, revistas, documentos, hueveras, libretas, folletos de publicidad, papel de regalo y tubos de cartón del papel de baño y cocina.

Es importante doblar bien las piezas de papel y cartón antes de introducirlas en el container. De esta manera, se amortiza el espacio y que ocupen lo menos posible.

Guía fácil de reciclaje: otros contenedores no tan comunes

Contenedor rojo

Este contenedor no suele encontrarse con frecuencia en los núcleos urbanos. Es el destinado a contener residuos tóxicos y desechos peligrosos como material hospitalario, baterías, pilas, aerosoles, aceites o productos tecnológicos.

Baterías, pilas, aerosoles, aceites o productos tecnológicos deben ser depositados en el contenedor rojo. Fuente imagen: Pexels

Contenedor de aceite usado

Tampoco hay que olvidar este contenedor dentro de una guía de reciclaje. Es el destinado para reciclar todo aquel aceite que utilicemos en la cocina. Lo ideal es depositar el aceite frío en envases de vidrio bien cerrados y luego llevarlos al punto limpio.

Punto Sigre de farmacia

Si queremos reciclar nuestros medicamentos, en los puntos Sigre podemos hacerlo. Allí podemos depositar medicamentos caducados, aquellos que no necesitemos, cajas y envases vacíos. Por otro lado, NO debemos desechar en el Punto SIGRE agujas, sondas, termómetros, radiografías o vendas.

Con esta guía fácil de reciclaje en casa, no hay excusa para no hacerlo adecuadamente. Pero antes, es interesante conocer algunos tipos de cubos para reciclar.

Guía fácil de reciclaje: cubos para reciclar en casa

Antes de profundizar en el tema, es positivo conocer algunos datos a tener en cuenta. Uno de ellos es que los españoles cada vez reciclamos más. Por esta razón, podemos sentirnos orgullosos de que el compromiso por el cuidado medio ambiental vaya en aumento.

Aún así, todavía estamos por debajo de la media europea. Necesitamos hacer un esfuerzo colectivo mayor para llegar al reciclaje de, como mínimo, el 55% de los residuos municipales. Esta es la cifra que marca la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. 

Gracias al reciclaje no sólo ahorramos energía. También luchamos contra el cambio climático, reducimos el uso de materias primas y el consumo de energía. Sin olvidar que generamos puestos de trabajo y conservamos el entorno ambiental.

Si bien es cierto que vivimos en pisos cada vez más pequeños, donde cada metro cuadrado debe aprovecharse al máximo, reciclar puede convertirse en todo un desafío. No todo el mundo reside en viviendas amplias y ahorrar espacio eligiendo los recipientes adecuados de manera inteligente y práctica se convierte en un objetivo primordial.

¿Qué cubos son básicos en una guía de reciclaje?

Como punto de partida, necesitamos disponer de, al menos, dos cubos. Estos son permitirán separar los residuos orgánicos (por ejemplo, la cáscara de huevo o la monda de un plátano) de los inorgánicos (desechos cuyo origen no es biológico).

Sin embargo, para poder hacer un reciclaje más completo lo ideal sería poder disponer de diferentes cubos para envases, papel/cartón, vidrio, aceite y restos. 

Recuerda, es muy importante conocer el significado de cada uno de los contenedores de reciclaje y para recordar qué producto va en cada uno sin lugar a error puedes consultar aquí.

Ante este dilema, existen cada vez más propuestas que proponen reciclar en poco espacio y ya existen cubos de reciclaje muy prácticos y adaptables a todo tipo de hogares.

Cubo integrado

Si tenemos la suerte de disponer de espacio interior en algún mueble, podemos alojar varios cubos de manera más discreta para ahorrar espacio, no estorbarán y se podrán contener los olores. Dentro de esta alternativa podemos optar por diferentes opciones:

Cubos extraíbles

Este tipo de cubos de basura integrados en los muebles de cocina tienen una cómoda apertura facilitada con rieles, de modo que con un pequeño tirón, todo el mueble se abre y cierra de manera sencilla. Una de las ventajas es que ofrece es que se pueden colocar a doble altura para aprovechar al máximo el espacio. Eso sí, se recomienda comprarlos de acero inoxidable para facilitar su limpieza.

Cubos integrados con apertura automática

Una solución económica y eficiente consiste en integrar alguno de nuestros cubos de reciclaje en la puerta del fregadero, por ejemplo. De este modo, al abrir la puerta, el cubo se abre automáticamente. Es muy higiénico y permite liberar nuestras manos a la hora de manipular el cubo de reciclaje.

Cubo al estilo zapatero

Son una especie de muebles compartimentados donde, a imagen y semejanza de un clásico zapatero, se disponen los distintos cubos. Es una opción muy estética, pero requiere de cocinas con suficiente espacio, ya que supone añadir un mueble adicional.

Cubos a la vista

Si no disponemos de un mueble amplio y tenemos que dejarlos a la vista, podemos buscar opciones prácticas (y al mismo tiempo estéticas) que nos permitan poner solución a este problema.

Cubo compartimentado

Una de las opciones más populares por su practicidad, ya que suele haber en varios colores para facilitar el proceso del reciclado. Existen múltiples tamaños y formas de este estilo aunque el de la división a tres es el que se lleva la palma. Lo ideal es que sean de acero inoxidable para evitar los malos olores de la basura.

Cubos modulares

Esta alternativa también ofrece una división, pero con la variante con la que podemos colocar los módulos a nuestro antojo. Tanto apilados en vertical como en horizontal, facilitará su adaptación a diversos espacios.

Si los cubos que compramos son más bien pequeños, es aconsejable doblar y comprimir todos los envases para optimizar el espacio.

Contenedores independientes pequeños

Si disponemos de muy poquito espacio, siempre podemos comprar cubos independientes en función de los que podamos disponer. Además, hay opciones que pueden ir literalmente colgadas a los muebles.

Consejos útiles para los cubos de basura de tu casa

Elijas la opción que elijas, lo importante es mantener los cubos limpios e higienizados. Así evitarás olores indeseados. Si quieres evitar productos químicos, puedes usar vinagre blanco dentro del cubo y dejarlo una hora entera (como mínimo) antes de aclarar, para que haga efecto.

Para evitar escapes, es aconsejable optar por bolsas de basura bien selladas. Las de Handybag no gotean ni se rompen y están disponibles en diferentes tamaños (e incluso, disponen de versión perfumada). Además, están fabricadas con materiales 100% compostables y son biodegradables.

Por supuesto, debemos procurar generar menos basura y evitar el desperdicio de alimentos congelando o reinventando su uso. Por ejemplo, haciendo pan rallado, migas, torrijas o incluso picatostes con las sobras de pan. 

Además de esto, podemos acudir con frecuencia a los puntos limpios fijos alrededor de nuestra localidad y evitar su acumulación en nuestros hogares. De esta manera podremos depositar pilas, baterías, electrodomésticos, muebles, ropa y mucho más en el lugar adecuado.