La historia del turista devorado por los tiburones en Cancún

Alejandro Cortez, un joven activista marino se tiró al mar para rescatar a su amiga y fue devorado por tiburones.

Sergio Delgado Martorell

Las playas del Caribe mexicano, reconocidas internacionalmente por su belleza natural y clima privilegiado, fueron escenario de un suceso que ha conmocionado a México y Estados Unidos.

El nombre de Alejandro Cortez González, un turista estadounidense de 20 años, ha quedado asociado a un acto de valentía que terminó en tragedia. Su historia generó una amplia repercusión mediática por las circunstancias de su desaparición y el impacto emocional que causó en su comunidad.

El 20 de abril de 2025, Alejandro ingresó al mar en una playa de Cancún para socorrer a una amiga atrapada por una fuerte corriente. Horas más tarde, su paradero era desconocido, lo que desencadenó una intensa operación de búsqueda en la zona.

Tres días después, autoridades y rescatistas localizaron su cuerpo, severamente afectado por fauna marina. La brutalidad del hallazgo contrastó con la nobleza de su acción, despertando muestras de solidaridad y duelo tanto en México como en su localidad natal de Saginaw Township, en Michigan.

Se lanzó al mar en Cancún para salvar a su amiga atrapada

El viaje de Alejandro Cortez González a Cancún tenía carácter festivo, compartiendo unos días de descanso con antiguos compañeros de escuela. La tarde del 20 de abril, mientras disfrutaban del mar, una amiga fue atrapada por una corriente de resaca, uno de los fenómenos marinos más peligrosos y difíciles de percibir.

Sin dudarlo, Alejandro se lanzó al agua para intentar rescatarla. Aunque logró que ella alcanzara la orilla, fue arrastrado mar adentro sin posibilidad de regresar. A partir de ese momento, se desplegó una operación de búsqueda en la zona, en colaboración con autoridades locales.

Durante los días siguientes, su caso fue ampliamente difundido en redes sociales y medios de comunicación. El 23 de abril se confirmó el hallazgo de restos humanos, presuntamente correspondientes a Alejandro Cortez González, afectados por fauna marina. Según los informes, se recuperaron únicamente la cabeza y parte del esqueleto.

La madre del joven, Renee González, agradeció públicamente las muestras de apoyo y confirmó que el proceso de repatriación del cuerpo ya había comenzado.

Movilización para repatriar los restos de Alejandro

La noticia provocó una profunda conmoción en Saginaw Township, donde se organizaron iniciativas solidarias para apoyar a la familia en los gastos de repatriación y funeral.

Entre las acciones destacaron una cena comunitaria en Miles Market, donde se ofreció un plato solidario de espagueti, y la creación de una campaña de recaudación en GoFundMe, que logró reunir en pocos días una parte importante de los fondos necesarios.

Comercios locales también habilitaron urnas de donaciones, y numerosos mensajes de condolencia fueron difundidos por parte de líderes comunitarios, medios de comunicación y ciudadanos. El acto de valentía de Alejandro Cortez González se convirtió en un símbolo de generosidad y altruismo, recordando la capacidad humana de actuar con nobleza incluso en situaciones extremas.

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Fuente: Banco de imágenes Canva